Secretos De La Informacion

Pese a los esfuerzos de algunas entidades públicas por mejorar los flujos de información disponibles para la ciudadanía, es mucho lo que falta en el país para que exista el pleno acceso a la información pública y lograr con ello la construcción de confianzas entre sociedad civil y Estado en general.

Así lo concluye, en términos generales, la investigación ‘Impacto del Acceso a la Información en la Construcción de Confianza entre Estado y Sociedad Civil en Colombia’, de Juan Carlos Lozano, especialista en Gestión Regional del Desarrollo y magíster en Estudios Interdisciplinarios sobre Desarrollo, ambos del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Desarrollo (Cider) de la Universidad de los Andes.

El estudio de Juan Calos Lozano se basó en análisis de tres escenarios de relaciones y construcción de confianza. El primero es el seguimiento a protección de periodistas, para el cual tuvo en cuenta información del Ministerio del Interior, Policía, Defensoría del Pueblo y Fundación para la Libertad de Prensa, Flip.

El segundo es el control a riesgos de corrupción, en el cual se examinaron procedimientos del Programa Anticorrupción, Contraloría General, Ministerio de Hacienda y Transparencia por Colombia.

Y el tercero contempló el seguimiento a la calidad de las elecciones con información del Ministerio del Interior, el Consejo Nacional Electoral y la Misión de Observación (MOE).

A partir de sus análisis en los tres escenarios, Lozano asegura que el ciudadano colombiano tiene dificultades para acceder a la información pública por dos razones: la primera tiene que ver con que el Estado no está diseñado para ser amigable con el ciudadano, es decir, el ciudadano ve al Estado como un gran monstruo al cual le cuesta acceder.

Y explica por qué: “Muchas veces, al intentar acercarse a una entidad para obtener de allí la información, el ciudadano se pregunta: '¿por dónde es que tengo que entrar?, ¿a quién le puedo preguntar?, ¿tengo derecho para preguntar o no?’”.

La segunda razón es que el Estado, no en todos los casos, no entrega la información. “Hay un tema cultural que tiene que ver con que el funcionario, por alguna razón, en diversas ocasiones, cree que la información es del Estado y no es así, es de la ciudadanía que compone ese Estado, o peor aún hay funcionaros que cuando terminan su gestión, guardan o destruyen la información, tal como ocurrió con las ‘chuzadas’ del DAS”.

Según explica, hay un tema cultural de la función pública que se debe comprender mejor y es que sólo en unas mínimas excepciones, el Estado no debe entregar información.

A esto se suman las carencias en aspectos logísticos, en administración, y gestión de calidad. “Esto implica la falta de un buen archivo, de normas específicas para saber cómo

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