Siglo Xix
Enviado por zandri • 18 de Noviembre de 2013 • 3.501 Palabras (15 Páginas) • 372 Visitas
SIGLO XIX
INTRODUCCIÓN Histórico
Suele situarse el punto de partida de la Edad Contemporánea en el año 1789, fecha del inicio de la Revolución Francesa.
El siglo XIX se inaugura bajo el influjo de la Revolución Francesa y las conquistas napoleónicas. El Congreso de Viena (1815) supuso en principio, el triunfo de la Restauración y la reconstrucción del mapa de Europa. Pero el equilibrio no se restablece. Las revoluciones de 1820, 1830, 1848, 1871 se inician en Francia (excepto la de 1820, en España) y se extienden por toda Europa. Los impulsos proceden del liberalismo, de los movimientos democráticos, el socialismo, y el anarquismo. Al mismo tiempo otro movimiento recorre el continente: el nacionalismo, que hacia fin de siglo deriva, en algunos casos, en imperialismo colonialista. Las transformaciones económicas y sociales producidas por la extensión de la Revolución Industrial contribuyen de forma definitiva a un cambio radical del panorama histórico.
REVOLUCIÓN FRANCESA
Fue la primera gran revolución burguesa europea, promovida por el ascenso de una burguesía que aspiraba a las tareas de gobierno y se encontraba sojuzgada por la rigidez estamental del Antiguo Régimen. Y como nada hay eterno, tras la toma de la Bastilla el Antiguo Régimen cayó bajo la doble presión de la burguesía y de las clases populares. Entre 1789 y 1791 la Asamblea Constituyente transformó radicalmente las instituciones políticas francesas: fueron anulados los privilegios, derechos feudales y señoriales y las correspondientes obligaciones y pagos. La Constitución de 1791 supuso el establecimiento de los principios fundamentales del nuevo régimen. Partiendo de
Tras la derrota de napoleón, Inglaterra, Rusia, Austria, Prusia y Francia, acuerdan una reorganización del mapa de Europa y la Restauración del Antiguo Régimen (absolutismo, tradicionalismo y reconocimiento del papel del clero) en el Congreso de Viena en 1815.
Este nuevo orden se impuso sin tener en cuenta la opinión pública, lo que dio paso a un fervor nacionalista y liberal que, junto con el desarrollo industrial, provocó el surgimiento de movimientos revolucionarios de 1820, 1830 y 1848.
LAS REVOLUCIONES LIBERALES:
Revoluciones de 1820. Se inician en Alemania y España, ambas se alzan contra el Antiguo Régimen restaurado, y exigen reformas liberales. En las universidades alemanas, se lucha por una monarquía constitucional. En España Riego se protagoniza un pronunciamiento militar contra Fernando VII e instituye el trienio liberal. Interviene la Santa Alianza: los Cien Mil Hijos de San Luís, liderados por el Duque de Angulema, y aliados con los realistas españoles,imponen el absolutismo en 1823. Sin embargo, el clima revolucionario se extiende a Portugal (que mantendrá el régimen liberal), Piamonte, Nápoles y Grecia (que se independiza del Imperio Otomano). En estos mismos años , la América española continúa luchando por su emancipación y los nuevos Estados norteamericanos introducen instituciones liberales en su organización política.
Revoluciones de 1830: una nueva oleada revolucionaria de mayor envergadura asola Europa; el punto de partida de estas agitaciones es el alzamiento de orleanistas y republicanos en París en julio de 1830; triunfan los primeros, los cuales hacen abdicar a Carlos X, último rey francés de la casa de Borbón y proclaman a Luis Felipe de Orleáns como rey de Francia.
Desde Francia la revolución se extiende a Bélgica, que obtiene la independencia de Holanda, con la que formaba hasta entonces el reino de los Países Bajos. Los Estados centrales de la confederación germánica serán los siguientes en sufrir la oleada revolucionaria, seguidos de Polonia y los pequeños Estados de la Italia central.
Las revoluciones de 1830 acaban dando el triunfo al liberalismo en la Europa Occidental. El siguiente ciclo revolucionario, en 1848, liberalizará los regímenes de Europa Central.
La Revoluciones de 1848. Es el tercer golpe contra la Restauración. La novedad respecto a las de los años 30 es el cambio de agentes revolucionarios: ya no son las clases ilustradas las que promueven el cambio, sino que entran en la escena histórica los sindicatos obreros. Su presencia y la evolución de los otros grupos hace que los ideales sean distintos: no se lucha por una constitución liberal, sino por la democracia, el sufragio universal, la libertad de prensa, etc…
La revolución se extendió por toda Europa (Nápoles, Milán, Roma, Venecia, Berlín, Viena, Budapest). Marx, intervino activamente en este período revolucionario. Es justo en el 1848 cuando en Londres redacta junto a Engels el Manifiesto del Partido Comunista, que representa una denuncia al capitalismo emergente, y un llamamiento a la unidad obrera por una transformación radical de la sociedad.
La Comuna de París: Tras la derrota en Francia en la guerra franco-prusiana, tiene lugar en Paris la primera experiencia de gobierno obrero (marzo-mayo de 1871). Ante el vacío de poder se organiza en París una revolución de carácter socialista. Se celebran elecciones en los distritos parisinos y se organiza una ASAMBLEA COMUNAL en la que participan grupos proudhonianos e internacionalistas (bakuninistas y algunos marxistas). El ejército venido de Versalles aplastó finalmente el intento revolucionario el 28 de mayo, en la bien llamada Semana Sangrienta: 30.000 muertos, muchos más heridos, y tal vez hasta 50.000 ejecutados más tarde o hechos prisioneros; 7.000 personas fueron desterradas a Nueva Caledonia. Para los presos hubo una amnistía general en 1889.
LIBERALISMO, SOCIALISMO, ANARQUISMO
Son las principales ideologías políticas del siglo XIX. La relación entre ellas ha sido variada: unas veces se han unido contra la Restauración, otras se han combatido entre si. El liberalismo económico, claro defensor del capitalismo, ha sido combatido por el anarquismo y el socialismo. Socialismo y anarquismo a su vez se han combatido mutuamente porque, para los segundos, los socialistas no eran lo suficientemente revolucionarios y radicales.
El liberalismo social defiende la no intromisión del Estado o de los colectivos en la conducta privada de los ciudadanos y en sus relaciones sociales no-mercantiles, admitiendo grandes cotas de libertad de expresión y religiosa. El liberalismo económico defiende la no intromisión del Estado en las relaciones mercantiles (reduciendo los impuestos a su mínima expresión y eliminando cualquier regulación sobre comercio, producción, condiciones de trabajo, etc.), sacrificando toda protección a "débiles" (subsidios de desempleo, pensiones públicas, beneficencia
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