Simon Bolivar

SIMÓN BOLÍVAR COMO LÍDER CONTINENTAL

Hablar de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, es hablar del “hombre de las dificultades” tal y como él mismo pudo llamarse en una oportunidad. Es un personaje, sin duda inquietante en la historia de Venezuela, así como en la historia de otros países latinoamericanos, pues hablar de Bolívar, es hablar de lo prohibido en cualquier momento histórico, por su lucha constante por la integración, igualdad e independencia de los pueblos, así como del reconocido padre de la patria.

Bolívar en sus inicios, ni sabía que sería recordado por miles de generaciones como el Libertador. Fue un niño normal, pero como lo diría Salcedo Bastardo (1960) en su visión y revisión de Bolívar, tuvo una vida muy difícil, a pesar de su condición de blanco criollo del tiempo colonial de Venezuela, puesto que primero, era hijo huérfano a los dos años de Juan Vicente Bolívar Ponte-Andrade y luego huérfano a los nueve años de su madre María de la Concepción Palacios y Blanco. Quedó bajo la tutela de un tío que ni prestarle mucha atención quería, situación que lleva al destacado Carlos Palacios a internarlo en la Escuela Pública de Caracas, donde enseñaba el maestro Simón Rodríguez.

Hay muchos autores que aseguran que Simón Rodríguez o el destacado Samuel Robinson fue quien sembró en Bolívar las ideas propias de su revolución, sin embargo, hay que centrarse en realidades, la influencia de Rodríguez sobre Bolívar, no se enfatizan cuando pequeño, en medio de tantos problemas de mortalidades y custodias, sino más bien cuando éste se despedía prácticamente de la adolescencia, pues el joven Simón, tenía en mente, una vez enviado para España a la edad de 15 años, el profundizar sus estudios de la vida militar, la equitación, el baile, los buenos modales, la esgrima y otras artes. Su mente estaba enfocada, en dejar todo atrás y simplemente ser feliz, por eso se enamora y ya con la edad de 18 años se casa con María Teresa del Toro y Alaiza, quien después de nueve meses de matrimonio muere en Venezuela, en plena luna de miel.

¿Qué dolor? Cuánto luto en la vida del joven Simón?, muere su padre, muere su madre, su tío no lo puede atender, su hermana tampoco, respira un poco de felicidad y muere su amada esposa, quien quizás pude haber estado embarazada en el momento de morir. Simón desbastado, regresa a España, para devolverle las pertenencias a la familia Toro y Alaiza de su hija muerta. Simón se sumerge en la pérdida total de su vida, donde el alcohol y el descuido juegan un papel fundamental.

Su antiguo maestro de infancia, Rodríguez lo encuentra en medio de esta tempestad, y el ahora Robinson comienza a mostrarle al infortunado Simón otras posibilidades de felicidad. Samuel Robinson se encontraba exiliado de Venezuela por condiciones netamente políticas, pues sus ideas de libertad eran reconocidas como amenaza a la estabilidad del dominio español, sobre las colonias americanas. Robinson, no sólo le habla sino le muestra la realidad de España, le hace abrir los ojos al viudo Simón, tanto que ambos logran presenciar la autocoronación de Napoleón Bonaparte en el reino español, situación que dejó perplejo al joven Bolívar, un rey que no era el rey de España mandando, y el propio rey Fernando VII, que jamás conoció tierras venezolanas, exigía un reinado que poco reinaba.

Pronuncia entonces su glorioso Juramento en el Montesacro, frente a su antiguo maestro Rodríguez y hoy amigo Robinson, en el cual promete por Dios, pos sus padres, que no daría descanso hasta no desatar las cadenas que oprimían a Venezuela del yugo español. Así comienza a surgir, el corazón revolucionario del Simón Bolívar del siglo XIX, el cual regresa a Caracas a sumarse a los acontecimientos iniciales de la Independencia, él pasaba desapercibido, nadie sabía de lo que él sería capaz, pero sí sabían de donde venía.

Bolívar viaja a Londres junto con su maestro Andrés Bello, en búsqueda del venezolano universal Don Sebastián Francisco de Miranda, con la esperanza de construir la República que el mismo Miranda intentó y falló entre lo movimiento preindependentistas.

Ya en Venezuela, le dieron el título de Generalísimo

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