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Sindicalismo En Honduras


Enviado por   •  24 de Marzo de 2014  •  10.870 Palabras (44 Páginas)  •  452 Visitas

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Introducción

La sociedad hondureña tiene una rica tradición en materia de organización social, siendo la organización sindical la que, a pesar de su antigüedad y de los momentos adversos por los que ha pasado, ha sobrevivido hasta llegar a los tiempos actuales, con signos de debilidad pero también con claras evidencias de ser inclaudicable.

El embrión de las organizaciones obreras se identifica por los analistas e historiadores en las sociedades mutualistas que nacen en el siglo XIX, con objetivos orientados a mejoras salariales y laborales, pero además en la educación y la cultura de los trabajadores y sus hijos.

El movimiento obrero hondureño comenzó a gestarse en el seno de las economías de enclave bananero y minero. En 1908 fue fundada la sociedad de mineros “El Porvenir” en la comunidad de San Juancito con 17 miembros. De acuerdo a Graciela García, a finales de la segunda década del siglo XX existían ya nueve sociedades mutualistas en el país, las que agrupaban artesanos de diversas áreas como: tipógrafos, barberos, sastres, chóferes, mineros, zapateros, albañiles, trabajadores del tabaco, ferrocarrileros y muelleros. Además existían varias uniones campesinas y la Sociedad Cultura Femenina.

Esta cultura de la organización se fue desarrollando hasta llegar a legalizarse después de la huelga de trabajadores bananeros en 1954, que sentó las bases para el instrumento legal que posteriormente dio lugar a la emisión del Código de Trabajo que contempla el derecho a la libre sindicalización.

Esta breve alusión al recorrido iniciado por los caminos de la organización de la masa trabajadora, es para tomar conciencia y hacer honor a los trabajadores de aquellos tiempos, quienes tuvieron la valentía y la sabiduría para valorarse y exigir la dignidad de su trabajo. Es por ello que en los tiempos actuales, el movimiento sindical y sus verdaderos líderes no deben perder de vista los giros que han tomado las sociedades, los modelos económicos y los modos de producción a nivel nacional, regional y mundial con sus efectos en la libertad sindical y contratación colectiva, los que deben asumirse para definir líneas y estrategias de acción que los lleven por nuevos derroteros, por nuevas avenidas que conduzcan al rescate de energías para reivindicar la legitimidad y lograr la sostenibilidad del sindicalismo hondureño.

El presente documento, parte de la historia del movimiento sindical para luego escudriñar las diferentes etapas recorridas a la luz de los elementos estructurales y coyunturales que han facilitado o dificultado la conquista de derechos, a la vez que han ampliado el abanico de demandas, más allá de aspiraciones puramente economicistas.

Los cambios operados tanto en el movimiento sindical como en el entorno social, económico, político y cultural, evidencian una constante baja en los niveles de afiliación y representatividad por parte de las organizaciones sindicales, así como la pérdida de poder de negociación.

Ante este escenario, la Organización Internacional del Trabajo, preocupada por el futuro de la reivindicación de los trabajadores hondureños y de la región centroamericana, se ha planteado la necesidad de que las Centrales Obreras del país, cuenten con un diagnóstico de la situación actual del movimiento sindical, a fin de que identifiquen sus fortalezas y debilidades para diseñar sus propias estrategias que servirán de base para la elaboración de un plan de acción, orientado a su fortalecimiento, de tal manera, que recuperen su rol protagónico y su liderazgo, siendo actoras de su propio desarrollo y fortalecimiento en el presente siglo, asegurando así la sostenibilidad y la ampliación del horizonte de las organizaciones de trabajadores de todos los sectores del mercado laboral.

Tomando en consideración la situación que actualmente experimenta el movimiento sindical en la región y la urgencia de consensuar mecanismos que contribuyan a restablecer el protagonismo de la fuerza laboral, su capacitación, cambio de actitudes y unificación, se torna imprescindible hacer un esfuerzo conjunto en la superación de las limitaciones más graves que aquejan al sindicalismo y potenciar las riquezas y capacidades a fin de transformarlo en un actor de desarrollo y de afianzamiento de la democracia.

Breve reseña histórica del Sindicalismo Centroamericano

La organización de los trabajadores y trabajadoras en los países centroamericanos surge mucho tiempo después que en Europa y Norteamérica. Nace bajo la forma de asociaciones mutualistas en un contexto de desarrollo industrial incipiente. En aquel entonces, la producción de bienes se daba principalmente en talleres de artesanos. Fueron ellos los que formaron las primeras organizaciones industriales de trabajadores.

Eran mutuales llamadas Sociedades de Artesanos. Estas sociedades se constituían a partir de un fondo económico común, que servía para solventar problemas inmediatos de los asociados. Esto pasaba en las ciudades. Mientras tanto, en el campo vivía la mayoría de la población, que dependía de las labores agrícolas. Generalmente eran personas analfabetas con una relación subordinada a los grandes latifundistas, dueños de las tierras. En esas condiciones era muy difícil la organización de los trabajadores. Esta época abarcó la segunda mitad del siglo XIX.

A principios del siglo XX, el desarrollo industrial comienza a desplazar a los talleres artesanales y surgen las primeras empresas de capital europeo y norteamericano. Muchas personas artesanas pasan a ser empleadas por las fábricas y algunas sociedades mutualistas desaparecen o se transforman en sindicatos de carácter gremial, como sindicatos de zapateros o panaderos.

Es importante indicar que, a finales del siglo XIX y principios del XX, en Centroamérica se dieron las primeras luchas sociales de los trabajadores. Estas luchas las realizaron emigrantes europeos traídos para la construcción de ferrocarriles, ellos reaccionaron ante las condiciones de semiesclavitud a que eran sometidos.

Con la apertura de las vías de comunicación y muelles, llegaron y se expandieron las empresas bananeras y con ellas, los grandes capitales norteamericanos que vinieron a invertir en finanzas, comercio, minería e industrias. También a principios del siglo XX llegan a nuestros países las primeras ideas socialistas. Intelectuales formados en Europa y algunos inmigrantes de esos

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