Situación Económica – Política Intelectual de Europa a mediados del Siglo XVIII
Enviado por jorgezapata12 • 18 de Enero de 2014 • Tutorial • 3.045 Palabras (13 Páginas) • 512 Visitas
Situación Económica – Política Intelectual de Europa a mediados del Siglo XVIII
Hasta mediados del s. XVIII, la sociedad europea se basaba en una economía agraria. Era estamental y desigual en cuanto a derechos y libertades: los súbditos vivían bajo el poder de la monarquía absoluta, cuya legitimidad se consideraba de derecho divino (el rey solo era responsable ante Dios, su autoridad era ilimitada).
En la segunda mitad del s. XVIII hasta comienzos del s. XIX, entran en crisis las estructuras del Antiguo Régimen y se va imponiendo la cultura de la ilustración que se pone en práctica con la primera revolución burguesa; primero, en las Trece Colonias de Norteamérica, cuyo resultado fue la independencia de Estados Unidos y, posteriormente, con la Revolución Francesa, cuyas ideas difundió por Europa el imperialismo napoleónico.
El siglo XVIII es el siglo de las luces o de la Ilustración. La corrientes filosóficas del racionalismo y el naturalismo de los grandes pensadores franceses (Descartes), ingleses (Bacon, Hobbes) y holandeses (Spinozza) de la centuria anterior triunfaron al finalizar el siglo en Alemania con el gran Leibniz (m. 1716)) y en Inglaterra con el empirismo de Locke (m. 1704) y las investigaciones científicas del genial Newton (m.1722).
El ambiente de libertad política, diversidad religiosa y prosperidad económica de la burguesía imperante en Inglaterra y Holanda era el más adecuado para el triunfo del pensamiento ilustrado. Sin embargo, fue en Francia donde la interpretación del empirismo inglés por los racionalistas continuadores de Descartes produjo el movimiento de la Ilustración.
ASPECTOS ECONOMICO-SOCIALES (INTELECTUALES)
Esta centuria supone en su conjunto, la superación de la crisis económica que caracteriza a Europa en el siglo XVII. Entre 1720 y 1780 aproximadamente, la economía europea entra en período de desarrollo. Las causas de esta prosperidad son las siguientes:
• Nueva afluencia de metales preciosos procedentes de América.
• Desde principios del siglo XVI, las minas de oro y plata americanas se habían agotado; en cambio, a partir de 1720 se descubren nuevas minas de oro, extraordinariamente ricas, en Brasil. Este oro, al llegar al continente europeo reactiva toda la economía y la marcha de los negocios.
• Mayor prosperidad en la agricultura e industria.
• El campesinado del siglo XVII recogía muy poca cosecha y, en ella, debía apartar tres porciones: una entregaba a la Iglesia como pago de diezmos; otra entregaba al noble que era el propietario de la tierra y la tercera parte debía darla al rey como pago de impuestos; lo que le quedaba era mínimo, y estaba destinado al consumo. Eso significaba que el campesino no podía vender sino sólo consumir lo que producía. De esta forma, apenas tenía ingresos y su nivel de vida era muy bajo.
• Esta falta de ingresos se debía al bajo rendimiento de las cosechas: lo normal era que sólo se cosecharan cuatro granos de cereal por cada grano sembrado.
A partir de 1720, la situación cambia: las cosechas comienzan a ser más abundantes, debido a:
• La introducción de nuevas plantas muy productivas, como el maíz. Procedente de América, lo que permitiría aumentar el número de cabezas de ganado, esto produce más estiércol y conlleva abundantes cosechas. Al mejorar los rendimientos, el campesino puede ahorrar e invertir en en adquisición de aperos de labranza más moderna y de nuevo revierte en aumento de cosechas.
• El cambio climático, que es más óptimo para la agricultura, a diferencia del siglo XVII, en el que habían sido frecuentes los años consecutivos de sequía.
• Por primera vez, en el siglo XVIII, el campesino europeo, después de pagar a la Iglesia, al noble y al rey, queda con sobrante de dinero, que eleva su nivel de vida. Terminan las grandes hambres, epidemias de peste características del siglo XVII.
• El aumento del poder adquisitivo del campesinado posibilitará un mayor consumo e impulsa un desarrollo de la industria textil y del hierro.
ASPECTOS POLÍTICOS
Otra característica del siglo XVIII es que el absolutismo monárquico alcanza en toda Europa su mayor fuerza y esplendor. Es en este siglo, donde la burguesía se opone ya a la monarquía absoluta, pues aquella, que ya tenía el poder económico, aspira a alcanzar el poder político monopolizado por la nobleza.
Será la burguesía la que asuma el protagonismo en este siglo, que se enfrenta al sistema político-social establecido, aspiran a destruir el denominado “Antiguo Régimen” sintetizado en el absolutismo y los privilegios de la nobleza y clero, elabora una cultura nueva: la Ilustración.
En lo concerniente a las relaciones internacionales europeas, apareció un sistema político llamado a tener un gran predicamento: el equilibrio europeo. Esta fórmula, propugnada por Inglaterra, representaba el instrumento político del naciente imperialismo británico. A través de este sistema, Inglaterra lograba eliminar cualquier rival peligroso en el continente, enfrentándolo con otra potencia o con una coalición, mientras que su flota se imponía en el Océano y sus tropas conquistaban la supremacía en el mundo colonial. En este sentido, no hay duda de que el siglo XVIII inició la preponderancia política inglesa, como el siglo XVII había sido de predominio francés y el XVI, de auge español.
Revolución Industrial
La Revolución industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar,1 y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la historia de la humanidad, desde el neolítico.
La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.
Así es que en la Revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que
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