Situación laboral en el Siglo XIX

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Universidad Interamericana de Panamá

Facultad de Ciencias Administrativas, Marítima y Portuaria

Carrera: Licenciatura en Administración de Recursos Humanos

Derecho Laboral

Ensayo Personal

Tema: Situación laboral en el Siglo XIX

Nombre: Erika Ríos Tulloch

Profesora: Kelthia Santamaria

Fecha de entrega: 08-06-2021

INTRODUCCIÓN

Durante el siglo XIX surgieron bastantes hechos que marcaron la época, considerándose situaciones lo suficientemente importantes como para marcar un antes y un después en la historia mundial. El siglo XIX supuso el tránsito final de las monarquías absolutas que habían dominado a Europa durante toda la Edad Media hasta nuestros días. Además de ello, también fue una época en la que la industria se impuso sobre las formas manuales de producción.

Este siglo estuvo conformado por revoluciones, pero también por las Guerras Napoleónicas, las cuales ocasionaron muertes y supusieron, además, cambios en el sector social, económico y político de las naciones que allí participaron. Al hablar de cambios nos referimos a hechos que modificaron las maneras de vivir de cada una de las comunidades existentes en aquel momento.

En el presente ensayo hablaremos un poco más de los hechos ocurridos en este siglo XIX, enfocándonos un poco más en la Revolución Industrial y el ámbito laboral en el que la clase obrera desarrollaba sus actividades.

ACONTECIMIENTOS DEL SIGLO XIX

Hablemos primeramente de los sucesos que fueron desarrollados como consecuencia y durante la revolución industrial, este fue un hecho en el que las condiciones de la vida de los hombres y las mujeres que trabajaron para la época, fueron bastante duras. Fue una situación enmarcada por una dura condición de vida, bastante triste y lamentable.

        Se dio el auge de la explotación infantil, en donde el salario que le era entregado a todo aquel individuo que trabajaba dentro del sector, era insignificante, un salario que no alcanzaba siquiera para cubrir las necesidades básicas del ser humano. Las comunidades, en el mejor de los casos, apenas lograban la subsistencia.

        Fue un hecho que se vio enmarcado por la miseria, el hambre y una condición de vida poco apta para la supervivencia de cualquier ser humano. El capitalismo industria y el sistema de fábricas que la corriente mantenía, crearon una nueva clase trabajadora, las cuales se unieron por la condición común de disponer de una sola fuente de ingresos, el salario que la industria les otorgaba.

        La clase obrera era la que destacaba dentro de este hecho, se consideraban para la época, como una nueva clase social, y era la que se consideró como protagonista de la Revolución Industrial. Los miembros que la conformaban eran individuos provenientes del campo, los campesinos eran excedente de mano de obra.

Los empleados, por su parte, pertenecían al sistema de trabajo a domicilio, aquellos llamados criados o sirvientes, mientras que los artesanos eran aquel grupo que era independiente de los gremios.

El modo de producción que se comenzó a emplear para la época, era mucho más intensivo en trabajo, y la introducción de las maquinas significó una acentuación en la división del trabajo, así como una deshumanización dentro de la labor. El artesano por su parte, comenzó a moldear sus actividades en base a una sola tarea.

El proceso formativo que empleaba se redujo simplemente a la mano de obra que estuvo presa de su escasa cualificación profesional. Las condiciones de trabajo fueron bastante duras, fueron tan duras que muchos artículos, libros y folletos de la época comenzaron a hablar sobre la situación que estaba viviendo la clase obrera, denunciando a lo que le obligaba la industria.

Dentro de los periódicos se constataron los males que la población obrera padeció, la industrialización y el proceso capitalista, los efectos negativos del mismo, a los que se vieron sometidos gracias a la ausencia de leyes que protegiesen sus derechos humanos, la calidad de vida.

Por su parte, el afán del empresario por obtener beneficios, llevaba a la reducción de costes, por medio de la vía de la reducción de los salarios, para así llegar a la ley de bronce en donde se establecía la igualdad del salario nominal y real en niveles de subsistencia.

        El siglo XIX, las condiciones de trabajo obtuvieron una serie de pautas comunes, las cuales consistieron en largas jornadas laborales, las cuales se establecían entre 14 y 16 horas, disciplina estricta, las cuales consistían en castigos corporales y sanciones económicas, las cuales eran un mal para los individuos, y una consecuencia que evitaba el desarrollo de una vida de calidad.

        Otras de las consecuencias eran la inexistencia de pensiones por enfermedad, de derechos laborales o sindicales, los despidos frecuentes en forma de castigo, condiciones insalubres dentro de la fábrica, entre otros. Un hecho destacable fue el trabajo infantil y el femenino, sólo 1/4 de las mujeres trabajaban dentro del sector industrial, y no se les respetaba ningún tipo de derecho que le merecían como ser humano.

Por su parte, uno de los hechos más fuertes y destacables, fue la prostitución a la que se vieron sometidas en consecuencia de la alta pobreza, la inexistencia de buenas oportunidades de trabajo, e hijos pequeños en casa que debían ser alimentados y cuidados. El trabajo infantil fue importante para el equilibrio de la escasa economía familiar obrera, a nivel de subsistencia.

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