Sor Juana
Enviado por andrea.cruz • 9 de Noviembre de 2014 • 581 Palabras (3 Páginas) • 230 Visitas
Respuesta a Sor Filotea de la Cruz
Sor Juana Inés de la Cruz
El prestigio de sor Juana Inés de la Cruz, como habría de llamarse en adelante, fue creciendo aún más, y desde su celda del convento, la ilustre monja ejerció hasta su muerte una influencia extraordinaria en la cultura y en el pensamiento de México.
Allí surgió escribiendo con la misma espontaneidad y abundancia como lo había hecho desde niña.
Sor Juana Inés de la Cruz escribió mucho, a menudo para satisfacer pedidos de terceros, y aunque no toda su producción es de igual valor, cuenta con gran número de páginas de verdadero mérito.
Está dirigida al obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, que con el seudónimo de Sor Filotea le dirigió una carta exhortándola a apartarse de las letras profanas.
La escribió en 1691, cuatro años antes de su muerte.
Allí cuenta, su temprana vocación por el estudio, su intensa curiosidad intelectual, las razones por las cuales entra al convento: no le interesaba el matrimonio, las desventajas de su condición de mujer, sus esfuerzos para librarse de las presiones para que abandonara sus estudios, su vocación espiritual:
“Me ha hecho Dios la merced de darme grandísimo amor a la verdad, que desde que me rayó la primera luz de la razón fue tan vehemente y poderosa inclinación a las letras que ni ajenas represiones (que he
tenido muchas) ni propias reflexas (que he hecho no pocas) han bastado a que deje de seguir este natural que Dios puso en mí”.
El derecho de la mujer a aprender. Cita a mujeres ilustres tanto en las letras humanas como en las divinas y propone una educación para mujeres, impartida por mujeres.
A su vez justifica la necesidad de aprender todas las ciencias: Lógica, Retórica, Física, Historia: derecho de llegar a leer las Sagradas Escrituras.
Sor Juana se explaya sobre lo difícil que es estudiar sin maestros.
Las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres.
“Mi entendimiento, tal cual, no es tan libre como el suyo, pues viene de un solar”.
En cuanto a su estilo es lleno de citas en latín y alusiones a personajes y hechos no muy conocidos por el lector actual, lo que dificulta su lectura.
Sor Juana, aclara que ni estudia para escribir ni para enseñar, ella aprendía para poder ser una mujer menos ignorante que prefirió dedicarse a la vida religiosa, en lugar de abocarse al matrimonio ya que eso no era para ella.
“Entreme a religiosa porque, aunque conocía que tenía el estado de muchas cosas repugnantes mi genio, con todo para la total negación que tenía al matrimonio, era lo menos desproporcionado y los más decente que podía elegir, en materia de la seguridad que deseaba: mi salvación”.
Ella pensaba que al contraer matrimonio, perdería la oportunidad de seguir aprendiendo.
La
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