Sucretizacion Del Ecuador
Enviado por kathiibarona • 11 de Julio de 2013 • 1.073 Palabras (5 Páginas) • 819 Visitas
Mecánica de la “sucretización”
En 1982, al ocurrir simultáneamente la caída de los ingresos por exportaciones del petróleo, el incremento de las tasas de interés internacionales y la restricción del acceso al mercado de capitales, como consecuencia de la política monetaria restrictiva aplicada por los países industrializados -en particular por los EEUU-, el Ecuador inició, como ha sido la característica en sus relaciones financieras internacionales, una nueva historia de renegociaciones que hasta el día de hoy no ha llegado a una solución definitiva.
La “sucretización” asomó como la medida “correcta, adecuada y sabia” (al decir de los propios beneficiarios) para solucionar en el corto plazo el problema del sobreendeudamiento del sector privado, que se había endeudado libremente en los años de la bonanza petrolera. Para que se diera esta medida existieron presiones tanto internas como externas. Las presiones internas estaban dadas lógicamente por los grupos de poder político y económico que urgían a que el gobierno de Hurtado (el cual no contaba con un sólido respaldo político) tomará esta medida para satisfacer sus propias necesidades. Las presiones internacionales estuvieron dadas por el FMI y el Banco Mundial que respondían a intereses de la banca internacional interesada en conseguir un mejor garante para sus acreencias, cuando fue dicha banca, que por falta de análisis, criterio y por estar en extrema competencia con los otros acreedores, la que entregó “alegremente” esa enorme cantidad de créditos.
Con la “sucretización” el Estado, es decir toda la sociedad, se hizo cargo de la deuda externa privada frente a los acreedores internacionales. Convirtió las obligaciones en dólares de los agentes económicos privados en obligaciones en sucres en condiciones excepcionales. Los deudores debían pagar en sucres con una paridad cambiaria y una tasa de interés fijada a la fecha de celebración del contrato. En una primera instancia, estas condiciones consideraban el riesgo cambiario. La rigidez posterior de estas condiciones de pago hizo que este proceso sea aún más perjudicial para el país.
El endeudamiento privado que se dinamizó desde 1976 se sustentó en varios supuestos, entre éstos la declaración de que las divisas que se prestaban debían ser negociadas en el Banco Central del Ecuador o en el mercado libre de cambios.
Cuando se vencía un crédito, se acostumbraba a conceder uno nuevo, siguiendo las prácticas usuales de la renovación parcial. Si los dólares debían ser reembolsados por el Banco Central, se hacía el registro de operación y se obtenía en sucres la cantidad necesaria para negociar las divisas en el tramo que se renovaba, se preveía la diferencia y se compraban los dólares al Banco Central para pagar al exterior.
Cuando los dólares habían sido negociados en el mercado libre, no se declaraba la renovación, sino que simplemente se procedía a obtener un nuevo registro, de modo que en el Banco Central se acumulaba el registro anterior al nuevo; así, en la práctica, se multiplicaban los registros. Tal procedimiento pareció no tener trascendencia.
¿Qué sucedió al momento de aplicar la “sucretización”?
Como absurdamente sólo se exigía la existencia del registro, muchas personas -que ya no tenían deudas porque los créditos habían sido pagados en divisas del mercado libre, en el que se vendieron originalmente las que se recibían- tenían registros vigentes no cancelados, aunque vencidos, con lo que hicieron un doble negocio. Por un lado obtuvieron con sucres divisas subsidiadas para supuestos intereses de mora y, por otro, se convirtieron en deudores de créditos
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