Sófocles
Enviado por osluisi • 3 de Marzo de 2013 • Biografía • 1.804 Palabras (8 Páginas) • 522 Visitas
Biografía
Sófocles nació en Colono, localidad cercana a Atenas, hacia 497/96 a.C., en el seno de una distinguida familia ateniense. Su padre, Sófilo, era fabricante de armas, un negocio siempre lucrativo. Sófocles recibió una esmerada educación gimnástica y musical, y, aporte de su actividad teatral, tuvo un papel relevante en la vida pública de su ciudad.
Entre los cargos que se conocen con seguridad que desempeñó fue el de “estratego” (general) junto a Pericles en la guerra librada por Atenas contra la isla de Samos en 441/40. También fue “helenotamia” o encargado de la comisión principal de finanzas del estado ateniense, quizá en calidad de presidente, durante un lapso de tiempo difícil de precisar. Es posible que desempeñara por segunda vez el cargo de estratega en el año 428; finalmente, en 413, siendo ya un venerable anciano, se lo eligió miembro del Consejo Supremo de los diez Probulos, que fue el responsable de un giro en la dirección de las aspiraciones oligárquicas, culminadas en el golpe de Estado del año 411.
También se sabe que tuvo una estrecha relación con el culto público ateniense, especialmente el consagrado a Asclepio, el dios médico de Epidauro, en cuyo honor compuso un peán que todavía se contaba en el siglo II d.C.; fundó y formó parte de una congregación dedicada al culto de las musas, en la que se discutía temas artísticos.
La fecha de su muerte se puede fijar con bastante precisión, pues todavía vivía en la primavera del 406, mientras que en las fiestas Leneas (enero-febrero) del 405 ya estaba muerto, como atestigua la comedia de Antófus (“Las Ranas”), presentada en dicha ocasión.
Jorge Bergua Cavero, introductor del libro publicado por Editorial Gredos, denota que “sería equivocado ver en toda esta actividad pública y política algo que pueda iluminar de algún modo directo el sentido de su obra dramática: no parece que Sófocles demostrara interés particular ni unas dotes especiales para la política, sino que seguramente se limitó a cumplir honradamente con sus obligaciones de ciudadano como lo hicieron muchos otros de menor nombradía”.
Contexto
La época en la cual Sófocles escribe sus tragedias coincide con el concepto de ciudad-Estado que estuvo signando la vida política griega durante 300 años. Las obras de Sófocles están inmersas en el período histórico denominado el “Siglo de Pericles”, donde se producen cambios políticos, sociales y culturales. El pueblo se gobernaba a sí mismo, sin intermediarios, decidiéndose los asuntos del Estado en la Asamblea.
Las tragedias se desarrollaron tomando temas no solo políticos, en ellos figura la vida en la polis, los problemas, las angustias, sus modos de vida en un contexto de centro de poder económico, cultural, armamentístico y sobre todo una usina de ideas avanzadas en diversos campos del conocimiento, ciencias fácticas y ciencias sociales, y los dramaturgos de estilo como Sófocles, tuvieron una coincidencia que abonó el crecimiento y el interés del teatro en la sociedad ateniense.
Atenas fue la ciudad-Estado donde las tragedias prosperaron teniendo como receptores a los actores sociales de una sociedad ávida de contenidos culturales. Sófocles los ofrecía a través de obras de teatro, y el éxito transcurre abrazando los valores religiosos, histórico-sociales, éticos y morales de la época.
Algunas obras
Antígona: Antígona fue sorprendida enterrando a Polinices en contra de la prohibición de la ciudad, y, colocándola en una tumba subterránea, fue condenada a muerte por orden de Creonte. En consecuencia, también Hemón, que sufría por su amor, se dio muerte a sí mismo con una espada. De resultas de la muerte de éste, también su madre, Eurídice, se dio muerte a sí misma.
La escena de la obra transcurre en la Tebas beocia.
Los juicios que expresan sus personajes, así como las formas de arrepentimiento, la ira, la tristeza, las expresiones artísticas, muchas veces sobreactuadas si las miramos con el ojo de un espectador contemporáneo, tienen una premeditación de tono docente con trasfondo reflexivo.
En la obra se discurre acerca de los actos de gobierno, los cuales, siendo órdenes impartidas por el soberano, no son discutidas aunque obtengan argumentos de oposición:
“CREONTE: Al que la ciudad designa se le debe obedecer en lo pequeño,
en lo justo y en lo contrario”.
En esta obra no se llega a poner en duda la sabiduría que dan los años, pero sí la posibilidad de escuchar los argumentos de la juventud, en este caso de Hemón, hijo de Creonte.
“HEMON: Padre los dioses han hecho engendrar la razón en los hombres
como el mayor de todos los bienes que existen.
[…] Pero nada tiene de vergonzoso que un hombre, aunque sea sabio,
aprenda mucho y no se abstiene en demasía.
[…] Así que haz ceder tu cólera y consciente en cambiar. Y si tengo algo
de razón –aunque sea más joven- afirmo que es preferible con mucho que
el hombre está por naturaleza completamente lleno de sabiduría. Pero si
no está –pues no suele inclinarse la balanza a este lado- es bueno también
que aprenda de los que hablan con moderación”.
Previamente, a las palabras de Hemón, Creonte da pistas sobre la obediencia que le deben los hijos a sus padres.
“CREONTE: Así, hijo mío, debes razonar en tu interior: posponer todo a
las resoluciones paternas. Por este motivo piden los hombres tener en sus
hogares hijos sumisos tras haberlos engendrado, para que venguen al
enemigo con males y honren al amigo igual que a su padre. En cambio,
el que trae a la vida hijos que no sirven para nada, ¿Qué otra cosa
podrías decir de él sino que ha hecho nacer una fuente de sufrimientos
para sí mismo y un motivo de burla para sus enemigos?”
En una ciudad-Estado
...