TRANSFORMACION DE CHINA DEL SIGLO XX TRAS LA MUERTE DE MAO TSE-TOUNG
Enviado por vale24333 • 3 de Septiembre de 2022 • Biografía • 2.277 Palabras (10 Páginas) • 77 Visitas
Universidad de Lima
Programa de Estudios Generales
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TRANSFORMACION DE CHINA DEL SIGLO XX TRAS LA MUERTE DE MAO TSE-TOUNG
Integrantes:
Carlo Valentino Livia Paucca - 2021481
Mauricio Alfredo Guia Antezana - 20213653
Jeremy Heder Farfan Alhuay-20204389
Francesco Stephano Soto Jara-20215359
Profesor:
Daniel Aurelio, Parodi Revoredo
Lima – Perú
2022
INDICE
- SUMILLA ………………………………………………………………………….. pág.3
- INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..pág.3
- CUERPO ARGUMENTATIVO……………………………………………………pág.4-6
- CONCLUSIÓN……………………………………………………………….…….pág.6-7
- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………………..pág.7
1. SUMILLA:
En el presente ensayo argumentativo presentaremos dos tipos de pensamientos en el gobierno de la China del siglo XX. Asimismo nos hemos guiado de varias lecturas que serán citadas en este texto. Este ensayo se da con el objetivo principal de responder a la pregunta de “¿Se mejoró la China del siglo XX tras la muerte de Mao Tse-Tung?”, para ello daremos dos argumentos. El primero de ellos es el pensamiento de Mao Tse-Tung que como bien sabemos es leninismo y marxismo. Y por otro lado tenemos el pensamiento de Deng Xiaoping que es el comunista – capitalista Y basados en estos dos líderes chinos podremos responder a la pregunta: “¿Se mejoró la China del siglo XX tras la muerte de Mao Tse-Tung?”.
PALABRAS CLAVE: comunismo - modernización - mejoras – maoísmo
2. INTRODUCCIÓN:
¿Se mejoró la China del siglo XX tras la muerte de Mao Tse-Tung?, la China actual es totalmente diferente a la que fue a principios del siglo XX tras el gobierno de Mao Tse-Tung, en aquel entonces las personas vivían con un solo pensamiento que era el de Mao pero tras la llegada del señor Deng Xiaoping esta nueva China era más abierta al capital extranjero y a las nuevas inversiones. En este tema tenemos a dos gobernantes Mao y Deng y con sus puntos de vista de cada uno de ellos vamos a poder analizar y reflexionar sobre los beneficios y los cambios sociales y culturales que sucedieron tras la muerte del gobernante Mao Tse-Tung.
Este tema nos llama mucho la atención ya que en la actualidad se habla mucho sobre este tema y que mejor si podemos aportar un poco de historia en nuestra actualidad y localidad. Ya que la historia es un antecedente para que en la actualidad no se vuelva a repetir y aprendamos de nuestros errores. Y tocando este tema llegaremos a una conclusión sobre la China del siglo XX y responderemos a nuestra pregunta de investigación,¿Se mejoró la China del siglo XX tras la muerte de Mao Tse-Tung?.
3. CUERPO ARGUMENTATIVO:
El pensamiento de Mao Tse-Tung era uno solo, primero el pueblo, él tenía una particular preocupación por el campesinado chino y crea sistemas para su beneficio del pueblo. La china en el gobierno de Mao era una república que no permitía el libre comercio de empresas extranjeras en su territorio, pues Mao tenía un pensamiento claro. Mao era una persona con pensamientos radicales pero a la vez también era una persona que quería hacer una sola cosa que era tratar de ayudar a las personas pobres y al campesino. Asimismo, este pensamiento no siguió siempre una línea fija, sino que se fue formando y modificando con el tiempo y las circunstancias, así como con las experiencias de su implementación, pero manteniendo elementos de continuidad. Entre las aportaciones maoístas destacan la adaptación del marxismo-leninismo a la realidad social china, y con ello el papel prominente que se le otorga a los campesinos (Muntaner,2017). Por varios años el gobierno y el pensamiento de Mao se mantuvieron hasta que llegó un señor llamado Deng Xiaoping.
A pesar de que la ideología maoísta anhelaba el bienestar del pueblo chino, la industrialización forzada producto de las medidas económicas, sociales y políticas impulsadas por Mao durante el Gran Salto Adelante y en conjunto con inoportunas catástrofes naturales desencadenaron una de las peores hambrunas registradas en la historia de la humanidad. Los masivos desplazamientos forzosos para la aceleración de la industria metalúrgica china fueron un factor clave para el desencadenamiento de la hambruna. La falta de mano de obra en el campo mermó la producción agrícola y los niveles de producción no se recuperaron hasta 1964. El evidente carácter paranoico de un anciano Mao durante los años post hambruna generado por la emergencia de una nueva clase burguesa dentro de la burocracia estatal que posiblemente perpetuase en el poder impulsó severas medidas restrictivas (Muntaner,2017). Para lidiar con la amenaza de restauración capitalista, Mao desarrolló el concepto de "Revolución Cultural", un movimiento con los objetivos de eliminar aquellos en el poder que "estén tomando la vía capitalista*, repudiar las autoridades académicas burguesas y reaccionarias, y en último término la transformación de la superestructura para adecuarla al sistema socialista (Barnouin & Yu,1993). La revolución cultural llegó a su fin con la muerte de Mao en 1976; quien en la actualidad irónicamente goza de una reputación sumamente respetada e incuestionable en la sociedad china, a pesar de que se le adjudica un aproximado de 50 millones de vidas perdidas convirtiéndolo indudablemente en uno de los mayores genocidas de la historia.
Finalizada la era de Mao, cuyo liderazgo supremo perduró 31 años, China se encontraba aislada de las corrientes del modernismo y asolada por los daños sociales y económicos producto de las reformas fallidas planteadas en el “Gran Salto Adelante” y el acoso social de la revolución cultural. China era un país empobrecido, con un Producto Interno Bruto (PIB) de US$150.000 millones para sus más de 800 millones de ciudadanos, muy por debajo de los US$12,2 billones del año 2018, según cifras de la ONU. Pero el cambió inició en diciembre de 1978 cuando el Comité Central del Partido Comunista de China ratificó la apuesta del flamante líder Deng Xiaoping por las llamadas “cuatro modernizaciones”. Deng tomó el ejemplo taiwanés como punto de partida de su plan económico, ya que al analizar el modelo económico de Taiwán, pudo observar que su PIB había crecido entre 1960 y 1965 a una tasa promedio de 9.5%, mientras que China no logró superar el 4.7%. Y entre 1965 y 1972, cuando el PIB chino se elevó solamente un punto porcentual, Taiwán creció a una tasa del 10.1% (Oropeza, 2006).
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