TRANSFORMACIONES DE LOS CENTROS CEREMONIALES PREHISPÁNICOS DURANTE EL VIRREINATO PERUANO

TRANSFORMACIONES DE LOS CENTROS CEREMONIALES PREHISPÁNICOS DURANTE EL VIRREINATO PERUANO.

En el territorio andino prehispánico, los centros ceremoniales fueron los principales nodos de interacción social, cada uno se distinguía según sus funciones y jerarquías que tenían en la civilización. Actualmente se suelen conservar parte de estos, sin embargo, no se puede tener la certeza de como fueron originalmente, esto principalmente por el tiempo transcurrido, en el que se han enfrentado a farios factores, uno de ellos fueron los cambios surgidos a partir de la llegada de los hispanos, que, junto a la aculturización y la imposición de nuevas ideas, pasaron a ser considerados innecesario y mas tarde olvidados. Entonces como fue la transformación de los centros ceremoniales prehispánicos, a partir de la época colonial.

Los cambios mencionados fueron un proceso de transformación, en el que los centros ceremoniales, llamados también “huacas”, por el mismo hecho de su importancia, fueron clave para el sometimiento de la población autóctona. Cada civilización sometida en ese entonces al incario, contaba con una creencia independiente mágico-religiosa, esta podía ser dominante en un basto territorio o solo ser una pequeña aldea; pero nunca faltaba el espacio monumental donde el sacerdote o gobernante, considerados de la máxima jerarquía, comenzaban los ritos para venerar a la deidad correspondiente, esta era símbolo máximo de poder, al cual todos estaban sometidos, para que así la población este protegida de los distintos fenómenos naturales y que pueda haber prosperidad.  Una huaca es una fuerza sobrenatural que se encarna en cualquier objeto o lugar sagrado. Cada cerro, río, roca y cada manifestación singular de la naturaleza u objetos específicos como templos y enterramientos, eran por sí mismos considerados sagrados (…). (Javier Mencias. 2009)

A la llegada de los hispanos, luego lograr el proceso de consista, el siguiente paso después del establecimiento de las ciudades y la colonia, era a culturizar a la población nativa, hacer llegar sus costumbres, tradiciones junto con las creencias religiosas, todo esto para que se tenga un total sometimiento. Es proceso dura bastante tiempo, y según la cantidad de población, en cierta parte es difícil erradicar totalmente las costumbres indígenas. La labor evangelizadora tuvo como fin convertir a los indígenas en practicantes de la fe católica. Para ello buscaron la forma de acabar con las prácticas idolátricas que los vermiculares poseían, atacando a sus principales dioses y destruyendo todo signo de culto (huacas, apachetas, mallquis, etc.). Durante todo el siglo XVI los religiosos crearon una forma única para que los evangelizadores y doctrineros realicen su labor con efectividad. Sin embargo, los misioneros se daban cuenta que el culto a los dioses andinos continuaba, pese al esfuerzo de las órdenes religiosas por detenerlo.

En la memoria colectiva de estos, cada una de las “huacas”, por si mismas, le recordaban sus ritos autóctonos de los que, en generación, en generación se venían practicando. Las huacas estaban ordenadas en el espacio y jerarquizadas de acuerdo con sus funciones y con el prestigio de aquellos a quienes representaban y de quienes recibían el culto. El Cuzco mismo era una huaca gigante y entorno a él, orientados en líneas o ceques que partían en todas las direcciones, las huacas se organizaban en el espacio. Este complejo universo de los incas, comenzó a cambiar desde 1540 (para la región), de manera que en unas pocas decenas de años algunas instituciones habían dejado de existir y otras habían perdido de manera definitiva su significado, mientras que otras habían sufrido tantas alteraciones que, readaptándose a una nueva situación en la Colonia, habrían de responderá los dramáticos retos que representaba el contacto con la sociedad occidental.

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