Tajin, Hombres pájaro
Enviado por Sary_C • 8 de Marzo de 2015 • 1.405 Palabras (6 Páginas) • 329 Visitas
Tajin, hombres pájaro
Tajín, es la ciudad prehispánica Mesoamericana más importante de la costa norte de Veracruz. Su influencia abarca las cuencas de los Ríos Cazones y Tecolutla desde la Sierra Norte de Puebla, donde su influencia se aprecia claramente en la zona arqueológica de Yohualichan, hasta la planicie costera del Golfo de México. Desde el punto de vista urbanístico en El Tajín, se privilegiaron los grandes espacios abiertos delimitados por templos y desniveles. Además de las decoraciones con nichos, relieves y pintura mural. Uno de las construcciones más interesantes es la llamada Pirámide de los Nichos, llamada así por que los tableros que componen sus fachadas fueron decorados con nichos que hacen un total de 365, razón por la cual ha recibido atención de los estudiosos en calendarios y cosmovisión Mesoamericanos. El Tajín es la ciudad con mayor número de juegos de pelota: 17, lo que ha sido interpretado como una necesidad ante la diversidad cultural que, de acuerdo con la época, pudo habitar la ciudad.
El patrón arquitectónico que manejaban, constaba de pirámides con base cuadrada o rectangular, recordando el buen sentir, pensar y actuar y el triángulo, refiriéndose las fuerzas de la naturaleza.
Tenían diferentes ceremonias para rendirle culto a su deidad del trueno (Tajín), entre los sacrificios y juegos de pelota se encuentra una ceremonia, asociada a la fertilidad, conocida comúnmente como “la ceremonia de los voladores” y su finalidad era expresar el respeto profesado hacia la naturaleza y el universo espiritual, así como la armonía con ambos.
Aunque no se tienen datos exactos, se sabe que a la llegada de los conquistadores, sus principales cronistas consideraron esta danza como un “juego”, quizá porque originalmente el atuendo empleado consistía en trajes confeccionados con auténticas plumas de aves que representaban águilas, búhos, cuervos, guacamayas, quetzales, calandrias, etcétera.
Cuenta una leyenda popular que una fuerte sequía atacó el territorio de Totonacapan y para remediar esto un grupo de viejos sabios mandó a un grupo de jóvenes castos a buscar el árbol más alto, robusto y recto del bosque para requerir la indulgencia de los dioses y les otorgaran lluvias que devolvieran así la fertilidad a sus tierras. Este culto debía realizarse en la parte superior del tronco, para que las oraciones expresadas con fervor fueran escuchadas en las alturas por sus protectores.
Al parecer esta dio resultado porque esta danza se volvió un ritual que se debía realizar al inicio de cada primavera para tener na fertilidad segura en sus cosechas.
La ceremonia consta de un proceso que no iniciaba al aventarse estos “hombres pájaro”. Antiguamente, el caporal (máxima autoridad del grupo) iba al bosque en busca de el árbol en el que volarían, al encontrarlo se danzaba a su alrededor, inclinándose, pidiendo permiso a la naturaleza de tomarlo para el ritual. Se limpiaba el camino donde sería el derrumbe para conservar en la mejor forma posible la estructura, se iniciaba el corte y se limpiaba, quitando las ramas y el follaje. Este se llevaba al centro de la población por medio de pequeños troncos, por los que se deslizaba y era jalado por los hombres.
Al llegar al lugar destinado, se cavaba un pequeño y pozo donde iría este, y antes se tejía una escalera de liana que permitiera llegar hasta la punta. Antes de levantar esta estructura, se realizaba un pequeño ritual, sembrando siete pollitos o un gallo vivo, esto para que los dioses no reclamaran la vida de los danzantes.
El “palo volador” consta de un mástil de aproximadamente 30 m de altura, que se encuentra incrustado al suelo, coronado con una estrecha estructura cuadrada giratoria, llamada “tecomate”.
La vestimenta de los voladores consta de un gorro cónico, que va sobre un paliacate o pañuelo, este está adornado con flores, representando la fertilidad y es coronado por un pequeño penacho que simula el copete de un ave y los rayos del sol que reflejan de un pequeño espejo redondo. También lleva listones largos que se deslizan por la espalda del danzante, simulando el arcoíris; todo esto, utilizado sobre sus tradicionales prendas de mantas blancas.
“Dos medios círculos de tela o terciopelo rojo, sostenidos del hombro derecho en dirección diagonal, penden sobre pecho y espalda; representan las alas de los pájaras. Encima de ellos se encuentran figuras de flores, plantas y aves de distintos colores y tamaños, bordadas con lentejuela, que aluden a la primavera; de la parte inferior
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