Trabajo Y Revolucion En Francia
Enviado por rubenmendoza • 15 de Julio de 2014 • 455 Palabras (2 Páginas) • 330 Visitas
TRABAJO Y REVOLUCIÓN EN FRANCIA
EL LENGUAJE DEL MOVIMIENTO OBRERO DESDE EL ANTIGUO RÉGIMEN
Las corporaciones de oficio fueron un eje esencial de los estudiantes históricos en Francia entre fines del siglo XIX y la segunda guerra mundial.
Según la doctrina jurídica de los siglos XVII y XVIII, el acto que creaba una corporación de oficio era la ratificación de estatutos por lettres patentes del rey. Esto convertía el oficio en lo que denominaban métier juré (oficio jurado).
Las comunidades de oficio no eran más que uno de los muchos tipos de cuerpos privilegiados del reino de Francia. Universidades, académicas, tribunales de justicia, ciudades, compañías privilegiadas, provincias, nobleza, clero.
Los privilegios de una comunidad de oficio se expresaban en estatutos, ratificados por el rey. Estos estatutos variaron considerablemente de un oficio a otro, de un siglo a otro y de una ciudad a otra.
Las disputas entre los oficios limítrofes fueron omnipresentes en las ciudades francesas del antiguo régimen y constituyeron una fuente de interminables pleitos.
El siglo XVII describe los oficios de esa ciudad en un estado de guerra continua: entre una comunidad y otra. El resultado de esas disputas era crucial para la supervivencia de la comunidad.
Esta feroz guerra entre oficios tampoco quedo limitada.
Esta guerra generalizada entre oficios fue una de las características más destacadas del grupo social de las artes mecánicas en los siglos XVII y XVIII.
Cada arte tenia sus propias cualidades y sus propias reglas que lo distinguían de cualquier otra.
Dentro del ámbito privilegiado definido por sus estatutos, cada comunidad de oficio era responsable de garantizar la honestidad de sus miembros y la calidad de sus mercancías que producían.
Los jures disponían de cierta autonomía para juzgar si la obra de un taller determinado tenia una calidad suficientemente elevada, incluso si reunía las medidas básicas perfiladas en los estatutos.
El aprendiz, generalmente un joven de entre trece y veinte años, vivía en una casa del maestro y había de obedecerle como pére defamille (padre de familia) a lo largo de la duración de su contrato.
Los maestros formaban el núcleo de la comunidad corporativa. Aunque los estatutos se aplicaban a maestros, oficiales y aprendices por igual, técnicamente la comunidad estaba constituida solamente por maestros, como se hace patente en una de las denominaciones habituales de las corporaciones, maitrises.
La relación entre maestro y oficiales no se adaptaba fácilmente a un idioma de subordinación filial y autoridad paterna.
La dimensión moral de las corporaciones puede ejemplificarse volviendo a la leerte patente mediante la que Enrique III creó un mé-tier juré de los vinateros y taberneros de París 1585.
Las prácticas de las cofradías de oficio
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