Transición Política En México (2000)
Enviado por Kukyay • 7 de Septiembre de 2012 • 2.247 Palabras (9 Páginas) • 1.238 Visitas
CAMBIO DE PODER Resumen
Las reglas de la competencia política necesitaban ser actualizadas. Prueba de ello fue que en 1976 solo hubo un candidato presidencial. La crisis económica y la apertura al exterior crearon tensiones que se reflejaron en las elecciones de 1988. En 1996 se dio plena autonomía al IFE.
Vamos a estudiar los hechos que debilitaron al PRI, que permitieron que la alternancia en México fuera posible en el año 2000 y veremos también cómo reaccionaron los diferentes grupos en México.
Es importante empezar diciendo que fue una alternancia sorprendentemente pacífica, diferente a los cambios de poder anteriores en nuestro país, como por ejemplo la Revolución que dejó al menos un millón de muertos. Fue un cambio pacífico, aunque durante la década de los 90’s varios movimientos armados se levantaron (EZLN). Es también sorprendente que se haya dado de esta forma ya que nunca pensamos que el PRI dejaría el poder por la vía pacífica, incluso muchos priístas anunciaron desde mucho tiempo atrás que el PRI no dejaría el poder fácilmente. Fidel Velazquez dijo alguna vez “Si llegamos por las armas, nos tendrán que sacar por las armas”. Sin embargo, el sistema institucional fue más fuerte de lo que la mayoría de los mexicanos se imaginaba ya que el lento reformismo mexicano, principalmente en materia electoral, condujo a este cambio que si bien, no tuvo un gran atractivo, fue bastante efectivo.
Lo que sucedió en el 2000 no fue algo espontáneo, sino que es el resultado de una evolución permanente de descontento hacia el gobierno en general pero sobre todo hacia el presidente. No fue con un único acto de heroísmo colectivo que el PRI cayó, sino a través de una larga y agotadora lucha en contra del fraude electoral, que tardó mucho en llegar. En el transcurso de los últimos 15 años anteriores al 2000, el mundo cambió considerablemente. Se desmoronaron regímenes autoritarios por toda Latinoamérica, India (perdida del monopolio político del Partido del Congreso, similar al PRI), Sudáfrica (enterramiento del Apartheid), etcétera. México no se podía quedar atrás. En los años setentas los susodichos tecnócratas educados en el extranjero comenzaron a desplazar a los apparatchiks del PRI; los tecnócratas de centro-derecha, con sorprendentes diplomas académicos pero con poca experiencia en el ejercicio de la política se apoderaron del partido en cuestión. Sin embargo, aunque estos personajes entrantes ofrecían mediante promesas la entrada de México en el mundo globalizado y moderno con crecimiento económico impulsado por la iniciativa privada, su pobre apoyo en una frágil economía con cíclicas crisis y la corrupción que siempre caracterizó al PRI y a la mayoría de sus integrantes, más la creciente violencia y la impunidad, contribuyeron a que se abriera una grieta que hizo posible la alternancia. Muchos acontecimientos hicieron que dicha grieta se convirtiera en una puerta al PAN, incluso antes de los 2 últimos sexenios priístas, recordémoslos: El ataque a los estudiantes el 2 de octubre del 68 orquestado por Díaz Ordaz, la devaluación en el 76 del peso bajo el gobierno de Echeverría, el colapso financiero del 82 bajo el gobierno de López Portillo que derrumbó el pacto tácito entre las clases medias y el gobierno, que consistía en la vista gorda de dichas clases respecto a las venalidades del gobierno a cambio de una mejora en sus niveles de vida, el terremoto del 85 que reveló a los mexicanos la gran incompetencia de sus gobernantes, las sospechosísimas elecciones del 88 en donde el fraude era evidente, etcétera.
Durante el periodo de Salinas, presiones como la huelga de hambre de Clouthier en el Angel de la Independencia y las críticas y dudas acerca de la legitimidad de su ascenso a la presidencia, lo obligaron a promover reformas diseñadas para debilitar el control del PRI sobre la máquina electoral del país. También se vio obligado a reconocer la victoria del PAN en las elecciones para gobernador en Baja California en 1989 (primer estado ganado por un partido de oposición). El resto de su mandato, Salinas no les facilitó nada más a los partidos de oposición y presentó a México como un país primermundista, proyectando grandes privatizaciones (banca, aerolíneas, Telmex y aproximadamente otras mil empresas), firmando el TLC y atrayendo la inversión extranjera. Se convirtió en el consentido del sector privado en México y en el extranjero.
Más tarde, ya a punto de terminar su mandato, Salinas había ya decidido que su sucesor sería Luis Donaldo Colosio. En ese entonces, el gobierno de Salinas se veía amenazado por los levantamientos en Chiapas. La selección de Colosio había provocado una división entre los tecnócratas y aparte, él había estado tratando de separarse de Salinas con el fin de crearse su propia identidad política. Fue en este momento de alta tensión política que el 23 de marzo del 94, Colosio fue asesinado. Frente a esto, Salinas eligió a Ernesto Zedillo, un economista de 42 años egresado de Yale sin carisma ni experiencia política, como el nuevo guardián de su legado. Desde 1970, cada transición política sexenal en México ha sido acompañada por una crisis económica pero bajo el mandato de Zedillo, apenas tres semanas después del inicio de su nuevo gobierno, el peso perdió la mitad de su valor frente al dólar. Al ver esto, la reacción de la población fue de asco y al ver simultáneamente en los medios que Salinas había engañado al país prometiendo un falsa prosperidad, que había sido inmensamente corrupto (sobre todo como canalizó las empresas privatizadas hacia sus amigos), al igual que su hermano Raúl, la población atacó al ex presidente como nunca se había atacado a ningún
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