Trábajo de teorias de la comunicación Formación de la cultura popular en el “Barrio de la estación

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Trábajo de teorias de la comunicación

Formación de la cultura popular en el “Barrio de la estación

07/11/2016

Profesora: Julieta Marrero

Juan César

Introducción

Mas de una vez me he encontrado a mi mismo jactándonme de pertenecer al Barrio de La estación. Como dando por sentado que el solo hecho de vivir ahi describe más que una ubicación geográfica, que mas bien expresa un modo de vivir, un tipo de sensibilidad distinta al del resto de los tandilenses.

Entonces me pregunto, ¿Cómo se formó la identidad de este barrio? ¿Cómo fue el proceso de formación de esta cultura popular? ¿Que rol cumplieron las distintas políticas estatales en el crecimiento y en la decadecia del barrio? ¿Que papel tuvieron los ámibtos sociales?

En este ensayo se  intentará responder a éstas y a muchas preguntas más, a fin de comprender mejor el proceso formativo de la cultura de los sectores populares en Tandil.

Desenlace

En la conformación de la cultura de los sectores populares, las últimas décadas del S. XVIII y las primeras del S. XIX constituyen una etapa de radicales transformaciones en la sociedad: La llegada del tren y de los inmigrantes significaron un crecimiento socio-económico inaudito.

En el año1883, el año de la llegada del tren a Tandil, el diario El eco de Tandil publicó: “.la locomotora con sus pies de acero y sus entrañas de fuego nos sacará de nuestro aislamiento y nos colocará en comunicación directa con los centros ilustrados del trabajo y del saber.” Quizás el periodista era demasiado soñador, quizás no, pero lo cierto es que la llegada del ferrocarril introdujo la industria minera y fomentó la agricultura en  una ciudad que solo se dedicaba a la ganadería. En palabras de Hugo Nario “transformó a Tandil en un importante centro de producción, concentración y distribución de mercancías.”. Pero para llevar a cabo esta expansión económica se necesitaban más manos que trabajen, ahí es que aparece, en el contexto de las políticas inmigratorias llevadas a cabo por nuestro país, uno de los actores culturales más importantes del barrio y de Argentina en general, los inmigrantes. Estos inmigrantes llegados principalmente de España e Italia “invadieron” el país y la ciudad.  La expansión urbana, por lo tanto, resultaba enorme, dando origen al primer barrio de Tandil: el barrio de la Estación, cuyo núcleo poblacional lindero a las vías, fue aumentando a lo ancho y a ambos lados de las instalaciones de la empresa ferroviaria.

 El médico y juez de Paz Eduardo Fidanza lo explicaba con estas palabras “Tandil se ha transformado. El barrio de la Estación ha crecido de súbito. Las canteras de piedra hierven de actividad...todos los días arriban forasteros a radicarse en Tandil. Vacas y ovejas llegan en menos de un día a los mercados metropolitanos. Las carretas y las diligencias van relegándose hacia el sur, hacia donde todavía no llegan los rieles.”

Esta sociedad convulsionada por incesantes cambios era conformada por una masa heterogénea de distintos orígenes y tradiciones. Los inmigrantes traían otras concepciones de la vida y representaciones del mundo, de este modo en el campo de la cultura se producían constantes fusiones y tensiones con la cultura popular criolla. De toda esa ensalada cultural, de lo viejo y lo nuevo, de lo local y lo extranjero es que se fue constituyendo una identidad nueva. En esa construcción identitaria fueron fundamentales los ámbitos sociales comunes como los conventillos, sociedades mutuales, las bibliotecas, los sindicatos, los clubres, las sociedades de fomento, etc.

 En 1902, los vecinos del barrio de la Estación fundaron el primer centro social y cultural de Tandil: la sociedad literario-musical “Juventud Unida” (con el correr de los años denominado Club Juventud Unida); significativo centro recreativo musical y formador de músicos mucho de los cuales se destacarían en los bailes y orquestas típicas.), también se fundaron  la biblioteca Juan Bautista Alberdi en 1916 y, posteriormente, el Club Atlético Ferrcarril Sud el 6 de junio de 1919, que permitió a sus asociados la práctica de diversos deportes como también el enriquecimiento intelectual a través de la biblioteca anexa al Club.

El Estado por su parte, como bien dicen Gutierrez y Romero,utilizó “en el campo de la cultura popular su gran herramienta que fue la instrucción pública para homogeneizar a la masa diversa, nacionalizarla e inculcarle valores acordes con la idea dominante de orden y progreso” (Gutierrez y romero, 1987). Este era el panorama en la estación de acuerdo a la educación:  En el barrio en junio de 1911, se abría la inscripción en la Escuela Nacional Nº 80, dado que la Escuela Provincial Nº 11 (ubicada en calle Paz al 1500) resultaba insuficiente para llenar las exigencias siempre crecientes del barrio de la Estación. Situada en la avenida coronel Benito Machado, la Escuela Nº 80 era considerada uno de los establecimientos educativos más prestigiosos de la educación local, En los años veinte alcanzó una inscripción de 350 alumnos. Posteriormente, en la década de 1940, la densidad de la población del barrio de la Estación exigiría la creación de otra entidad educativa: la Escuela Provincial Nº 37.

Sin embargo los sectores populares no fueron materia inerte en el modelado de ese nuevo orden, respodieron, lo resignificaron y lo recrearon. Sobre todo por que, a través del ferrocarril se incorporaron numerosas familias cuyos miembros eran trabajadores con una preparación específica que produjeron un cambio cualitativo en la sociedad de Tandil, al elevar su nivel cultural y prepararles el terreno para la siembra de ideales, de reivindicaciones y mejoras sociales. Ahí aparece lo que Gutierrez y Romero llaman “nidos de la democracia”, “donde los sectores populares encuentran la posibilidad de una participación activa e igualitaria, espacios moleculares de la sociedad donde la iniciativa de estos sectores encuentra mayores oportunidades para desenvolverse y en las cuales su tradición cultural se recrea de forma mas intensa.”   Los sindicatos ferroviarios crearon una serie de instituciones para mejorar los servicios sociales y fomentar la solidaridad entre sus miembros; a la vez que ofrecían otras actividades para que los trabajadores compartieran sus horas libres junto a la familia y sus compañeros. De manera que, con motivo de las festividades de sus hechos históricos más importantes, como la fundación de La Fraternidad, la Unión Ferroviaria y del Día de los Trabajadores se organizaban conferencias, lunches, festivales y bailes. Estas festividades se desarrollarían en el local de la Confraternidad Ferroviaria, a partir de la inauguración de la casa social en 1925, en 4 de Abril 1371, donde actualmente funciona el Teatro de la confraternidad.

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