UTOPÍA Y BARBARIE EN ECUADOR

UTOPÍA Y BARBARIE EN ECUADOR

Luis Sánchez

La utopía es el ideal que toda sociedad quiere alcanzar, un mundo alternativo al existente, que nos da el deseo de dar un sentido a la vida y alcanzar la felicidad, de soñar con un mundo mejor, el cual sea más solidario y justo. Por ello, se dice que el socialismo surge en contraposición al pensamiento capitalista de la revolución industrial, el cual es considerado una utopía por basarse en el trabajo obligatorio de todos y en la igual distribución de los productos mediante la creación de una sociedad ideal y perfecta en la que el ser humano se relacione en paz, armonía e igualdad. (Lozano, 29)

Durante mucho tiempo, la política del Ecuador ha enfrentado diversas problemáticas combinados con golpes de estado, paros e inequidades económicas, siendo una política desastrosa basada en los conceptos de barbarie; pero al pasar de los años existieron grandes historiadores, quienes realizan un cambio en el país, haciéndolo más equitativo y libre de expresión que muy poca gente creía que fuera posible.

Los términos “utópico” y “barbarie” hacen referencia por un lado al fracaso civilizatorio de la aspiración modernizadora de los estados y, por otro, al fracaso de los intentos “revolucionarios” que un país desea conseguir. (Jessica, 2015) En este caso se considera al socialismo del siglo XXI un intento reformista para que hoy en día se desarrollen grandes obras a favor del pueblo, tales como nuevas infraestructuras, reformas agrarias, avances tecnológicos y en si equilibrar la economía en el país.

De acuerdo con Javier Jara el socialismo del siglo XXI se basa en la filosofía marxista, que se divide en: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y las organizaciones de base, además

considera que la  única vía para lograr una justicia social en la lucha de clases es que la sociedad proletaria sea representada en el estado. (Jara, 2013)

La Constitución del Ecuador del 2008 intenta reforzar la democracia participativa mediante la inclusión de ciudadanos comunes en el aparato político. Además de instaurar la economía equivalente, la cual propone que el ingreso de cada ciudadano sea en base al tiempo empleado para realizar un producto o servicio. En este sentido todo ciudadano pierde la libertad de decidir cuánto vale su trabajo.

En conclusión, la búsqueda del sistema perfecto depende siempre de la situación que el país está viviendo. El socialismo es profundamente humanista, no sólo porque defiende en todo momento los derechos del hombre, sino porque él solo puede realizar la humanidad sin diferenciación de clases y como un todo armónico y social. Sin embargo es considerado una utopía ya que no se puede crear una sociedad ideal y perfecta en la actualidad, por el hecho de vivir en una sociedad segada por el consumismo, que no todos los ciudadanos comparten las mismas opiniones que el resto, además resultaría difícil por el cambio radical que existiría en todo el país al ya encontrarnos bajo un determinado orden social.

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