Un extracto de la historia
Enviado por aidaleon • 21 de Noviembre de 2011 • Informe • 404 Palabras (2 Páginas) • 662 Visitas
Atarazana y Sarasti por el Estero Salado. Triunfaron. Tomaron Guayaquil… “Tomaron” es un decir. Los conservadores, que se le habían unido por el odio compartido a Veintemilla,
Maniobraron a sus espaldas, lo acusaron de cuanto mal hay en el mundo y se quedaron con el poder. Decepcionado, regresó a Manabí en septiembre.Tan pronto se acabó Veintemilla, que era el único elemento que unía a los azules con los rojos, las diferencias entre los dos bandos saltaron al primer plano. Y comenzaron las disputas. No queriendo ensangrentar más al país, Alfaro cedió el paso. Después se arrepintió de haberlo hecho, y dijo, en terrible frase autocrítica, que se había comportado “como un recluta”. Decidió marcharse del país, y expresó en privado la firme, doblemente firme convicción de alejarse para siempre de la política. Regresó a Panamá, a intentar rehacer su fortuna personal, que había dilapidado casi por completo. Sólo doña Anita no creyó en esta “firme convicción”. Cuando quiso prometerle a su mujer que esta vez sí era cierto, y que de allí en adelante… ella lo interrumpió y le dijo que mejor no le prometiera nada, porque quería ahorrarle el pecado de mentirle otra vez. Doña Anita tenía razón, porque a los ocho meses volvió Vargas Torres. Esta vez, según le dijo, no harían alianzas con nadie y coordinarían las acciones con Nicolás Infante, en Los Ríos; él mismo en Esmeraldas, y esperaban a Eloy, a quien ya habían comenzado a llamar “El Viejo Luchador”, por Manabí.
El 28 de enero 1912 en el Ecuador entero se se recordó la muerte de Eloy Alfaro Delgado, se consumó el crimen contra la vida del general Eloy Alfaro, líder liberal y ex mandatario de la nación, junto con su hermano Medardo, su sobrino Flavio, el periodista Luciano Coral y los militares Manuel Serrano Renda y Ulpiano Páez.
Entre los muchos antecedentes que aceleraron la consumación del martirologio tienen mención obligada la ambición y deslealtad de varios jefes liberales y la actitud abierta y soterrada de fuerzas políticas y económicas contrarias a los afanes transformadores alfaristas, que maquinaron incluso a la población para alcanzar sus oscuros propósitos.
Es conocido que desde el derrocamiento del Viejo Luchador en agosto de 1911, la división del liberalismo se agudizó y tal situación la aprovecharon terceros para captar posiciones. Por la muerte del presidente Emilio Estrada, en diciembre de 1911, a pocos meses de ejercer su mandato, asumió como encargado del poder Carlos Freile
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