Un extracto de la historia
Enviado por MIRYANANAHI • 4 de Enero de 2012 • Informe • 400 Palabras (2 Páginas) • 521 Visitas
Tania esperaba con ansiedad el día de la llegada de su cumpleaños pues significaba para ella la aventura de poder embarcar en un barco de quinceañeros/as que pasarían una semana de crucero. Allí contaba hacer amigos y conocer a mucha gente, y así fue.
Llegó el día tan esperado y ya desde el barco vio con mucha alegría que se empezaba a separar del puerto, dejando altrás no sólo el puerto sino que también muchas ataduras por parte paterna y materna, que durante una semana no la sujetarían.
Decidió dar una vuelta a ver que se encontraba por allí, y al girar en una esquina chocó contra un jóven.Aparentemente parecía de su misma edad, era muy guapo y tenía muy buen cuerpo, a ella le pareció alguien increíble.
Juntos se rieron y sin darse cuenta empezaron a hablar y a hablar como si se conocieran de toda la vida. Ella estaba contentísima, pues le parecía que estaba viviendo un sueño, y todos los días los pasaban juntos hasta que por fin ocurrió lo que ella más estaba deseando, le dio un beso.
A partir de ese día todas las mañanas al despertarse se encontraba al lado de su cama una bonita rosa azul, con una nota que decía:
Para mí eres mi rosa azul.Te quiero.
En todo el día no había cosa que más deseara que volver a encontrarse a quien ella consideraba su ángel.Pero todo lo bueno se acaba, la última noche el jóven le dijo que se alegraba de haberla conocido, y que no la iba a poder olvidar nunca, y que para él era muy importante, y sin darse cuenta esa última noche Tania le acabó por dar lo más valioso que tenía, su virginidad.
La mañana siguiente al despertarse comprobó que estaba sola, y a diferencia de las demás mañanas no había una rosa azul, si no un cofre que ponía.
Se que nunca te olvidarás de mí, pero no abras este cofre hasta llegar a casa, no me busques tampoco, pues ya me he despedido de ti.
Ella lo buscó, a pesar de todo y no lo encontró.Tan pronto entró nuevamente en casa subió rápidamente a su habitación y allí abrió el cofre que no había soltado en ningún momento.En el encontró una rosa, pero esta vez era una rosa negra y marchita y enganchada a sus espinas había una nota que decía.
Ya no serás más una rosa azul, bienvenida al mundo del sida.
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