Un preescolar japonés
Enviado por maritzapioja • 1 de Febrero de 2013 • Informe • 1.095 Palabras (5 Páginas) • 460 Visitas
Komatsudani Hoikuen: Un preescolar japonés
La lectura de Joseph J. Tobin, nos describe uno de los preescolares de Japón, sus ideologías, métodos de enseñanza, y el cómo solucionan los problemas cotidianos que se presentan en un preescolar, por ejemplo, el caso de un niño con mal comportamiento, describiendo las estrategias que utiliza la educadora tratarlo, así como una comparación con la educación en Estados Unidos, destacando el grupismo japonés, y el individualismo estadounidense.
Komatsudani Hoikuen, escuela preescolar budista ubicada en el este de Kyoto, cuenta con 120 estudiantes. Doce de ellos son niños de menos de I8 meses, atendidos por cuatro maestras en una guardería. Los otros 20 niños de Komatsudani menores de tres años están divididos en dos grupos de 10, los cuidan tres maestras y una asistente. EI resto de los alumnos se dividen en grupos de tres, cuatro y cinco años, cada uno de 25 a 30 estudiantes y una maestra. Cada grupo tiene su propia aula.
La escuela abre cada mañana a las 7:00 am, a las 9:00 am la mayoría de los niños ya llegaron, llevaron sus loncheras y mochilas a los casilleros de sus aulas y empezaron jugar con sus amigos en los salones de clase, los corredores o en el patio de recreo.
A las 9:30 se escucha la canción Clean-up ("recoger") a través de los altavoces distribuidos por toda la
escuela. Mientras los niños recogen los juguetes, la música cambia a la canci6n de los ejercicios y forman un gran círculo en el patio, pasan 10 minutos de estiramientos. La canción termina, sigue entonces la canción que dice:"fin de los ejercicios, vayan a su salón", y los niños, guiados por sus maestros, van en fila al salón, grupo por grupo, y al llegar a la entrada se quitan los zapatos.
Dentro, los 28 pequeños de cuatro años tomaran la clase de Momogumi (clase durazno), que se identifica con ilustraciones de duraznos y la palabra escrita en hiragana. EI salón cuenta con cuatro mesas adecuadas al tamaño de los niños, cada una con ocho sillas.
EI grupo de alumnos de la clase durazno permanece de pie tras su silla mientras su maestra (Fukui-sensei) toca la canción de la mañana en un pequeño órgano y dos monitoras del día guían al grupo en el canto.
Después de tomar lista, se canta una canción de contar, para saber cuántos niños hay la clase ese día. Luego Fukui-sensei los dirige recitando la fecha, el número de niños que asistieron y la estación del año. Después trabajan con actividades en el libro, en este tiempo los niños juegan, ríen, van al baño y la maestra no hace intento de detenerles o pedirles que guarden silencio, sino que sigue con su actividad. Al terminar toman 20 minutos de tiempo para el juego libre
el cual es ruidoso pero bajo la observación de la maestra.
Luego toman sus loncheras, acomodan su almuerzo y manteles individuales mientras entonan una canción. El almuerzo varía de entre 10 y 45 minutos depende del ritmo de cada niño. Terminó la jornada con un trabajo de origami, un balón de papel con el que jugaron mientras los padres regresaban por sus hijos.
Durante la jornada se encuentran con un niño más inquieto que los demás, Hiroki, quien jugaba bruscamente, llevando el juego de golpes a golpes reales, la maestra se dio cuenta pero no hizo mucho
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