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Venezuela Contemporánea 1945-1998


Enviado por   •  24 de Mayo de 2013  •  4.860 Palabras (20 Páginas)  •  466 Visitas

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La Junta Militar de Gobierno (Nov. 1948 – Dic. 1952)

El gobierno de Rómulo Gallegos fue muy breve, el 24 de noviembre de 1948 fue derrocado por un movimiento que fue bautizado popularmente como “golpe frío”. Una Junta Militar se encargó entonces del gobierno, presidida por el comandante Carlos Delgado Chalbaud, hasta ese momento ministro de Defensa de Gallegos; los otros dos miembros de la Junta fueron Marcos Pérez Jiménez y Luís Felipe Llovera Páez, quienes acusaban al gobierno de haber sido incapaz de resolver la crisis y a Acción Democrática de ser un partido sectario.

Al acceder al poder la junta restituyó la vigencia de la Constitución de 1936, incluyendo la reforma de 1945, y prometió elecciones, pero con la sistemática persecución de sus opositores eventuales y declarados, se inició una dictadura. El 4 de diciembre de 1948 la junta disolvió el congreso, las asambleas legislativas de los estados y los concejos municipales; pronto se inició la agresión en contra de los medios de comunicación. La junta de militar se caracterizó por su autoritarismo y cambió su manera de actuar con respecto a las petroleras extranjeras, que provocó un crecimiento de las finanzas del estado.

El 13 de noviembre de 1950, se produce un acontecimiento sin precedentes en la historia de Venezuela: el presidente de la Junta Militar de Gobierno Carlos Delgado Chalbaud es secuestrado y asesinado por Rafael Simón Urbina, cuyas primeras declaraciones comprometían a Pérez Jiménez como autor intelectual del crimen y cuya rápida muerte a manos de la policía hizo acentuar las sospechas, la Junta decidió entonces escoger un civil para presidente y luego de consultas y vacilaciones, la elección recayó en el abogado Germán Suárez Flamerich.

A partir de entonces, la Junta cambia su denominación de Junta Militar de Gobierno a la de Junta de Gobierno. Era de dominio público que Suárez Flamerich obedecía a los intereses de Pérez Jiménez. La Junta ejerció severas presiones sobre los opositores al régimen. Pero necesitaba legitimarse en el poder, dar visos de democracia para contar con el respeto y el apoyo de la comunidad internacional. Así en este ambiente enrarecido por persecuciones y torturas, la Junta Militar de Gobierno llamó a elecciones para el 30 de noviembre de 1952.

Para la oposición y, en particular para la AD clandestina, las elecciones, constituían una farsa destinada a legalizar un régimen ilegítimo. URD y COPEI, sin embargo, decidieron participar en ellas, así como el ilegal Partido Comunista. El gobierno también participó a través de un aparato propio, el Frente Electoral Independiente.

Los primeros cómputos de las elecciones del 30 de noviembre de 1952 le dan la victoria al partido Unión Republicana Democrática. El gobierno se niega a reconocer los resultados y se produce un nuevo golpe de Estado. El 2 de diciembre de 1952 el coronel Pérez Jiménez, declarando actuar en nombre de las Fuerzas Armadas, desconoció el triunfo electoral del partido Unión Republicana Democrática, dirigido por Jóvito Villalba en los comicios y asumió la presidencia provisional hasta tanto fuera designado presidente constitucional por el Congreso.

Gobierno de Marcos Pérez Jiménez (1952 - 1958)

No obstante, la delicada situación política, el día 9 de enero se instaló la Asamblea Nacional Constituyente y en ella se aprobó la ratificación en la presidencia provisional de Pérez Jiménez, a pesar de la oposición de COPEI y de URD. El 9 de abril, se anuncia que la Constituyente nombraría al presidente de la República, a los miembros de los organismos legislativos, cortes de justicia y de casación y concejos, pero sólo después de ser promulgada la nueva Constitución Nacional. El 15 de abril fue promulgada ésta, conocida como Constitución de 1953. El 17 de abril, Pérez Jiménez es nombrado presidente constitucional y, en su discurso de posesión del 19 de abril, anuncia el restablecimiento de la constitucionalidad, la cual estaría apoyada en el programa de gobierno y en la doctrina del Nuevo Ideal Nacional.

Su acción de gobierno se centró en la construcción de grandes obras, como la red hotelera nacional, autopistas, aeropuertos, superbloques y otras que dieron imagen de desarrollo a su mandato. Pero bajo ese manto de progreso económico, una sociedad aparentemente feliz rumiaba su falta de libertades. Durante este lapso de gobierno se produjeron feroces persecuciones y represión contra las fuerzas democráticas y progresistas del país, los partidos AD y PCV fueron disueltos y algunos de sus líderes fueron encarcelados, asesinados y torturados por defender postulados democráticos y progresistas.

El brazo férreo de la dictadura era la Seguridad Nacional, organismo policial pero que tenía una "Brigada Política" encargada del espionaje, persecución y castigo discrecional contra quienes se opusieran al régimen. La Seguridad Nacional estaba dirigida por Pedro Estrada. Pero quien se encargaba del trabajo sucio era el jefe de la Brigada Política, Miguel Silvio "El Negro" Sanz.

Los sospechosos de rebeldía eran torturados en la Seguridad Nacional. Los paraban días enteros descalzos sobre rines de vehículos para que delatasen a sus compañeros de subversión, les daban corriente en los dientes y en los testículos, les apagaban cigarrillos en la piel y golpes con cachiporras.

Los hechos que caracterizaron la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en su mayoría lamentables, le trajeron serios problemas, entre ellos: gran oposición al gobierno, la que se manifestó a través de paros, huelgas, saboteos, atentados e intentos de golpe de estado. El 1 de enero de 1958 la Guarnición de Maracay se alza en armas y dos divisiones blindadas de tanques, al mando del coronel Hugo Trejo, salían del cuartel Urdaneta, en Caracas, para dirigirse a la capital de Aragua en vez de atacar Miraflores.

La rebelión fue sofocada pero evidenció la crisis militar y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Rómulo Fernández, le exigió a Pérez Jiménez la destitución del ministro del Interior, Laureano Vallenilla Lanz, y del jefe de la Seguridad Nacional, Pedro Estrada. Los cambios no resultaron, se produjeron nuevos focos de rebelión y la sociedad civil se activó en medio de grandes manifestaciones.

En la madrugada del 23 de enero de 1958, al no poder vencer la insurrección del pueblo y comprobar que se había derrumbado el respaldo militar que sirvió de base a su gobierno, Marcos Pérez Jiménez huye de Caracas en el avión presidencial, al que se le llamaba la "vaca sagrada", rumbo a Santo Domingo (Republica Dominicana), y de allí pasó a los Estados Unidos, aparentemente llevándose consigo la suma de 200 millones de dólares del fisco nacional. Esa misma madrugada se juramenta

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