Vida Y Obra De Martín Lutero
Enviado por Necko77 • 31 de Octubre de 2013 • 2.928 Palabras (12 Páginas) • 694 Visitas
VIDA Y OBRA DE
MARTIN LUTERO
POR
RAÚL ORTIZ CABALLERO
Presentado para cumplir parcialmente
Con los requisitos de la materia
Historia del Cristianismo II
Que imparte el Prof. Gabriel Samuel Salazar Cruz.
SEMINARIO TEOLÓGICO BAUTISTA DR. G. H. LACY
Santa Cruz Xoxocotlán, Oax. Noviembre 23 del 2012
Una amonestación seria de Lutero
“Por lo tanto no necesitáis imponer leyes con respecto a este Sacramento, como ocurre en la iglesia papista; mas exponed con claridad el beneficio y el prejuicio, la necesidad y el uso, el peligro y la bendición de la Santa Cena, y la gente vendrá a ella de su propia voluntad sin necesidad de compulsión . . .”
“Por lo tanto velad, pastores y predicadores; nuestro cargo es muy diferente de lo que era cuando estábamos bajo el dominio del papa. Ahora es un cargo serio y saludable, y requiere más incomodidad y trabajo, más peligro y sufrimiento, y no nos asegura mucha recompensa y gratitud en este mundo. Más si trabajamos fielmente, Cristo mismo será nuestra recompensa. ¡Que el Señor de la divina gracia nos conceda esto! ¡A Él solo alabemos y le demos gracias eternamente por Jesucristo, nuestro Señor! Amén.”
INTRODUCCIÓN
Martín Lutero fue monje agustino, redescubridor de la palabra de Dios y reformador de la iglesia. El iniciador de la reforma protestante fue educado con gran rigor en su casa y en la escuela. El mismo narro como su madre lo azotó hasta hacerlo sangrar por haber robado una nuez. No cabe duda que en esos días se trataba muy rudamente a los jóvenes y puede ser que Lutero haya dicho estas cosas a fin de abogar por un tratamiento mas humano.
Lutero fue un predicador y profesor muy activo. Sus estudios del Nuevo Testamento para preparar sus clases le llevaron a creer que los cristianos se salvan, no por sus propios esfuerzos o méritos, sino por el don de la gracia de Dios, que ellos aceptan por fe.
El líder de la Reforma, teólogo y reformador cristiano alemán. Hizo pública su oposición a los abusos y corrupción de la Iglesia. Tradujo la Biblia a la lengua alemana.
La primera intención de Lutero fue luchar contra los abusos y errores de la Iglesia romana. Defendió con energía sus opiniones en debates universitarios públicos en Wittenberg y en otras ciudades, provocando una investigación por parte de la Iglesia romana que culminó con la condena de sus enseñanzas (15 de junio de 1520) y con su excomunión (1 de enero de 1521) por el papa León X.
Suprimió el celibato de los sacerdotes y redujo los sacramentos a meros símbolos.
En 1546 se solicitó su mediación en un conflicto surgido entre los dos condes que gobernaban en Mansfeld. Viejo y enfermo, acudió, resolvió el litigio y murió el 18 de febrero de 1546 en Eisleben.
VIDA Y OBRA DE MARTIN LUTERO
I. SU VIDA
Martín Lutero (10 de noviembre de 1483 – 18 de febrero de 1546), nació en Eisleben, Sacro Imperio Romano Germánico (actual Alemania) como Martin Luder, después cambiado a Martin Luther, como es conocido en alemán, fue un teólogo, fraile católico agustino y reformador religioso alemán, en cuyas enseñanzas se inspiró la Reforma Protestante.
A. INFANCIA
Hijo de Hans y Margarette Lutero, Martín nació el 10 de noviembre de 1483 en Eisleben (Alemania) y fue bautizado el día que se celebraba la festividad de San Martín de Tours. Habiéndose criado en un medio campesino, Hans Lutero ansiaba que su hijo llegara a ser funcionario civil para darle más honores a la familia. Con este fin, envió al joven Martín a varias escuelas en Mansfeld, Magdeburgo y Eisenach.
Los padres de Lutero velaban con gran esmero por la educación y el gobierno de sus hijos. Procuraban instruirlos en el conocimiento de Dios y en la práctica de las virtudes cristianas. En la escuela a la cual le enviaran en su tierna edad, Lutero fue tratado con aspereza y hasta con dureza. Tanta era la pobreza de sus padres que al salir de su casa para la escuela de un pueblo cercano, se vio obligado por algún tiempo a ganar su sustento cantando de puerta en puerta y padeciendo hambre con mucha frecuencia.
Lutero era muy estimado en su casa. Sus padres le consideraban un muchacho de brillantes dotes que se convertiría en jurista, haría un campesino prospero y los sostendría en su vejez.
B. JUVENTUD
En 1501, a los 18 años, Lutero ingresó en la Universidad de Erfurt, donde tocaba el laúd y recibió el apodo de El filósofo. Su situación era más favorable y se le ofrecían perspectivas más brillantes que las que había tenido en años anteriores. Se dedicó a estudiar a los mejores autores, atesorando con diligencia sus maduras reflexiones y haciendo suyo el tesoro de conocimientos de los sabios. Aún bajo la dura disciplina de sus primeros maestros, dio señales de distinción; y ahora, rodeado de influencias más favorables, vio desarrollarse rápidamente su talento.
Lutero recibió el grado de bachiller en 1502 y una maestría en 1505. Siguiendo los deseos de su padre, se inscribió en la Facultad de Derecho de esta universidad. Pero todo cambió durante una tormenta eléctrica en 1505. Un rayo cayó cerca de él mientras se encontraba de regreso de una visita a la casa de sus padres. Aterrorizado, gritó: «¡Ayuda Santa Ana! ¡Me haré monje!». El hombre que así invocaba a una santa iba mas tarde a repudiar el culto de los santos. El que así hacía el voto de hacerse monje iba mas tarde a renunciar al monasticismo. Salió con vida y abandonó la carrera de Derecho, vendió sus libros con excepción de los de Virgilio y entró en el monasterio agustino de Erfurt el 17 de julio de 1505.
C. ADULTEZ
Lutero se dedicó por completo a la vida del monasterio, empeñándose en realizar buenas obras con el fin de complacer a Dios y servir a otros mediante la oración por sus almas. Su vida se complicó cuando se dedicó con mucha intensidad al ayuno, a las flagelaciones, a largas horas en oración, al peregrinaje y a la confesión constante. Cuanto más intentaba agradar a Dios, más se daba cuenta de sus pecados.
Dedicaba al estudio todo el tiempo que le dejaban libre sus ocupaciones de cada día y aún robaba al sueño y a sus escasas comidas el tiempo que hubiera tenido que darles. Sobre todo se deleitaba en el estudio de la Palabra de Dios. Había encontrado una Biblia encadenada en
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