120 días de Sodoma Marqués de Sade (1740-1814)
Enviado por Anabelle Laferte • 21 de Octubre de 2018 • Ensayo • 1.108 Palabras (5 Páginas) • 656 Visitas
El autor de esta obra es Marqués de Sade (1740-1814) fue filósofo y escritor francés, autor de numerosas novelas, cuentos, ensayos y piezas de teatro. Su obra es transgresora e irreverente, además de crítica feroz de la sociedad francesa del siglo XVIII.
La historia comienza cuando cuatro juerguistas adinerados pervertidos se juntan y conciben un plan para realizar en 120 jornadas, los más inconcebibles excesos sexuales, para lo cual componen un código que ordenará el gran lenguaje oscuro carnal de cada una de sus prolongadas sesiones de disipación; se cierran junto con un grupo de víctimas y cómplices con la intención de escuchar historias de depravación de cuatro prostitutas veteranas, quienes les inspiran a cometer más actos similares con la gente que los acompañan en el Chateau de Siling, desligados del resto del mundo.
Estos depravados buscan nada más que el placer propio, empiezan diciendo que los fetiches más profundos los pueden hacer solo con la pareja después de consumar el matrimonio, ya que es una unión más fuerte, es decir con más confianza; de esta manera deciden casarse uno con las hijas de los otros.
Así empieza la escuela de libertinaje; cuatro libertinos en busca del placer propio sin importar el daño que este ocasione. Forman un grupo con cuatro esposas, cuatro narradoras, cuatro busconas, ocho niñas, ocho niños, ocho cogedores.
El libro se divide en pasiones, cada libro más fuerte que el anterior; El primer libro: las pasiones simples, Segundo libro: las pasiones complejas, Tercer libro: las pasiones criminales, Cuarto libro: las pasiones complejas. Cada una de ellas contiene 150 pasiones narrada cada libro por una prostituta diferente.
La estancia en la escuela de libertinaje es de cuatro meses (de ahí data el nombre de la obra) los meses de estancia son de Noviembre hasta Febrero.
Entre las acciones que realiza el ser humano se encuentra esta parte que se llama, sexo. Entre las necesidades del ser humano se encuentra esta actividad. En algún momento de la vida se llega a tener fantasías sexuales con tu pareja, son juegos que se consuman en la intimidad en un lugar cerrado, eso puede resultar excitante, inclusive divertido, no es algo que este mal, desde mi punto de vista, es salir de la rutina y entregarte a esa persona especial o no especial.
El sexo es visto como un tabú por la sociedad adulta, porque es considerado como algo oculto, algo muy íntimo, a parte es un tema que a la mayoría no les gusta hablar de este acto.
Es por esto que el libro se considera como un tabú para la sociedad, y este tipo de tema muestra que la sociedad aún no está lista para ser liberal, puesto que no se puede hablar de temas como este y sus relacionados como son la homosexualidad, masturbación, relaciones sexuales fuera del matrimonio por mero placer. Vivimos en una sociedad que esta “chapada a la antigua” donde la religión sigue influyendo en la opinión de muchas personas. No se está acostumbrado de hablar de sexo y se nos hace difícil llevarlo a una charla sin que te vean como enferma sexual.
Cada vez entre la sociedad joven se hace un tema de conversación más común puesto que ya vivimos en la era de la tecnología, donde podemos informarnos de temas como este si nos nace la curiosidad, sin que sea prohibido por nuestras autoridades.
El autor nos da a entender como lectores podemos hacer lo que nos nazca porque claramente no está mal “a nadie le importa, y menos que nadie a la naturaleza, la cual, al darnos nuestras aficiones no pudo dejar de comprender que nos habíamos de guiar por ellas”[1] en su epílogo de esta misma obra nos dice que quienes somos para juzgar a los libertinos de cometer sus actos a cambio de placer, incluye la opinión de que no se lleva a la práctica por todas las “fabulas” que nos dice la iglesia –que todas son ciertas, claramente dice eso, pero dice algo que te hace cambiar de opinión por completo “un infierno habitado por los de nuestra misma especie, a pesar de todas las torturas, es mucho más deseable que un cielo ocupado por las criaturas monótonas a quienes se nos presenta como modelos de virtud[2] ”.
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