70 veces 7
Enviado por Raysa Soto • 9 de Octubre de 2015 • Ensayo • 457 Palabras (2 Páginas) • 490 Visitas
Universidad Galileo
Autoimagen
Licenciada Lissette Ordóñez
Imagen Pública y Medios de Comunicación
Apreciación Libro
“70 Veces 7”
Raysa Geraldyne Soto Túnchez
Carné: 15003389
Tercer Trimestre 2015
“70 Veces 7” – Johann Christoph Arnold
Nunca debemos hacerle daño a ninguna persona, por el contrario siempre debemos hacer el bien sin mirar a quien ya que todos somos iguales.
Las personas debemos tratar de perdonar a cualquier persona que nos haga daño, pues nos ayudara a sentirnos libres y sin resentimiento, dejando de lado el odio, la envidia y los rencores y sacarlos de nuestro corazón.
Sabemos que es difícil perdonar pero al menos debemos intentar, ya que al igual que nosotros debemos perdonar, también debemos aprender a pedir perdón. En la vida debemos ser arriesgados y tomar retos, pues así podremos llegar a ser unas personas exitosas, caso contrario si somos tímidos y cobardes siempre fracasaremos.
Así mismo, debemos considerar y tratar de lograr transformar el perdón en amor, ya que perdonar es un don y una bendición. Negarse a perdonar puede ser peor que cometer un crimen, porque podría ser un acto impulsivo en un momento de ira, mientras que lo primero es una decisión fría y calculada del corazón.
Debemos brindar la confianza a nuestra pareja pero no en exceso ya que estaremos sujetas a una traición o una infidelidad por esta razón nos debemos convertir en su amiga o amigo y brindarle siempre nuestro apoyo y estar con él siempre en las buenas o malas de la vida.
El perdón ante el prejuicio trata de darnos a entender de lo que significa el perdón de las razones por las cuales debemos perdonar a las personas que nos hacen daño física y psicológicamente. No debemos olvidar que para que nosotros seamos perdonados o pedir perdón primero tenemos que saber perdonar sin importar el daño que nos causen. Aunque en nuestro corazón o muy adentro de uno mismo el rencor, el odio, la amargura y la venganza prevalezcan tenemos que tratar de controlarlos.
También debemos aprender que podemos ofrecer nuestro perdón, pero sin la necesidad que esperemos a cambio que nos pidan perdón las personas que nos hicieron daño.
El intentar querer culpar a alguien por nuestras actitudes no nos lleva a ningún lado ni cura heridas profundas, por el contrario llena nuestro corazón de odio y resentimientos aunque si nos pusiéramos a pensar que las cosas pasan por algo entenderíamos la realidad. No son las circunstancias exteriores de la vida, sino nuestra actitud interior frente a las mismas que decide si somos felices o infelices. Es necesario que cada día tengamos en cuenta que para ser felices en la vida debemos vivir todos los días como si fuera el ultimo de nuestra vida, sin hacer daño a nadie ni esperar nada de nadie.
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