ANALISIS DE LA DIVINA COMEDIA
Enviado por Piersantelli • 24 de Septiembre de 2019 • Resumen • 2.485 Palabras (10 Páginas) • 352 Visitas
La Divina Comedia es una obra majestuosa que fue escrita por Dante Alighieri, su lenguaje es simbólico/alegórico, como lo podemos ver por ejemplo cuando se le presentan las tres fieras en el Canto I, allí la pantera simboliza la lujuria, el pecado carnal o hasta la propia Florencia y sus sectores políticos; el león , símbolo de la soberbia, del poder absoluto de los reyes franceses y la loba, con sus pelaje poco agradable, mostrándonos la avaricia y la Iglesia, con Roma a la cabeza.
El número tres tampoco es algo aleatorio, sino que tiene una gran connotación dentro de la obra, pues todo será referido a este numero o a sus múltiplos, tres reinos, (infierno, purgatorio y paraíso) dividido en treinta y tres cantos cada uno (a excepción del infierno que cuneta con uno introductorio, lo cual para muchos también es simbólico, porque el cero da la idea de infinito, como el amor y la misericordia de Dios). Otro ejemplo es que el infierno esta dividido en nueve círculos; todo esto se justifica porque simboliza la Santísima Trinidad, (padre, hijo y espíritu santo).
Todo esto dentro de un estilo muy particular el Dolce Stil Nuovo, ahí podemos ver cómo están vinculados a la concepción del amor cortés y procurando reaccionar contra las convenciones y la frialdad de las composiciones de la escuela siciliana, dentro de este modelo encontramos diferentes poetas como Dante, quien fue, uno de los exponentes emblemáticos de la misma.
Este movimiento sostiene la correspondencia entre el amor y el corazón gentil. Esta gentileza espiritual debe entenderse como la posesión de cualidades imprescindibles para sentir amor. Sólo hay verdadero amor si hay un corazón gentil. Esta unión es irrompible y va más allá de la voluntad o cualquier otro poder. Esto es lo que llevará a Francesca a decir en el Canto V “el amor, que se apodera pronto de los corazones gentiles, hizo que este se prendase de la hermosa figura que me fue arrebatada del modo que todavía me atormenta. El amor, que al que es amado obliga a amar, me infundió por éste una pasión tan viva, que, como ves, aún no me ha abandonado”. No obstante, también nos permite ver las distintas formas de comprender el papel de una mujer, y hasta de entender cual era la idealización de la época.
La figura de la dama idealizada también llamada la “donna angelicata” (la mujer ángel) llega con el Dolce Stil a su punto culminante, y su belleza física y espiritual es el estímulo para hacer vibrar el noble corazón del amante, que encuentra, a través de ella, el camino a la perfección y a la verdad.
Las comparaciones son claras podemos ver a Francesca, alguien que se dejo llevar por amor, alguien que engaño a su marido con su cuñado, alguien que sencillamente vivió el amor y que murió por ello y en el infierno pagará sus consecuencias, aunque es claro que no dejara de sentirlo. Por otra parte, Beatrice, que simboliza la otra mujer, alguien fiel, leal, alguien que ruega a la virgen que interceda para que Dante retome el camino del bien o jamás se volverán a encontrar, pues ella se encuentra en el paraíso y de seguir así, Dante ira al infierno.
Así nos encontramos con una historia en donde Dante tendrá la sensación de haber tenido un sueño, pero que le permitirá recorrer los reinos, para poder iniciar en lo personal un proceso de cambio, y en lo profesional escribir este libro maravilloso. Por ello es que continuamente encontramos la dualidad de Dante personaje y Dante autor. Para su recorrido por el infierno será acompañado por la figura de Virgilio, quien se destacó por ser un escritor de primera línea, a quien Dante admiraba profundamente; además fue alguien que por nacer antes de Cristo, no ha sido bautizado y por ello no puede acceder al paraíso, no obstante, él comprende la voluntad de Dios y lo respeta.
Virgilio será su guía, le tomará su mano en el momento en que él siente que no podrá continuar su camino, justo cuando aparece la loba a cortar su paso, como cuando senos dice que Dios siempre nos acompañara en los peores momentos, bueno así apareció Virgilio para guiarlo.
A partir de ese momento, comienzan el recorrido por el infierno, cada vez que llegan a un nuevo circulo se mantiene la siguiente estructura, primero la descripción geográfica, después la presentación de los pecadores y su pecado, finalizando con el dialogo de Dante con uno de ellos, como con Francesca y Paolo, por ejemplo. De todos los cantos, he seleccionado el XXVI.[pic 1]
En este canto, Dante se encuentra en el octavo foso del octavo círculo, (cabe que de todas formas no siempre coincide el
[1]
canto con el circulo), aquí es donde son castigados los malos consejeros. En este caso es Ulises quien habla, interpelado por Virgilio, lo excepcional se da por la identificación de Dante con Ulises y la profundidad de la reflexión teológica, política y estética que revelan sus versos, tal como lo muestran los siguientes versos:
“—¡Ay, Señor! —le digo—,
sabes que te obedezco y que te sigo
en todo. Por eso, te ruego y te
suplico que si pueden hablar
y sus palabras pueden traspasar
la llama, déjame esperar a que
se acerquen.
—Así lo haré,
y bien se lo que quieres preguntar
—me dice—. Pero aquí hay que obrar
con sutileza. Yo intentaré
que respondan. Tú, ahora, procura
callar y déjame hacer a mí.
Estos griegos son arrogantes y
si tú les preguntaras, pasarían
de largo y ni aún se dignarían
a escucharte, desde la altura
de su linaje.”
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