ANÁLISIS DEL LIBRO 10 NUEVAS COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR

ANÁLISIS DE LAS 10 NUEVAS COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR

La educación va cambiando de acuerdo a las necesidades de la sociedad, y una educación basada en competencias es una buena alternativa que nos permite retar al ingenio, la creatividad y el pensamiento crítico tanto de alumnos como de maestros. Las competencias nos muestran un camino hacia la reflexión de lo que ocurre en la actualidad, y que esto obliga a generar nuevos saberes que intenten transformar la realidad.

Con el paso del tiempo nos hemos ido dando cuenta de que aquella enseñanza mecánica y repetitiva se ha ido quedando atrás, ya que las condiciones del mundo actual promueven una educación que favorece el acceso, aplicación y contextualización del conocimiento acorde a los retos de las sociedades contemporáneas. Las competencias se manifiestan en una acción integrada, tener el conocimiento no significa ser competente, “se requiere de una movilización de saberes que se manifiestan tanto en situaciones comunes de la vida diaria como en situaciones complejas” .

Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia (Perrenoud, 1996c) es como muchas personas ajenas a una institución educativa ven el trabajo de los docentes en la actualidad, maestros que llegan a su centro educativo y hojean el libro para decidir en esos momentos que van a poner a hacer a sus alumnos, que no son capaces de dar una clase sin tener el libro en la mano como si fuera su fusil. Es aquí donde entra la pregunta ¿qué es enseñar? No sabemos lo que es, simplemente sabemos que debemos ir a trabajar, entretener a los alumnos, cumplir la semana laboral y esperar la fecha de pago, y quedamos sin poder responder nosotros mismos lo que significa enseñar.

Una competencia es: movilizar recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones; también sabemos que las competencias profesionales se crean en formación, pero también a merced de la navegación cotidiana del practicante, de una situación a otra (Le Boterf, 1997); pero si nos regresamos al párrafo anterior, no vemos nada de lo que se acaba de mencionar. ¿Cómo es que queremos movilizar las competencias de nuestros alumnos, si ni siquiera podemos o más bien, ni siquiera conocemos cuáles son nuestras propias competencias docentes?

LAS 10 COMPETENCIAS QUE PLANTEA PHILIPPE PERRENOUD.

1. ORGANIZAR Y ANIMAR SITUACIONES DE APRENDIZAJE.

Para poder alcanzar esta competencia es necesario que los profesores conozcamos los contenidos de lo que vamos a enseñar, pero para poder realizarlo debemos de poner un poco mas de nuestro valioso tiempo; necesitamos leer más, debemos dedicarle un poco más de tiempo a esta actividad, pero no solo leer revistas o novelas, debemos conocer lo que nuestros libros (del maestro y del alumno) nos ofrecen, conocer la manera en que están estructuradas las actividades que hay en ellos; si no de que manera vamos a poder organizar actividades que sean de mas interés para los alumnos, que los hagan querer participar en su aprendizaje, lograr que ellos y sus padres se comprometan junto con nosotros.

2. GESTIONAR LA PROGRESION DE LOS APRENDIZAJES.

Para lograr este objetivo, que va de la mano del anterior, debemos conocer todo el contexto en el que nos encontramos, habemos docentes que simplemente nos limitamos a “hacer lo que tenemos que hacer” sin poner un poco o más bien mucho de nuestra parte, conocer el contexto nos ayudar a conocer también a nuestros estudiantes, saber que no son iguales y que no todos aprenden al mismo ritmo de trabajo, el autor nos dice que debemos evaluarlos en distintas situaciones de aprendizaje, no simplemente conformarnos con aplicar una prueba y ya, ya que en ocasiones nos puede ser más útil una actividad en la que el alumno se desenvuelva naturalmente que una simple hoja con respuestas.

3. ELABORAR Y HACER EVOLUCIONAR DISPOSITIVOS DE DIFERENCIACIÓN:

Como docentes que conocen a sus alumnos, sus vidas, situación social, etc., sabemos que no trabajamos con un grupo homogéneo, que cada uno de ellos posee sus propias características que los hacen únicos, con esto debemos de generar situaciones de aprendizaje óptimas para cada uno de ellos, por lo tanto esto va a requerir poner más de nosotros en la labor de nuestro trabajo. También se debe de poner en práctica el trabajo de tutoría, nos podemos apoyar en los alumnos que van más avanzados que otros a que nos ayuden con sus compañeros que se encuentran más rezagados, esto no quiere decir que les vamos a dejar el trabajo sólo a ellos, nosotros debemos también de asesorarlos y cuidar que el trabajo se esté realizando de la manera correcta.

4. IMPLICAR A LOS ALUMNOS EN SUS APRENDIZAJE Y SU TRABAJO.

Cómo les pedimos a los alumnos que vayan a la escuela deseosos de aprender, si nosotros mismos llegamos con una actitud de desgano. Como lo dice la siguiente frase: “la decisión de aprender, las ganas y el deseo de saber estén en el corazón del oficio del profesor” (Delannoy, 1997). En este punto entra la motivación, que se manifieste el deseo de saber y que tengan la voluntad de aprender, aquí podemos aplicar lo que es la autoevaluación y coevaluación, que sepan que este aspecto no sólo depende de lo que el docente diga, que sepan que ellos cuentan con la capacidad de poder discernir entre lo que es correcto y lo que no, que sean reflexivos, que contrasten situaciones, etc.

5. TRABAJAR EN EQUIPO.

En este punto entramos en el aspecto de la relación que tengamos con los compañeros del mismo plantel educativo donde trabajamos. El autor nos dice “trabajar en equipo se convierte en una necesidad”, un centro en el mayor de los casos está integrado por más de una persona, esto significa que debemos de ser cooperativos entre nosotros, debemos de elaborar proyectos en los que todos

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