Abrazos A La Muerte

Uno de los más grandes temores del ser humano es el enfrentarse a la muerte. El enfrentarse al más allá, a lo que le parece desconocido pues, aún siendo un ser tan dotado de inteligencia y uno de los más “evolucionados” en todo el Reino Animal, con todos los años que lleva viviendo en la Tierra, aún no sabe con certeza qué es lo que ocurre luego de cerrar los ojos y dejarse llevar en los brazos de la Muerte, sin un boleto de regreso. Sin embargo, no es capaz de escapar de ella, lo que a su vez, además de horror, también le causa impotencia. O al menos es así en la gran mayoría de los pobladores del mundo.

La muerte es vista de muchas maneras según en la cultura en la que se encuentre, e incluso llega a ser vista con alegría, como lo es en las culturas asiáticas donde celebran a la muerte de un familiar o amigo con fiestas y celebridades, vistiéndose con colores vivos y “felicitando” al muerto por el hecho de estar muerto. Para ellos, la muerte es digna de festejarse pues significa el descanso de esa persona y el paso hacia su otra vida. Cabe destacar que ellos son fieles creyentes a la reencarnación, y saben que si la persona fue de buena vida, volverán a encontrársela alguna vez.

En cambio, en las creencias cristianas, mantienen que luego de la muerte el alma abandona su estado físico, agrietado, que ya no lo puede sostener, y es llevado a un sitio físicamente inalcanzable. Aquellos que reconocieron a Jesucristo como su Dios y salvador, serán llevados a un sitio en especial donde mantendrían una relación directa con el Señor (vendría siendo el Paraíso) y, aquellos que no creyeron e incluso blasfemaron contra él, serían llevados al Juicio Final, y de allí al Infierno. Se cree también que cuando el espíritu abandona su cuerpo, es semejante al que deja en forma carnal pero de apariencia más joven, manteniendo los conocimientos adquiridos en su vida terrestre.

Existen también aquellas culturas que mantienen su creencia en La Parca, que es la conocida muerte personificada: un esqueleto envuelto en una capucha negra que tiene una oz o una guadaña como su arma, aquella que usa para destruir los lazos entre el alma y el cuerpo y luego guía esa alma hacia el otro mundo, llamado también Ángel de la Muerte por su “misión” de llevar a sus misiones (las almas) al mundo de quién sirve (no tiene un bando en particular, como ocurre con el cristianismo). Sin embargo, en la mayoría de los países se toman a La Parca como una burla y sólo la usan para disfrazarse en las festividades del Día de los Muertos, o en los países anglosajones y europeos en las fiestas de Halloween.

Pero, además de todos estos puntos de vista, existen también las formas de ver la muerte según varios y conocidos escritores, que escriben a la muerte según lo que ellos creen, lo que ellos ven en ellas y lo que para ellos significa. Y José Rafael Pocaterra es uno de estos escritores que no dudó en escribirlo con su puño y letra.

Este escritor conoce a la muerte mejor que nadie. Este hombre fue apresado en La Rotunda, en 1929, durante la dictadura de Juan Vicente Gómez debido a las múltiples veces que escribía y conspiraba contra su gobierno. Sufrió de las más terribles torturas, castigos y soledad. Rozó a la muerte con la punta de sus dedos y vio como algunos de sus vecinos en las celdas la alcanzaban. Pero esto no le impidió escribir, decir lo que pensaba y porqué lo pensaba, haciéndolo incluso en pequeñas hojas de papel en la celda oscura y enviándolos con un carcelero amigo. Y luego, cuando por fin fue liberado luego de tres años de un terrible encierro, la amenaza de volver a la cárcel no lo detuvo y siguió escribiendo, aún si eso lo llevara a abandonar el país por el que tanto daba y por el que tanto se lamentaba en sus escritos. (Como muestra de ello está Memorias de un venezolano en decadencia).

Algunas personas llegan a pensar que José Rafael Pocaterra tiene las mismas visiones de la otra vida de escritores como Edgar Allan Poe y Stephen King, siendo estos dos escritores de épocas diferentes, con formas de narración diferentes pero cuyas historias llevan a prácticamente lo mismo. Sin embargo, no es así. De hecho, no está más alejado de la realidad.

Escritores como Edgar Allan Poe y Stephen King escriben a la Muerte como lo grotesco, pero para ellos lo grotesco es aquello que descompone a la figura humana y el aspecto natural de las cosas en sus más horribles expresiones, hasta llegar hasta lo sobrehumano o sobrenatural. Esto puede verse claramente en obras como Cuentos de

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