Actividad 3 Del Diplomado 3ro Y 4to
Enviado por paciente • 22 de Enero de 2012 • 2.106 Palabras (9 Páginas) • 794 Visitas
RESUMEN
Se analizan la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad como categorías de estudio y prácticas de las ciencias actuales, empleadas para solucionar problemas que las disciplinas por sí solas no pueden resolver. Se estudian sus clasificaciones y definiciones, así como los fundamentos ontológicos en los que basan su concepción, su historia y significado, para mostrar que la teoría bibliológico-informativa puede considerarse como inter y transdisciplinaria.
Palabras clave: Interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, teoría bibliológico-informativa.
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Los estudios sobre la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad adquirieron auge durante los últimos 30 años. Es la propia sociedad la que nos ha impulsado a encontrar soluciones a problemas complejos desde ambos puntos de vista. A pesar de que los términos se refieren a dos concepciones distintas, su uso indeterminado nos obliga a detenernos en sus distinciones.
La interdisciplinariedad implica puntos de contacto entre las disciplinas en la que cada una aporta sus problemas, conceptos y métodos de investigación. La transdisciplinariedad, sin embargo, es lo que simultáneamente le es inherente a las disciplinas y donde se termina por adoptar el mismo método de investigación. La transdisciplinariedad está entre las disciplinas, en las disciplinas y más allá de las disciplinas.1 Las definiciones son mucho más complejas y nos obligan a repasar históricamente su aparición y uso.
Los estudios históricos de las disciplinas científicas y los fenómenos que la condicionan no son abundantes. Esta condición se maximiza en el caso de las controvertidas disciplinas informativas, las que se entienden como aquellas que aparecen enmarcadas en determinadas instituciones: bibliotecología y archivística, y las que mantienen un carácter completamente independiente de las instituciones: bibliografía y ciencia de la información. En la época actual, la ciencia de la información constituye la disciplina con mayor difusión de la investigación, tanto teórica como histórica.
La investigación teórica sobre las disciplinas que se ocupan del fenómeno informativo en Cuba se inició en la Biblioteca Nacional "José Martí", en la década de los años 1990 del siglo XX. La falta manifiesta en Cuba de una concepción generalizada sobre la bibliotecología y las demás disciplinas informativas es también evidente en otros países. Esas diferencias se agrupan en las tres palabras que Linares empleó en su trabajo, titulado Bibliotecología y Ciencia de la Información: ¿subordinación, exclusión o inclusión?2 y que Setién y Pérez las agrupan de la siguiente forma:
• Las que igualan el contenido de las disciplinas informativas con los planes de formación profesional.
• Las que igualan dichos contenidos con los del trabajo institucional.
• Las que confieren distinto alcance a sus objetos de estudio e implican, en ocasiones, la pertenencia de unas disciplinas informativas a otras.
• Las que abogan por la relativa independencia de las disciplinas.
• Las que manifiestan dudas sobre el carácter científico de las disciplinas informativas.
Las investigaciones realizadas en la Biblioteca Nacional "José Martí" revelaron que la búsqueda de leyes bibliotecológicas universales fracasó bajo el enfoque positivista que subyace en algunas posiciones teóricas, por el reduccionismo del pensamiento que presenta esta escuela y que la lleva a enfocar todos los fenómenos —incluidos los sociales— como fenómenos físicos, lo que constituye, según Budd, una aplicación de formas del pensamiento a un sector de la realidad distinto a aquel en que se desarrollaron.3 La filosofía marxista explica en su desarrollo dialéctico cómo a cada forma de movimiento de la materia —mecánica, física, química, biológica, social— corresponde un análisis cualitativo distinto y, por tanto, una forma diferente de enfocar e identificar su desarrollo sujeto a ley y de enunciar esas leyes.4 En el caso de los fenómenos bibliotecarios, el positivismo se limita, además, cuando tratan de inferir las leyes universales de la bibliotecología sólo a partir del comportamiento de los servicios bibliotecarios, sin considerar el entorno social que los condiciona.
Estas investigaciones, adscritas al discurso profesional que se inserta en la corriente bibliotecológica marxista, y que presenta un sólido fondo teórico, han contribuido a:
• Su enriquecimiento.
• Enunciar la ley fundamental de la actividad bibliotecaria y una de sus regularidades, así como las correspondientes a otros fenómenos, que la teoría denominó bibliológico-informativos (archivístico, bibliográfico, de análisis de información).
• Resolver un problema que el positivismo no pudo resolver y que la propia corriente marxista en otros países no había enunciado de forma explícita, aunque había sentado las bases teóricas e históricas para esto.
En este sentido, hace algunos años se iniciaron una serie de trabajos que sirven de precedente al presente, enmarcados en los discursos teóricos de las disciplinas a escala internacional y ubicada en el contexto nacional. Todo esto conllevó la aparición de la teoría bibliológico-informativa, que en el presente artículo propone un nuevo enfoque sobre la base de su interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, concebida por el propio sistema de conocimientos que ella encierra y que posee como principal elemento la "información".
DE LA INTERDISCIPLINARIEDAD A LA TRANSDISCIPLINARIEDAD
La llegada de las especializaciones tuvo su origen en la dualidad sujeto-objeto, materializadas bajo el concepto de disciplina en Francia a finales del siglo XIX. Sin embargo, la raíz disciplina surgió con la aparición de las universidades en el siglo XII. Aún cuando la interdisciplinaridad constituyó una manifestación en avance durante el siglo XX, los orígenes del concepto obligan a recorrer un largo camino histórico que podría dividirse en tres momentos importantes. El primero marcaría su surgimiento y se inicia con el pensamiento occidental, desde los clásicos de la antigua Grecia hasta los pensadores contemporáneos. En esta etapa, en el año 1637, la obra de Descartes, El discurso del método, con la res cogitans, cosa que piensa y la res extensa, cosa medible, describe el primer planteamiento de la división sujeto y objeto, el elemento que origina la variedad de las disciplinas y que puede tomarse como punto de partida. El segundo momento podría ubicarse desde la primera guerra mundial hasta los años 30 con esfuerzos aislados sin connotación en el mundo académico; el tercero, desde finales de la segunda guerra mundial
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