Adolescencia como acontecimiento evolutivo.

Adolescencia como acontecimiento evolutivo.

-La posición de Piaget se basa en lo evolutivo y el desarrollo es asimilado como un crecimiento  natural, que se va acumulando en el niño a través de la asimilación y acomodación que da por resultado la adaptación (la adaptación del sujeto al medio que lo rodea).  El conocimiento es una competencia individual que debe asegurar la evolución del niño para transformarse en adulto.
En la concepción de crecimiento el niño debe pasar por fases hectáreas. En la etapa de la adolescencia, para llegar a esta el niño debe pasar de un pensamiento de operaciones concretas a un pensamiento lógico formal o hipotético deductivo.
La verdadera adaptación a la realidad se logra cuando el adolescente pasa de reformador a realizador. Se tiene en cuenta el tiempo cronológico y lineal y es una concepción sobre todo biologisista. El adolescente posee un egocentrismo metafísico, el yo es lo bastante fuerte como para reconstruir el universo.
El pensamiento se construye a partir de ejecutar  unas acciones sobre los objetos.
El adolescente se inserta en la sociedad de los adultos por medio de proyectos, programas de vida, sistemas a menudo teóricos, planes de reformas políticas y sociales. . La sociabilidad del adolescente se afirma a través de la vida de los jóvenes entre ellos, los jóvenes se pierden en discursos destinados a combatir el mundo real.

Adolescencia como acontecimiento simbólico.

-Para el psicoanálisis se trata de una trayectoria edipica donde el adolescente hizo factible una significación fálica. La adolescencia se define por la entrada en el orden de la reproducción sexual, ya que su sexualidad antes era autoerótica.  Con la entrada en la adolescencia aparece la ley del incesto (de prohibición, pone en juego el mandato de que no se ejercita la sexualidad con aquellos de quienes se aprende, los padres).  Esto sostiene la importancia de la función paterna, como anudamiento  necesario donde lo real del cuerpo irrumpe.
La madurez que alcanza el joven esta ligada al armado de una estructura significante que la sexualidad parecerá iniciarse. Esta entrada en la reproducción sexuada obliga poner en juego nuevamente la función simbólica de la paternidad. La posibilidad de abandonar la posición infantil y autorizarse para una elección exogámica de objeto. Se trata de un objeto amoroso no incestuoso.
Para Freud el estado de latencia es un periodo que establece una separación entre la infancia y la pubertad. Durante este se observa una disminución de las actividades sexuales, el alejamiento de las relaciones de objeto y de los sentimientos concomitantes a la aparición de otros como el asco, el pudor y las aspiraciones morales y estéticas. Este periodo sobreviene ante la resignificación del complejo de Edipo, intensifica la represión de todas aquellas pasiones infantiles.
La prohibición regula y codifica las relaciones entre los humanos a través de los lasos de parentesco y alianza, garantizando la existencia y la continuidad de un grupo. Esta ley introduce el orden en el caos y el azar de las relaciones. Ley vehiculizada por el lenguaje, limita un impulso sexual primitivo (para Freud el lenguaje nos precede y nos recibe, es lo que nos distingue como seres humanos). La prohibición del incesto es al grupo lo que el complejo de Edipo al sujeto.
La importancia de la castración permite ordenar lo psíquico, pone a funcionar la ley, hace surgir la

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