Amar O Depender
Enviado por skapri1 • 17 de Diciembre de 2012 • 9.446 Palabras (38 Páginas) • 656 Visitas
¿AMAR O DEPENDER?
Cómo superar el apego afectivo
y hacer del amor una experiencia
plena y saludable
Walter Riso
“Y muero porque no muero…! ¡Eterno placer
amargo éste del amor! ¡Perpetuo deseo de poseer
tu alma, y perpetua lejanía de tu alma! ¡Siempre
seremos tú y yo; siempre, a pesar de que mis ojos
miren de muy cerca a tus ojos, habrá un espacio
en donde cada uno se forme una imagen mentirosa del otro…¿Cómo es posible entender lo que sientes al oír aquella música, si mi alma es distinta de la tuya? ¡Egoísmo amargo éste del amante: Querer ser uno donde hay dos; querer luchar con el espacio, con el tiempo y con el límite!”
Fernando González
INTRODUCCION
Este libro nace de la experiencia de haber estado en contacto con un sinnúmero de personas víctimas de un amor mal concebido o enfermizo. Aunque la psicología ha avanzado en el tema de las adicciones, como por ejemplo el abuso de sustancias, el juego patológico y los trastornos de alimentación, en el tema de la adicción afectiva el vacío es innegable. El amor es un tema difícil y escurridizo, y por eso asusta. Un gran porcentaje de pacientes psicológicos o psiquiátricos consultan por problemas derivados de una dependencia afectiva extrema que les impide establecer relaciones amorosas adecuadas. Esta adicción afectiva muestra las características de cualquier otra adicción, pero con ciertas peculiaridades que aún necesitan estudiarse más a fondo. No existen campañas de prevención primaria o secundaria, ni tratamientos muy sistematizados contra el mal de amor.
En términos psicológicos, sabemos mucho más de depresión que de manía. O, dicho de otra manera, la ausencia de amor nos ha preocupado mucho más que el exceso afectivo. Por razones culturales e históricas, la adicción afectiva, a excepción de algunos intentos orientalistas más espirituales que científicos, ha pasado desapercibida. No nos impacta tanto el amor desmedido, como el desamor. Sobrestimamos las ventajas del amor y minimizamos sus desventajas. Vivimos con el apego afectivo a nuestro alrededor, lo aceptamos, lo permitimos y lo patrocinamos. Desde un punto de vista psicosocial, vivimos en una sociedad coadicta a los desmanes del amor.
¿Quién no ha caído alguna vez bajo los efectos del apego amoroso? Cuando el amor obsesivo se dispara, nada parece detenerlo. El sentido común, la farmacoterapia, la terapia electroconvulsiva, los médium, la regresión y la hipnosis fracasan al unísono. Ni magia ni terapia. La adicción afectiva es el peor de los vicios.
La presente obra puede inscribirse en la categoría de divulgación científica, autoayuda o superación personal. Está organizada en tres partes, donde se exponen seis principios básicos “anti-apego”. En la primera (“Entendiendo el apego afectivo”), se da una visión general sobre el tema del apego, se aclaran conceptos y se introduce al lector en una comprensión amigable y útil del tema. Sin esta aproximación sería difícil asimilar las otras secciones. En la segunda (“Previniendo el apego afectivo”), se busca ofrecer algunas herramientas para promover la independencia afectiva y aun así seguir amando. Está dirigida a cualquier persona que quiera mejorar su relación o crear un estilo afectivo más inmune al apego. De todas maneras, puede resultar igualmente útil para quienes han roto o quieren terminar con relaciones disfuncionales; se postulan tres principios preventivos. La tercera (“Venciendo el apego afectivo”) es la más extensa. Su contenido apunta a propiciar estrategias para desligarse de aquellas relaciones inadecuadas y no recaer en el intento. La secuencia se organizó partiendo de los casos estudiados durante veinte años de ejercicio profesional y con base en la moderna terapia cognitiva afectiva, cuyos planteamientos sigo; nuevamente se postulan tres principios terapéuticos. Después de leer la primera parte, se puede ir a la segunda o la tercera. El orden posterior lo definirá la necesidad del lector.
Continuando con la posición asumida en mi libro Deshojando margaritas, éste mantiene una postura realista frente al tema del amor. Resalta la relevancia de algunos “autos” fundamentales, como el autorrespeto y el autocontrol, señala las deficiencias del autoengaño y promueve estilos independientes como la exploración, la autonomía y el sentido de vida. La premisa que ha guiado su elaboración es que sólo se justifica amar cuando podemos hacerlo limpiamente, con honestidad y libertad. Cada idea persigue la meta optimista de que sí es posible amar si apegos. Y lo que es más importante, vale la pena intentarlo. Este libro está dirigido a todas aquellas personas que quieren hacer del amor una experiencia plena, alegre y saludable.
PARTE I
ENTENDIENDO EL APEGO AFECTIVO
“El amor no es sólo un sentimiento.
Es también un arte”
BALZAC
SOBRE ALGUNAS INCONVENIENCIAS DEL APEGO AFECTIVO: ACLARACIONES Y MALOS ENTENDIDOS
El apego es adicción
Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilación psicológica donde el amor propio, el autorespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente. Cuando el apego está presente, entregarse, más que un acto de cariño desinteresado y generoso, es una forma de capitulación, una rendición guiada por el miedo con el fin de preservar lo bueno que ofrece la relación. Bajo el disfraz del amor romántico, la persona apegada comienza a sufrir una despersonalización lenta e implacable hasta convertirse en un anexo de la persona “amada”, un simple apéndice. Cuando la dependencia es mutua, el enredo es funesto y tragicómico: si uno estornuda, el otro se suena la nariz. O, en una descripción igualmente malsana si uno tiene frío, el otro se pone el abrigo.
“Mi existencia no tiene sentido sin ella”, “Vivo por y para él”, “Ella lo es todo para mí”, “El es lo más importante de mi vida”, “No se qué haría sin ella”, “Si él me faltara, me mataría”, “Te idolatro”, “Te necesito”, en fin, la lista de este tipo de expresiones y “declaraciones de amor” es interminable y bastante conocida. En más de una ocasión las hemos recitado, cantado
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