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GRUPO FOCAL “AMAR O DEPENDER”


Enviado por   •  30 de Mayo de 2012  •  9.368 Palabras (38 Páginas)  •  923 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MEXICO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA CONDUCTA

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

MATERIA:

INVESTIGACION CUALITATIVA

GRUPO FOCAL

“AMAR O DEPENDER”

INTEGRANTES:

NYDIA KARINA MEDRANO MORALES

LILIANA DOMINGUEZ VALDEZ

PROFESORA:

L EN PSIC. GRACIELA JOSEFINA CONTRERAS ROMERO

23 de mayo del 2012

O0BJETIVO

La propuesta del tema nace de la experiencia de haber estado en contacto con un sinnúmero de personas víctimas de un amor mal concebido o enfermizo. Aunque la psicología ha avanzado en el tema de las adicciones, como por ejemplo el abuso de sustancias, el juego patológico y los trastornos de alimentación, en el tema de la adicción afectiva el vacío es innegable. El amor es un tema difícil y escurridizo, y por eso asusta.

Un gran porcentaje de pacientes psicológicos o psiquiátricos consultan por problemas derivados de una dependencia afectiva extrema que les impide establecer relaciones amorosas adecuadas.

El objetivo principal de la realización de este grupo focal donde se toca el tema de amor/apego es: La perspectiva de él fenómeno visto desde un enfoque empirico por parte de psicólogos en formación.

INTRODUCCION

En términos psicológicos, sabemos mucho más de depresión que de manía. O, dicho de otra manera, la ausencia de amor nos ha preocupado mucho más que el exceso afectivo. Por razones culturales e históricas, la adicción afectiva, a excepción de algunos intentos orientalistas más espirituales que científicos, ha pasado desapercibida. No nos impacta tanto el amor desmedido, como el desamor. Sobrestimamos las ventajas del amor y minimizamos sus desventajas. Vivimos con el apego afectivo a nuestro alrededor, lo aceptamos, lo permitimos y lo patrocinamos. Desde un punto de vista psicosocial, vivimos en una sociedad coadicta a los desmanes del amor.

Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilación psicológica donde el amor propio, el autorespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente. Cuando el apego está presente, entregarse, más que un acto de cariño desinteresado y generoso, es una forma de capitulación, una rendición guiada por el miedo con el fin de preservar lo bueno que ofrece la relación. Bajo el disfraz del amor romántico, la persona apegada comienza a sufrir una despersonalización lenta e implacable hasta convertirse en un anexo de la persona “amada”, un simple apéndice. Cuando la dependencia es mutua, el enredo es funesto y tragicómico: si uno estornuda, el otro se suena la nariz. O, en una descripción igualmente malsana si uno tiene frío, el otro se pone el abrigo.

¿Quién no ha caído alguna vez bajo los efectos del apego amoroso? Cuando el amor obsesivo se dispara, nada parece detenerlo.

MARCO TEORICO

PARTE I

ENTENDIENDO EL APEGO AFECTIVO

EL AMOR es la demostración de cariño, afecto, pasión y admiración por el ser amado pero de una manera controlada, con sentido de lo propio y lo ajeno, con una distancia afectiva entre lo que es mi persona y la otra y como eso nos armoniza al estar juntos, pero cada quien independiente y en control de su vida personal , planes, ideas, proyectos.

-EL APEGO es el amor enfermo hacia la otra persona, donde perdemos el norte de nuestra propia vida por estar pendientes del otro, donde respiramos el mismo aire de esa persona, queremos controlarle lo que hace, dice y piensa; casi quisiéramos meternos en su propia piel para entender TODO sobre la otra persona, “no puedo estar con él pero sin él me muero”. La persona apegada se convierte en un apéndice de la otra, perdiendo su propia valía e independencia personal.

No es inusual tener a nuestro alrededor muchas personas que viven enfrascadas en relaciones afectivas enfermizas de las cuales no quieren o no pueden escapar; donde estar mal se convierte en una costumbre para la persona adicta a la relación, y de igual manera que cualquier otra adicción reconocida, son incapaces de dejarla o tenerla bajo control.

La persona que está apegada a otra, nunca está preparada para la pérdida, porque no concibe la vida sin su fuente de seguridad.

Las razones del apego, son más profundas de lo que nos imaginamos y en su gran mayoría provienen de las experiencias traumáticas a nivel afectivo del niño; donde el comportamiento cambiante e inconsistente de sus progenitores, le generaron inseguridad y poca autoestima hasta su vida adulta.

El "sentimiento de amor" es la variable más importante al tener una pareja, pero no es la única. Una buena relación de pareja también debe fundamentarse en el respeto, la comunicación sincera, el deseo, los gustos, valores, el humor, sensibilidad, amistad, entre otras.

La epidemiología del apego es abrumante. Según los expertos, la mitad de la consulta psicológica se debe a problemas ocasionados o relacionados con dependencia patológica interpersonal. En muchos casos, pese a lo nocivo de la relación, las personas son incapaces de ponerle fin. En otros, la dificultad reside en una incompetencia total para resolver el abandono o la pérdida afectiva. Es decir: o no se resignan a la ruptura o permanecen, inexplicable y obstinadamente, en una relación que no tiene ni pies ni cabeza.

“Mi existencia no tiene sentido sin ella”, “Vivo por y para él”, “Ella lo es todo para mí”, “El es lo más importante de mi vida”, “No se qué haría sin ella”, “Si él me faltara, me mataría”, “Te idolatro”, “Te necesito”, en fin, la lista de este tipo de expresiones y “declaraciones de amor” es interminable y bastante conocida. En más de una ocasión las hemos recitado, cantado bajo una ventana, escrito o, simplemente, han brotado sin puedo alguno de un corazón palpitante y deseoso de comunicar afecto. Pensamos que estas afirmaciones son muestras del más puro e incondicional de los sentimientos. De manera contradictoria, la tradición ha pretendido inculcarnos un paradigma distorsionado y pesimista: el auténtico amor, irremediablemente, debe estar infectado de adicción. Un absoluto disparate. No importa cómo se quiera plantear, la obediencia debida, la adherencia y la subordinación que caracterizan al estilo dependiente, no son lo más recomendable.

EL DESEO NO ES APEGO

Querer algo con todas las fuerzas no es malo, convertirlo en imprescindible,

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