Análisis De Cuentos De Azul - Rubén Darío
Enviado por jmda1998 • 7 de Julio de 2013 • 502 Palabras (3 Páginas) • 3.294 Visitas
Análisis de capítulos del 2 al 6:
Capítulo 2: El sátiro sordo (cuento griego):
A un sátiro, rey de su selva, un día se le ocurrió espiar a Apolo, que estaba tañendo su lira. Apolo castigó su osadía dejándole sordo, de tal manera que no podía escuchar nada de lo que ocurría en su selva.
En aquel tiempo, Orfeo, quien teñía tan maravillosamente la lira que todos los seres vivos se quedaban fascinados al oírla, espantado de la miseria de los hombres, “pensó huir a los bosques, donde los troncos y las piedras le comprenderían” y decidió macharse a la selva del sátiro.
Llegó allí con su lira y para pedirle hospitalidad, cantó. Cuando terminó, le preguntó al sátiro si podía quedarse en su selva. Éste pidió ayuda a sus dos consejeros áulicos: la alondra y el asno. La alondra aconsejó al sátiro que Orfeo se quedase pero el asno se negó. Orfeo salió de la selva con intención de ahorcarse pero al final no lo hizo y se casó con Eurídice.
Capítulo 3: La ninfa (cuento parisiense):
En el castillo de Lesbia, a la hora del chartreuse, estaban sentados a la mesa seis amigos, todos artistas. Aspasia presidía la mesa.
Discutían sobre la existencia o no de seres mitológicos como sátiros, faunos, centauros, sirenas, etc. Un sabio que con ellos estaba afirmó que los modernos no pueden negar los hechos que afirman los antiguos.
Días después el artista-narrador paseaba por el parque del castillo, en un día de primavera y creyó ver una verdadera ninfa.
Capítulo 4: El fardo:
El tío Lucas era pescador. Estaba un día descansando después de la faena cuando el patrón se acercó a hablar con él.
El tío Lucas le contó que su hijo mayor había muerto. Era pescador, como él y juntos salían a faenar. Un día el tío Lucas se puso enfermo y su hijo salió a trabajar solo. Estaba descargando su canoa cuando, el último fardo que quedaba, el más grande, se soltó de la polea y cayó sobre él, matándolo.
Capítulo 5: El velo de la reina Mab:
Las hadas, al igual que las musas, han repartido sus dones a cuatro hombres, pero éstos están tristes y desencantados porque no tienen éxito con su arte. La reina Mab, que se había colado en la buhardilla en la que se charlan los hombres, se compadece de ellos y les envuelve con un velo azul, el velo de los sueños, “de los dulces sueños que hacen ver la vida de color de rosa” y desde entonces los cuatro hombres se sienten felices.
Capítulo 6: La canción del oro:
Cuenta la historia de un mendigo, al que identifica con un poeta, que llega a una zona de casas ricas, la “gran calle de los palacios”. Allí comienza a observar todas las riquezas que se acumulan dentro de las casas y empieza a entonar un himno al dinero, “¡Cantemos el oro!”. En esto estaba cuando pasó una vieja mendiga y le pidió limosna. El harapiento, el poeta, le dio su
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