Autoconciencia Por El Movimiento Moshe Feldenkrais
Enviado por itzelraquel • 1 de Septiembre de 2012 • 3.031 Palabras (13 Páginas) • 821 Visitas
Actuamos de acuerdo con nuestra autoimagen. Ésta – que a su vez gobierna cada uno de nuestros actos- es condicionada en grado variable por tres factores: herencia, educación y autoeducación
La autoimagen se desarrolla a partir de sus acciones y reacciones en el curso normal de la experiencia.
La educación determina el propio lenguaje y crea un patrón de conceptos y reacciones común a una sociedad dada.
La autoeducación es la selección del material que se aprende y el rechazo de lo que no podemos asimilar
De los tres factores activos que intervienen en la formación de la autoimagen, sólo la autoeducación está, en cierta medida, en nuestras manos
La educación provista por la sociedad obra en dos direcciones a la vez. Elimina toda tendencia disidente mediante penas consistentes en el retiro de su apoyo y, al mismo tiempo, inculca al individuo valores que lo obligan a superar y desechar los deseos espontáneos. El único premio que torna soportable la vida a pesar de tales sacrificios es la satisfacción derivada del reconocimiento, por la sociedad, del individuo que alcanza el éxito tal como lo entiende ella. Tan intensa es la necesidad de recibir apoyo constante de los propios congéneres, que la mayor parte de las personas parecen consagrar la principal parte de sus vidas a consolidar sus máscaras.
Resulta obvio que de los tres factores que determinan en general la conducta del hombre, tan sólo la autoeducación está sujeta en medida apreciable a la voluntad. También es preciso comprender que a medida que se operan cambios en la propia persona se descubren dificultades nuevas, hasta entonces inadvertidas.
LA AUTOIMAGEN
Dinámica de la acción personal.
Para modificar nuestra manera de actuar debemos modificar la imagen de nosotros mismos que llevamos dentro.
Los cuatro componentes de la acción
Nuestra autoimagen consiste en los cuatro componentes que intervienen en toda acción: movimiento, sensación, sentimiento y pensamiento.
Cuando alguno de esos componentes de la acción disminuye casi hasta el punto de desapareces, la vida misma puede correr peligro. Un ser privado de todos sus sentidos carece de vida.
Los cambios se tornan fijos como hábitos.
En realidad, nuestra imagen nunca es estática. Cambia de una acción a otra, pero tales cambios poco a poco se transforman en hábitos; o sea, las acciones asumen un carácter fijo, invariable.
Cómo se forma la autoimagen.
Por estar el instinto, el sentimiento y el pensamiento conectados con el movimiento, el papel que cumplen en la creación de la autoimagen se revela por sí solo cuando consideramos el papel que corresponde en ella el movimiento.
Acción individual y acción social
Respirar, comer, digerir, defecar, son acciones que el cuerpo es capaz de organizar así como los procesos biológicos y fisiológicos.
El acto sexual, en el adulto, puede considerarse como un proceso social.
Contacto con el mundo externo.
El contacto del infante con el mundo exterior se establece principalmente por medio de los labios y la boca. A partir de allí progresará gradualmente hacia el descubrimiento de otras partes de su cuerpo y sus relaciones mutuas, de donde resultarán sus primeras nociones de distancia y volumen. El descubrimiento del tiempo empieza por la coordinación de los procesos de respirar y tragar, conectados ambos con los movimientos de los labios, la boca, el maxilar inferior, las ventanas de la nariz y la zona circundante.
Sólo la imagen muscular ha sido comprobada por observación.
Los fisiólogos han establecido que, por lo menos en lo que concierne a los movimientos básicos, las células que intervienen en ellos se conectan en la corteza motriz del cerebro de manera tal que configuran una forma parecida a la del cuerpo humano, a la que dieron el nombre de homúnculo.
Nuestra autoimagen es más pequeña que nuestra capacidad potencial.
Nuestra autoimagen es por necesidad más pequeña que lo que podría ser, pues sólo la constituyen el grupo de células que hemos utilizado efectivamente.
Alcanzar objetivos inmediatos tiene un aspecto negativo.
El aspecto negativo de aprender a alcanzar objetivos reside en que tendemos a poner fin al aprendizaje cuando hemos adquirido conocimientos suficientes para lograr nuestra meta inmediata.
La educación está subordinada, en gran medida, a las circunstancias.
En condiciones de tirantez, la educación se mejora sólo en la medida de lo necesario y lo posible para que una generación nueva reemplace a la anterior bajo condiciones más o menos similares.
¿Cómo se crea un círculo vicioso tal que, a la vez, atrofia las facultades del hombre y sin embargo le permite sentirse razonablemente satisfecho con aquello a lo cual él mismo se ha limitado, o sea, con una escasa proporción de sus aptitudes?
El hombre se juzga a si mismo por su valor en la sociedad.
El error no radica en la meta misma – esencialmente es constructiva-, sino en el hecho de que los individuos, con razón o sin ella, tienden a identificar sus autoimágenes con lo que ellos valen para la sociedad.
El mejoramiento de si mismo depende de la propia evaluación.
Es importante comprender que si un hombre desea mejorar su autoimagen, debe en primer término aprender a valorarse como individuo. Aquellos que logran mirarse con sentimiento humanitario lo bastante amplio como para tener por sí mismos un respeto firme, son capaces de alcanzar alturas a las que la persona de salud normal nunca llegará. En cambio, quienes se consideran inferiores a raíz de sus insuficiencias y las superan por pura fuerza de voluntad, tienden a trasformarse en adultos duros y amargados que se desquitarán contra congéneres que no tienen la culpa; más aún, tal vez no sean capaces de modificar sus propias circunstancias aunque se lo propongan.
LA ACCIÓN: arma principal para promover el propio mejoramiento.
En rigor, a medida que un hombre crece y se mejora, toda su existencia se centra cada vez más en torno de qué hace; quién lo hace adquiere una importancia cada vez menor.
La dificultad de modificar un patrón de acción anterior
Toda pauta de acción asimilada a fondo interferirá en las pautas de las acciones siguientes. Las dificultades radican menos en la índole del nuevo hábito que en apartar los hábitos del cuerpo, el sentimiento y la mente de sus patrones establecidos. No nos referimos, desde luego, a la mera sustitución de una actividad por otra, sino a un cambio
...