Movimiento Obrero
Enviado por villafranco • 23 de Julio de 2011 • 4.317 Palabras (18 Páginas) • 1.717 Visitas
CAPÍTULO 1. GÉNESIS DEL MOVIMIENTO OBRERO EN MÉXICO
1.1. El Porfiriato
El Porfiriato es el período de 34 años en el que el ejercicio del poder en México estuvo bajo control de Porfirio Díaz. Este período comprende de 1876 (al término del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada) a mayo de 1911, cuando Díaz renunció a la presidencia por la Revolución encabezada por Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Magón. Durante el gobierno del general Porfirio Díaz se dio un giro en la actividad política nacional, puesto que alrededor de cuatrocientos años Mesoamérica, el Virreinato de Nueva España y las primeras décadas del México Independiente los gobernantes llevaron la administración pública con un claro sentido militar, y sus acciones estuvieron enfocadas a fortalecer al ejército en turno. Sin embargo, a raíz del comienzo de la segunda presidencia de Díaz, en 1884, se dio un vuelco que permitió a la política mexicana centrarse desde un ángulo más civil. El Porfiriato fue un periodo que provocó grandes desigualdades entre la población mexicana, y generó estabilidad económica y política al costo de la concentración de la riqueza en un pequeño grupo y la supresión de numerosas libertades civiles de la época.
Presintiendo que el presidente Lerdo de Tejada intentaría reelegirse, Porfirio Díaz volvió a levantarse en armas. Formado en la guerra de Reforma y durante la intervención francesa, Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos del país. Con el triunfo del Plan de Tuxtepec, el cual lo llevó a la Presidencia de México para gobernar el periodo que comprende de 1876 a 1911 con un breve intermedio durante el gobierno de Manuel González.
En los 31 años del Porfiriato se construyeron en México más de 19 000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero y se impulsó la industria nacional.
A partir de 1893 se sanearon las finanzas, se mejoró el crédito nacional y se alcanzó gran confianza en el exterior, y se organizó el sistema bancario, que se invalidó durante la década de 1940, en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río.
En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de maestros.
Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.
Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron Ciudad Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla el 5to. Regimiento de Oro (el mejor batallón del ejército federal) aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de 1911.
Si bien el gobierno de Díaz no permitió la libre expresión de los mexicanos ni su participación en los asuntos políticos, durante el Porfiriato hubo importantes logros en la economía nacional.
Inmediatamente se puso en práctica el lema de “poca política y mucha administración”, de tal manera que en tan sólo diez años se logró equilibrar el presupuesto del gobierno, es decir, nivelar lo que gastaba con lo que recibía. Para conseguirlo se controlaron estrictamente los gastos, se mejoró el cobro de los impuestos, se buscaron inversiones del extranjero y aumentaron las exportaciones de los productos mexicanos.
En los últimos once años del Porfiriato el gobierno logró reunir una reserva de 86 millones de pesos, cantidad con la que nunca antes se había contado. Con ese dinero se realizaron importantes obras en las principales ciudades del país, aunque no se invirtió en cosas que beneficiaran a toda la población.
El desarrollo económico que hubo durante esa época fue posible, en gran medida, gracias al aumento y mejora de las vías ferroviarias.
Al iniciar el gobierno de Díaz aumento casi 4 veces más las vías ferroviarias. Su construcción fue muy importante porque los productos pudieron transportarse con mayor facilidad, los viajes fueron más rápidos y muchos lugares del país quedaron comunicados entre sí, sobre todo los centros mineros e industriales.
También se mejoraron los puertos para que aumentara el intercambio de productos con Europa, Asia y Estados Unidos; se construyeron plantas hidroeléctricas y aumentaron las estaciones de correos y telégrafos. Al mejorar las vías de comunicación prosperó la economía del país, aunque sólo unos cuantos se beneficiaron con ello.
1.2. Rodhakanaty y El Socialismo Utópico
El socialismo no ve como enemigo a la ciencia, y por lo tanto tampoco Rhodakanaty. Su pensamiento filosófico se basaba en el racionalismo y en la metafísica, enemigos naturales del positivismo. Sus bases intelectuales son: el racionalismo francés y la filosofía alemana.
La discusión en contra del positivismo mexicano por parte de Rhodakanaty tuvo su mayor auge en la década de los ochenta, cuando el griego crítico las enseñanzas de lógica escolástica que llevaba a cabo la Escuela Nacional Preparatoria. Posteriormente y en esa misma línea de educación, Rhodakanaty propuso el estudio de la psicología en los cursos de dicha Escuela. El positivismo concebía a la psicología como una rama menor de la fisiología, el espíritu no tenía vida propia al margen del cuerpo según los positivistas, al conocer la fisiología se podía explicar la totalidad de la conducta. En esta argumentación el griego encontró un problema: el monismo metodológico, que se basa en el lenguaje expresado por el positivismo y su intención de imponer sus procedimientos
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