Bancomer, Logro Y Destruccion De Un Ideal.

El libro relata una seria de sucesos, refiriéndose a la estatización de la banca privada en el año 1982 y las consecuencias que tuvo esa decisión. Manuel Espinosa Yglesias, quien fue el director general de Bancomer fue testigo y forzado a participar en muchos sucesos. El pensaba que sin democracia, sin equilibrio entre los poderes, sin límites que frenen los excesos presidenciales, sin el concurso de otras voces que sirvan para fijar el rumbo, nuestro país sólo conseguiría continuar de crisis en crisis, endeudándose cada vez más. Manuel Espinoza Yglesias, nació en la ciudad de Puebla el 9 de mayo de 1909, fue en segundo hijo de cinco hermanos. El padre de Manuel era un hombre de negocios y cuando descubrió que pronto moriría quiso dejarle a cargo el negocio familiar. Así fue, Manuel se hizo cargo del negocio de los cines, pero el sabia que para crecer con la rapidez necesaria necesitaban más capital, decidieron buscar una asociación con el único empresario que contaba con el capital suficiente, Guillermo Jenkins, un industrial de origen estadounidense que tenía ya muchos años de estar radicado en la ciudad. Así nació Ultracinemas una empresa en la fueron socios a partes iguales. Fueron construyendo un cine en Guadalajara y poco después en Toluca. Manuel pensaba siempre en poder llegar a tener el control del Banco y así fue llego como director al Banco de comercio el 23 de abril de 1955. El hecho de que tuviera el control mayoritario del Banco, lo obligaba a estar enterado más de cerca de los negocios de la institución y necesitaba un cargo directivo para vigilar su inversión. En 1955 el Banco de Comercio era ya una institución importante, aunque una de las limitaciones que enfrentaba el Banco de Comercio era que no podía otorgar créditos a largo plazo ni pagar intereses porque carecía de una financiera propia. Se hicieron varias declaraciones señalando que los cambios que habían ocurrido en el Banco de Comercio eran normales en cualquier institución y no ponían en peligro su marcha. Era de esperarse que el Banco siguiera creciendo y sus servicios mejoraran. Manuel quiso tranquilizar al personal y a la vez dejar muy claro que la administración había cambiado desde el primer día que actuó como director. Logro que el Banco de Comercio contara con una financiera propia. Con este fin el Banco adquirió una empresa de ese tipo, que estaba en venta. Se solicito después de un cambio de nombre y nació la Financiera Bancomer. Durante algunos meses, hablo con los empleados y los directivos, visito las sucursales de la capital y las filiales del interior del país, procuro conocer a fondo la institución. Varios problemas resultaron evidentes. El primero era que para ofrecer un buen servicio debían contar con persona preparado que estuviera contento con su empleo y sintiera orgullo de pertenecer a la institución. Otro problema era que el cliente debía poder encontrar en el banco todos los servicios necesarios, no sólo los que son usuales en el depósito y el manejo de cuentas, sino también los financieros y los hipotecarios y aun los de seguros que son independientes

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