Breve Resument

Escuela y Sociedad:

La verdadera crisis de la escuela es, ante todo, una crisis del modelo y podemos analizarla en dos etapas. La primera es que ya no sabemos muy bien en qué consiste la institución escolar, aunque sepamos perfectamente que ella es, por donde se mire esencial. Luego, los sistemas democráticos exigen que una mayoría de la población esté de acuerdo con ese modelo, sin lo cual sería posible ponerlo en marcha. Puede temerse que la escuela este condenada a errar, salvo, sin duda, para la reservada elite, ya que, entonces, no hace falta convencer de la necesidad de enseñar verdaderamente. La escuela plantea, pues, un problema específicamente político: hay que enseñar a la opinión a no engañarse sobre lo que debe ser la escuela.

¿Para que una escuela? se exige de ella que ora sea útil, ora desinteresada; que ella forme una profesión, allá que sea cultural, que ella inserte a la juventud en el mundo contemporáneo y que enseñe el espíritu crítico. Sin la escuela, la cultura no se transmitiría y quedaría como el privilegio de una clase cultivada, pero la cultura no puede ocupar el lugar de competencia profesional.

La finalidad es la que determina la escuela: Lo que caracteriza a la escuela, es su finalidad; la organización, los programas, los métodos y hasta la arquitectura. Basta comparar la arquitectura de los liceos de antaño, con los liceos de hoy, y enseguida se sabrá de que escuela se trata. Un establecimiento escolar, si esta hecho principalmente de estudios será construida alrededor de un patio interior, pero si es construido destinado a una “apertura sobre la vida”, entonces se tendrá una edificación sin centro, ni entrada principal, abierto por todas partes y en el cual nada venga a recordar que se está allí para estudiar.

Las finalidades de la escuela pueden ser dos: la escuela asegura la entrada en la cultura y la escuela asegura la entrada en la sociedad civil. Existen muchas otras tareas asignadas pero ellas no le son esenciales, pero aun así son importantes. Aunque la escuela no está dirigida especialmente a esa tarea

La escuela no está verdaderamente hecha para educar: la primera misión de un sistema educativo no es la educación precisamente, y esto es por numerosas razones.

La educación es una entrada en los valores del grupo, trátese de los valores de la sociedad, de la familia o de la comunidad a la que pertenece. Los valores se inculcan en tanto que la escuela instruye, los valores una vez adquiridos son a priori, mientras que la escuela solo se apoya en el juicio crítico y libre. Los valores solo se propagan por la obligación: si uno no los comparte, está amenazado por la sanción mayor, la de no formar parte del grupo. Además los valores se propagan por una inculcación precoz, es decir, antes de la aparición del pensamiento crítico. Es decir, es la familia, en el momento de la primera educación, la que instala los valores del grupo, de la clase social, etc. Hasta puede decirse que cuando la familia no educa, todo está perdido, ya que no hay otra institución que lo haga, ósea que la educación entregada por la familia es irremplazable. A la inversa, la familia no instruye, no solo por tiempo y competencia, si no que la relación del alumno con el maestro nada tiene en común con la relación de los padres con los hijos.

Agreguemos que la escuela no podría enseñar valores, porque estos son relativos. Por lo contrario, la escuela no enseña sino lo que es común a todos. Una escuela por comunidad pondría fin a la idea misma de humanidad y también pondría un término a la libertad, pues nada es más contrario a la idea de libertad que el comunitarismo.

Así pues la instrucción no es educación. De allí se sigue que la escuela en su dominio propio no puede más que respetar los valores sin instalarlos y debe atenerse a la enseñanza propiamente dicha no usando más que medios admitidos por la simple razón. Aunque la escuela no educa, ella completa y perfecciona la educación y, en este sentido, puede decirse que ella educa.

La finalidad cultural: instruir es hacer entrar en el mundo de la cultura. La cultura no es lo que adorna al espíritu ni lo que hace bien educado. Ella es lo que hace el hombre sea hombre, que él desprenda de la inmediatez de sus ocupaciones y que domine la naturalidad de su condición. Para determinar el papel de la escuela en el proceso de la entrada en la cultura, puede recordarse los principales aspectos, el primero es que la cultura es un acceso a lo universal, que se opone a lo local, en el espacio como en el tiempo; geográficamente hablando, ella sobrepasa el lugar donde se tiene sus “raíces” y, desde el punto de vista del tiempo, ella sobrepasa el tiempo. El segundo aspecto que hay que considerar es que la cultura no es creada por la escuela; menos aun lo es por

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