CINCO SEMANAS EN GLOBO

El científico explorador Samuel Fergusson se dirige hacia el desconocido continente africano para atravesarlo de Este a Oeste, con motivo de ampliar sus conocimientos sobre el continente negro que hasta ese momento solo era conocido incompleto. Lo decide hacer acompañado a la fuerza por su viejo amigo Dick Kennedy y su criado Joe, en un globo inflado con hidrogeno utilizando un dispositivo de su invención, que permite subir o bajar a voluntad sin perder gas o tener inconvenientes en busca de corrientes favorables, convierte al globo en un aparato dirigible, el cual lo bautizó como “El Victoria”.

El propósito de este viaje es que las exploraciones realizadas por Burton y Speke en África oriental junto con las de Heinrich Barth en el Sahara y Chad se entrelazaran para descubrir los misterios del río Nilo y el corazón de África. Por su travesía en el globo, los personajes pasaron por varios problemas, por ejemplo; escasez de víveres. Cuando vieron las montañas de Luna, cerca de un lago con nombre Tanganica se dispusieron a tomar tierra, enganchando el ancla del Victoria en los colmillos de un elefante que los llevo a lo largo de hora y media por la tierra hasta que Kennedy lo mató, dándose un festín con su carne.

Cuando llevan veinticinco días de viaje llegan a la orilla del lago Chad donde son atacados por un grupo de pájaros quebrantahuesos que lograron dañar la tela del globo y tienen que tomar tierra. Joe se pone a explorar la zona del lago donde se han refugiado y se pierde, mientras el doctor y Kennedy no quieren abandonar el lugar sin él aunque se está levantando un huracán. Joe consiguió regresar al globo, aunque anteriormente había sido perseguido por unos jinetes. Después de ese acontecimiento, los aventureros llegan al rio Niger, donde vuelven a tener problemas con el globo; el cual solucionan el problema utilizando lastre aunque no logran volar muy alto. Ahí son atacados por una tribu de jinetes sanguinarios (que loco el asunto jeje) los cuales los persiguen hasta llegar a otro rio; el Senegal, el globo ya estaba en estado deplorable y se ven obligados a cruzar el abismo que forman las cataratas de Gouina.

Al otro extremo de las cataratas habían tropas francesas, que al verlos los ayudaron a descender y asi ayudándoles a salir de las aguas del rio; mientras que el globo se perdía en las torrenciales aguas del rio en las cuales se sumergía lo que quedaba de él. Finalizaron su travesía enfrentándose con coraje, valor y mucha decisión el destino que los llevo ese viaje, sin perder nunca la fe de su ciencia.

Catorce días después, tras recorrer en un pequeño barco de vapor el río Senegal hasta su desembocadura, llegaron a Sant Luis, donde después de una recepción dada por el gobernador, partieron en una fragata rumbo a Inglaterra. Una vez en Inglaterra, son bien recibidos por la Real Sociedad Geográfica, con ejemplares especiales en los principales periódicos de

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