Carta a Oliver Py

Sábado 23 de diciembre de 2017

Hola Oliver!

He leído tu carta y me parece súper interesante, tanto que no he podido parar de relacionar cada palabra a mi práctica diaria como estudiante y me ha sido muy enriquecedora, sin embargo hay cosas que no he acabado de entender.

Cuando el poeta habla de que hemos de llevar a cabo un deber? Ese deber a qué se refiere? Al de darle el valor a la palabra que durante este tiempo ha sido degradada?

He estado leyendo hace poco “carta a los actores” de Valère Novarina, y él habla del uso de la palabra desde lo más profundo de nuestro cuerpo, donde habitan las vísceras, de donde salen los sentimientos más verdaderos y desde donde se construye todo o, se siente que nada se ha construido. Para mi es como un segundo cerebro que alberga en el bajo vientre y que forma parte del alma más visceral, el primero se encarga de lo inteligente, de lo comedido y quizá, de lo excesivamente racional, pero cuando conseguimos que éste tome un segundo puesto, es el segundo cerebro el que avanza y toma la primera posición, sacando de la palabra, la verdad y el cuerpo de ésta a través de la voz.

Pero sigamos con tu texto que sigo teniendo infinitas cosas que me apetece contarte.

Cuando La Trágica habla con El Aguafiestas, y ella dice algo así como que la palabra es la que nos tiene que salvar y cambiar, que la palabra cambia al hombre y el hombre es cambiado por la palabra, me vienen cantidad de momentos de obras vistas, en las que he percibido visualmente, he sentido, me he introducido en un mundo de sensaciones sonoras a nivel musical o atmosférico y sin embargo, he salido y no hubiese podido decir, ni siquiera un momento después de ver el espectáculo, una sola frase que de verdad haya destapado en mi el amor por la palabra y el sentido de belleza. Sin embargo, cuando ocurre, cuando  vas a un espectáculo en el que la palabra vive, y viven con ella, cuando la palabra es transformadora del personaje y este se deja atravesar por ella y permitir que brote desde su sexo femenino, como bien dice Novarina, sales del espectáculo con un sentimiento muy distinto. Un sentimiento de amor hacia la encarnación del personaje, hacia el sentido de la vida, y hacia el sentido de la palabra. Porque yo me pregunto, ¿qué nos quedaría sin la palabra? Es una cuestión que todavía no he logrado responderme sabiendo que me hayo ante el 100% de convección en lo que digo. La palabra separa al hombre, y a la vez, su poder es mágico y cautivador en estas mismas relaciones.

Cuando sale el responsable cultural y habla del poder de otras formas de expresión en la comunicación, y que son muy válidas, o al menos eso he entendido que quiere decir, considero que tiene razón, que claro que hay muy diversas formas de expresión comunicantes, sin embargo, me parece que es una contestación y una justificación al mal uso de la palabra bastante pobre.

Cuando le contesta La Trágica a esto, he entendido que lo que trata de decirle es que, igual que el futbolista debería ocuparse del buen uso de las piernas y el balón, el actor, que tiene el deber de encarnar y comunicar, debería hacer un buen uso de la palabra y no olvidar que es ésta la que sirve de herramienta principal. Como si un futbolista jugara sin balón, ¿no?.

También estoy muy de acuerdo en lo que le sigue, La Trágica entiendo que trata de decir que dónde no se escarba, todo esta correcto. Que al final estamos creando una fachada de apariencia visual y sentimental grandiosa, pero que rasca poco en la verdad y en la realidad del actor que vivencia ese personaje, y que mueve poco a través de la palabra, por que a su vez, no la deja que viva en él, entiendo que es un poco el pez que se muerde la cola.

Imagina que tenemos a 2 metros un gran charco con barro y sabemos que seguramente bajo él se halle un tesoro valioso, este tesoro sería la palabra vivida y transmitida con magia. Sin embargo, para saber si se encuentra el tesoro y poder cogerlo, hemos de enfangarnos completamente, hemos de rasgarnos las vestiduras, ensuciarnos y esforzarnos por poder conseguir ese tesoro. ¿Porqué hemos caído en la comodidad de lo conocido, en el resultado de escaparate aparentemente bello?,¿no es mucho más divertido mancharse de barro como un puerco y ver si podemos encontrar el tesoro? Si no lo encontramos, finalmente habremos logrado un tratamiento natural de barro, jajajajajaja. Quizá es una comparación simplona, pero me parece triste que nos hayamos acomodado en lo que aparenta, aparenta pero no es, y todos sabemos que no es, pero aparenta y fingimos que es, y los que ven fingen que han visto sin ver, y los que realizan fingen que han vivido sin vivir, y ¿dónde queda entonces la vida de la palabra? ¿muerta?

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