Comentario "Yo soy un hombre sincero"

Análisis “Yo soy un hombre sincero…”
Vicente Camilo

El poema “Yo soy un hombre sincero…” fue escrito por el mártir de la independencia cubana, José Martí, en el año 1891. Desde temprana edad difundió ideales independentistas y de crítica hacia el dominio español en Cuba, siendo varias veces encarcelado y exiliado. Su patriotismo y liderazgo, el amor a su gente y el compromiso y dedicación a su causa son virtudes tan idolatradas por sus compatriotas que lo hacen recibir el apodo de “El Apóstol”. Sus esfuerzos como líder de la independencia acabaron en 1895, cuando muere en el campo de batalla, en los inicios de la última guerra  de Cuba contra los españoles que concluyó en 1898.

Este poema aborda la temática de la esperanza de un pueblo frente a la opresión. Algo que queda claro desde el principio del poema es que el tema queda disfrazado con la serie de simbolismos que emplea el poeta para metaforizar la opresión de los españoles ante los cubanos. En esta forma de presentar el poema contribuye su estructura, donde cada estrofa aparenta ser una pequeña anécdota o historia de vida del hablante. Sin embargo, al comprender el contexto histórico del poema se entiende que detrás de estas historias se refleja una evidente expresión de los sentimientos más arraigados del mismo como son la preocupación e intranquilidad por el estado de su gente, con una connotación patriótica, independentista y esperanzadora, sumado a una fuerte crítica hacia el dominio español en Cuba presente hacia 1890. Entendiendo esto, se entrega un sentido de unidad al poema con la temática.

Continuando con la temática, la forma de expresión del hablante juega un papel clave en su entendimiento. Su optimismo y compromiso con la gente genera un sentimiento esperanzador y consolador para los mismos cubanos. Se expresa con un temple que si bien en ciertas partes denota angustia por el sufrimiento que vive su gente, evoca un ánimo general de esperanza, convicción y optimismo. Por ejemplo, cuando dice “Yo he visto en la noche oscura / Llover sobre mi cabeza / Los rayos de lumbre pura” está haciendo una metáfora a la idea que por más oscura y sin salida que se vea una situación, siempre habrá luz al final del túnel. En el contexto histórico, esto alude a que si bien los españoles tenían el dominio de Cuba, en algún momento esto acabaría dando lugar a una Cuba libre e independiente. El optimismo y fe en la causa del hablante resulta clave para su mensaje, ya que lo posiciona como un líder esperanzador, pues con todo lo que ha vivido puede identificarse con la situación en la que están sus compatriotas.

Como se mencionó, si bien el hablante evoca esperanza y la sensación de que se acercan días mejores, este ser que Martí crea en el poema no está exento de dolor y angustia hacia el abuso contra sus compatriotas, y se conmociona por el hecho de que su gente viva y muera sin tener intención alguna por ser independientes ni de expulsar la opresión española. Esto se ejemplifica en “Oculto en mi pecho bravo / La pena que me lo hiere: / El hijo de un pueblo esclavo / Vive por él, calla y muere”, donde el hablante expresa el descontento y dolor que le ocasiona el sufrimiento de los cubanos, que trabajan por el bien de otros y se ven reprimidos, obligados a atenerse a este sistema y sin hacer nada para cambiarlo.

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