Conciencia Moral
Enviado por modelo • 6 de Noviembre de 2012 • 5.479 Palabras (22 Páginas) • 824 Visitas
LA CONCIENCIA MORAL.
La teoría psicoloanalitica fue un hilo conductor ya que a través de ella se fueron dando un sin fin de ideas partiendo de la postura que esta tenia. Quien es creador de esta teoría es Freud, y es seguido por Klein.
Freud creía y explicaba que el ser humano al nacer no es una persona naturalmente social, sino mas bien este proceso se va ir dando conforme pase el tiempo y el niño vaya interactuando con su mundo familiar en primer lugar y después con la sociedad, el proceso de socialización es el que genera buena parte del desarrollo psicológico.
Considera como rasgos fundamentales de los que podemos llamar personalidad moral, la honestidad y la aceptación de las propias necesidades. Presupone la existencia de un código moral racional.
Menciona tres instancias de la personalidad: superego ego e id, la fuente de la interpretación moral concretada en la referencias a la conciencia y al carácter a partir de los análisis de personalidades problemáticas. Estos problemas según el autor se originan por dos causas: Cuándo se quieren superar las prohibiciones del superego y cuando se quieren dominar los impulsos del Id.
La conciencia moral es algo innato, se puede decir que no se nace con una capacidad para discernir entre el bien y el mal. Sitúa el origen de esta conciencia en tres instanciasexternas: la familia, la sociedad y la cultura y en situaciones psíquicas primitivas.
En un primer momento se puede identificar esta conciencia moral con el súperego. Se trata de una conciencia represiva que vigila el ego, derivando en agresividad, en castigo y en sentimientos de culpa.
El súper ego se consolidaría hacia los seis-siete años: “Se establecerá así una primera fase de moralidad heterónoma, que luego habrá de madurar en un tipo de conciencia, principio de moralidad autónoma”.
El origen de esta nueva conciencia se encuentra en el paso de la angustia o sadismo a la concepción humanista del objeto o realidad, que hace nacer el sentimiento de culpabilidad. Pero este sentimiento de culpa no es amenazador, ya que se es capaz de ver la realidad de manera múltiple, no dicotómica o relativa, y dado también que nacen los sentimientos de cuidado y respeto hacia el objeto.
Las explicaciones de la teoría del aprendizaje sobre la conducta moral.
Toda conducta es aprendida y la conducta moral también es algo que se aprende conforme pasa el tiempo, no se nace con ella. La posición de Skinner en el fenómeno moral es la clásica del conductista radical.
No cree que exista un mundo de experiencia mental o subjetiva que esté siendo ignorado o que deba serlo. Uno siente varios estados y procesos en el propio cuerpo, pero éstos son productos colaterales de las propias historias genética y personal.
Necesitamos cambiar nuestras conductas y esto solo podemos hacerlos cambiando nuestro ambiente físico y social. Escogemos el camino equivocado ya al principio, cuando suponemos que nuestra meta es cambiar las mentes y corazones de hombres y mujeres, en vez del mundo en que viven. Ciertamente seria ilógico poder lograr cambiar el medio en el que se desarrolla el ser humano, más bien hay que propiciar que ellos distingan entre el bien y el mal y al final escoger aplicar en su vida diaria lo bueno y no lo malo.
Esto fue la base de esta teoría de la que surgieron sus explicaciones sobre el fenómeno moral. Es un proceso erróneo querer intervenir, mediante procesos de enseñanza aprendizaje, sobre las mentes y los corazones de los niños, porque la acción se ha de realizar en el entorno social.
La influencia no es otra cosa que control estricto y riguroso. Control de ambiente social y moldeamiento de la conducta por refuerzo son las pautas de acción que han de ser completadas al tratar, sino del desarrollo moral, si de la acción sociomoral.
Para este autor la formación moral es algo que se puede propiciar que el niño vaya construyendo a través de los premios y castigos, si el niño hace algo mal o presenta una conducta indeseable o aceptada mediante un castigo se cree que lo va dejar de hacer y si realiza una buena conducta moral, con un premio se le va alentar a realizar este tipo de conducta de manera mas frecuente.
Realmente esta idea la considero errónea, ya que al castigar al niño por la mala conducta lo que se va propiciar es que no realice estas delante de las personas que lo castigan, pero fuera de ello y en otros ambientes sentirá la libertad de hacerlo, y lo peor es que lo hará de manera escondida, y en cuanto al los premios, el niño no estará formándose una conducta moral propia ni asumiendo los valores por si solo, sino serán condicionados y el día que n o reciba un premio, simplemente volverá hacer lo mismo.
Lo ideal es que el mismo se forma sus valores y su conducta moral propia.
De la misma manera que los aprendizajes mecánicos como conducir un coche, siguiendo el símil de Skinner se valen de las contingencias apropiadas para asociar determinadas conductas, en el ámbito de la conducta moral ocurre lo mismo: se utilizan entonces los reforzadores verbales condicionados de “bien”, “mal”. El grupo ejerce un control ético sobre cada uno de sus miembros, principalmente a través de su poder para reforzar o castigar. Mientras el grupo califica la conducta como correcta o equivocada para proporcionar un refuerzo ético, la instancia que gobierna adopta una distinción legal o ilegal. Todo se reduce, por lo tanto, a aplicar las contingencias de refuerzo adecuadas tanto a las conductas legales como a las ilegales. La conducta antisocial genera estímulos adversos que originan el sentimiento de culpa y hacen que, a nivel de refuerzo positivo, la persona se comporte de acuerdo con la ley. Las leyes no son más que reglas de conducta en cuanto especifican las consecuencias de ciertas acciones. Y son precisamente esas consecuencias las que regulan la conducta de los sujetos. Es necesario considerar como muy sugerente el aprendizaje de normas mediante la aprobación social, sobre todo referido a las primeras etapas del desarrollo, cuando no se pueden concebir las reglas como derivadas de principios, sino como guías concretas de conducta.
MORALIDAD Y CONVENCIÓN: LAS TEORÍAS SOCIOCOGNITIVAS.
Esta línea considera que el fenómeno moral es diferente de otros fenómenos sociales, como las leyes o relaciones interpersonales, aunque se relaciona con ellas. Serán dos autores quienes plantean puntos de vista al respecto: Turiel y Selman.
Turiel se centra en el desequilibrio cognitivo como mecanismo de cambio en el desarrollo moral, lo considera como la condición fundamental para la optimización de las estructuras cognitivas.
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