Cual es el Liderazgo sin Límites resumen

LIDERAZGO SIN LIMITES

PARTE UNO: EL DESAFIO.

1.- EN MEDIO DEL PELIGRO.

El liderazgo es peligroso

Si el liderazgo consistiera en dar buenas noticias a la gente, la tarea sería fácil. Las personas no resisten el cambio en si mismo, se resisten a la pérdida. La gente nos considera peligrosos cuando cuestionamos sus valores, creencias o hábitos de toda una vida. Entonces el liderazgo puede ser peligroso cuando debe enfrentar a la gente con la pérdida (Caso de Itzhak Rabin, premier israelí que se transformó en el problema a eliminar al proponer la vía de la paz mediante la cesión de territorios ocupados). Los líderes y los mejores médicos promueven el cambio al desafiar a las personas a responder una pregunta esencial: de todo lo que valoramos ¿qué es realmente lo más importante y qué podemos sacrificar?

El liderazgo sería una empresa segura si nuestras organizaciones y comunidades solamente afrontaran los problemas para los que ya conocen las soluciones. Cada día las personas afrontan problemas para los cuales en realdad poseen los conocimientos y los procedimientos necesarios. A estos problemas llamamos TECNICOS.

Pero hay una gran cantidad de problemas que no dependen de la destreza de la autoridad no de los procedimientos operativos. No los puede resolver alguien que da las respuestas desde arriba. A estos desafíos los llamamos ADAPTATIVOS porque requieren experimentos, nuevos descubrimientos y adaptaciones desde numerosos ángulos de la organización y comunidad.

La sostenibilidad del cambio depende del hecho de que los individuos que tienen un problema interioricen el cambio propiamente dicho. Al comienzo del proceso de adaptación, las personas no pueden ver que la nueva situación será de algún modo mejor que la actual. Lo que sí ven claramente es la posibilidad de una pérdida.

 Frecuentemente evitan los cambios dolorosos en sus vidas si pueden posponerlos. Cuanto más profundo es el cambio y mayor es la cantidad de aprendizaje requerido, más resistencia habrá y, por lo tanto, mayor será el peligro para aquellos que lideran. En realidad, existe una relación directamente proporcional entre cambio adaptativo y riesgo.

La causa más común de fracaso en el liderazgo en la política, la vida comunitaria, la empresa, o el sector no comercial, es que las personas, especialmente aquellas que están en posiciones de autoridad, tratan los desafíos de adaptación como si fuesen problemas técnicos.

Cuando usted se encuentra en una posición de autoridad, también hay fuertes presiones internas para concentrarse en los aspectos técnicos de los problemas. El liderazgo requiere la capacidad de soportar la hostilidad para poder permanecer conectado con las personas, a menos que usted se desconecte de ellas y se exponga a un mayor peligro.  

Lo que hace que un problema sea técnico no es su trivialidad, sino simplemente que su solución ya está dentro de la organización. En cambio, las presiones adaptativas obligan a la organización a cambiar, para que no decline. En el siglo XXI, las personas y organizaciones afrontan presiones adaptativas cada día, en sus vidas individuales y en todos los niveles de la sociedad; y cada oportunidad para responder a e estos desafíos también implica riesgos concomitantes.  

Más allá de su autoridad.

Las personas rara vez contratan a alguien para que altere o transforme su trabajo o vida. Esperan que los políticos o gerentes usen su autoridad para proporcionarles las respuestas correctas, no para plantearles cuestiones difíciles o inquietantes. Generalmente, las personas no autorizan a nadie para que las sitúe en algo que no desean afrontar. Antes bien, contratan a alguien para que les garantice protección y estabilidad, alguien con soluciones que requieran un mínimo de desorganización. Por eso el liderazgo implica una PERTURBACION, una alteración del orden para las personas, PERO A UN RITMO QUE PUEDEN ACEPTAR.

Cuando es necesario, cuando lo requiere el progreso, se debe actuar fuera de los estrechos límites de nuestras funciones y asumir el liderazgo con sus peligros. Sin embargo, en ese proceso usted tendrá que afrontar la resistencia y posiblemente las medidas disciplinarias u otros reproches de la autoridad superior por haber violado las reglas. Será acusado de estar fuera de lugar o de excederse en el uso de sus atribuciones.

Liderazgo no es autoridad. Exceder su autoridad no significa necesariamente liderar. Usted puede ser audaz y tener una visión clara de sus propósitos, pero estas cualidades quizá no tengan nada que ver con inducir a las personas a afrontar la realidad.

En medio del peligro está la pérdida.

Persuadir a la las personas para que renuncien al amor que conocen por un amor que jamás han experimentado significa convencerlas para que tengan fe en sí mismas y en la vida. Al romper con el pasado, también habrá pérdidas históricas a las que enfrentarse. Pretender que las personas cambien sus actitudes y maneras de ver el mundo es enfrentarse a la forma en que se definen a sí mismas. Renunciar a estos conceptos de sí mismo puede provocar sentimientos de pérdida considerable. Es difícil renunciar a los hábitos, porque éstos dan estabilidad… No hay garantía alguna que, después de soportar los sufrimientos de un cambio adaptativo, el resultado sea una mejora.

 Las personas se aferran a las ideas como una manera de aferrarse a la persona que se las inculcó. Algunos de nuestros valores e ideas más profundamente arraigadas provienen de las personas que amamos: un pariente, un consejero, un maestro

Resumen del capítulo: Los peligros de ejercer el liderazgo derivan de la naturaleza de los problemas para los cuales es necesario liderar. El cambio adaptativo estimula la resistencia porque desafía los hábitos, creencias y valores de los individuos: se les pide aceptar una pérdida, experimentar una incertidumbre e incluso ser desleales con las personas y la cultura. El cambio adaptativo no sólo obliga a las personas a cuestionarse y quizá redefinir los aspectos de su identidad, sino que también desafía su sentido de la competencia. Pérdida, deslealtad y sensación de incompetencia: esto es pedir demasiado. Así no es raro que la gente se resista.

2.- LAS FACETAS DEL PELIGRO.

Cuando ejerce el liderazgo usted se arriesga a ser marginado. A menudo, las personas que están intentando ejercer el liderazgo son atacadas por sorpresa. Cuando las personas se resisten al cambio adaptativo, su meta es acallar a los que ejercen el liderazgo a fin de preservar lo que tienen. Se puede fingir la virtud de la diversidad, pero evitar el desafío de los puntos de vista diferentes.

Las figuras que representan a la autoridad también pueden ser marginadas, particularmente cuando llegan a identificarse tanto con el problema que se convierten en el problema mismo. La personalización suele conducir a la marginación. Identificarse con el problema puede ser una estrategia necesaria aunque sumamente arriesgada. En particular para las personas que lideran sin autoridad. Los gobernantes suelen  tener que representar a una variedad de electores. Raramente pueden permitirse personificar un problema. Necesitan tener sus manos libres para poder orquestar los conflictos, en vez de llegar a ser el objetivo del conflicto. Y, como veremos más adelante, personificar un problema en su rol de autoridad compromete su supervivencia, no sólo su éxito.

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