DEFORMIDADES DE FAMILIA, EN LA ORESTIADA, DE ESQUILO

DEFORMIDADES DE FAMILIA, EN LA ORESTIADA, DE ESQUILO

Tener hijos no lo convierte a uno padre,

del mismo modo en que tener un piano

no lo vuelve pianista.

Anónimo

Cualquier novela puede ser escrita para terminar con un final feliz. Las familias son un tema de la vida diaria, uno nace creando una familia y se va dejando una atrás. En la mayoría de las novelas, las familias son pintadas como una armonía, un soporte para la gente, cuando no hay nadie, la familia si lo está.

Cuando me senté por primera vez a leer el libro de la Orestiada pensé que la obra se trataría de seres mitológicos y de cuentos fantasiosos, pero después de las primeras páginas supe que no se trataría de eso. En cambio se trataba de una familia en una cultura antigua donde la infidelidad y la traición destacaban.

En el proverbio de la biblia dicen, “Mucho se alegrará el padre del justo: Y el que engendró sabio se gozará con él.”^[1] Este proverbio dice algo que llama mucho mi atención y que podría basarse en todo mi ensayo acerca del libro, uno cría a sus hijos por medio de “espejos”, se podría decir que los hijos crecen pareciéndose a sus papás. De esto derivan muchas frases conocidas como de tal palo tal astilla, hijo de tigre pintito, entre otras.

Si uno quiere criar hijos exitosos deberán tener un ejemplo de padres exitosos, padres honestos enseñan valores a sus hijos para que sean igualmente honestos.

Por eso en la Orestiada Agamenón crece con rencores ya aires de maldad, al igual que su padre y su madre que son personas rencorosas y maldosas.

Muchas de las familias se rompen por el tema de las infidelidades, y es un tema difícil para mi. Siempre he pensado que para cada persona hay alguien, que llegara a su tiempo y no tendría la gente porque meterse a desequilibrar una familia. Gentes que deforman familias no deberían ser tratadas como tal, uno no puede romper una relación y esperar tener una relación que funcione y mucho menos con esa persona que ya una vez fue infiel, “El que mata una vez, puede matar dos veces.”^[2]

La madre de Agamenón le fue infiel a su padre y todavía se atrevió a reinar a lado de su amante el reino que pertenecía a su esposo, haciéndola una persona sin escrúpulos.

Las familias contratan lo que hoy se llama “nanas” para que críen a sus hijos por ellos. A esas son a las que deberían de llamarlas madres, por eso en la obra las Culmenides perdonan a Agamenón, porque él argumenta que su madre nunca se comportó como una y por lo tanto no podía considerarla como lo que en verdad era. Para él su madre siempre seria su Nodriza.  

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