De yates
Enviado por emi142238 • 12 de Abril de 2013 • Informe • 495 Palabras (2 Páginas) • 335 Visitas
Pocas cosas resultan tan misteriosas como el navegar, término que, conservando la belleza encontrada en la nobleza de las palabras, permite a cada uno de nosotros tomar para sí alguno de sus rostros múltiples que satisfagan nuestra necesidad de comunicar tal o cual cosa del modo y para el fin que deseemos en tal o cual momento determinado. Esa nobleza que respeta la libertad, puede encontrarse en muchos aspectos de la vida diaria. Así, el navegar nos resulta más familiar de lo que podríamos imaginar, y es que, generalmente, quien o quienes navegan tienen un objetivo, un puerto al cual pretenden llegar sorteando cualquier obstáculo posible. Es así que navegar se convierte en un viaje, el cual necesita quien participe en él.Cada embarcación cuenta con su propia tripulación que, las más de las veces, pretende ser la adecuada, en número e integrantes, para triunfar en la empresa por iniciar. Aunque puede haber situaciones en las cuales la conformación de la tripulación obedezca a factores algo extraños que, de algún modo u otro, pueden hallar una relación entre los ejecutores de la travesía y ésta misma, llegando a descubrir tal relación hasta el final del viaje. Dichas situaciones llegan a desembocar en una reunión de diversos participantes que, en apariencia, tienen poco en común, que suele ser, si no la meta final de la travesía, el mero propósito de viajar.Un ejemplo de lo que se ha venido diciendo hasta ahora es este libro escrito por Carroll hace ya más de un siglo, en el que puede observarse la reunión de diez navegantes quienes, a simple vista, tienen nada o poco en común, salvo una curiosa característica de sus nombres originales en lengua anglo sajona, así como el objetivo de cazar a un snark.
El fin está claro, aunque lo que cada integrante sabe acerca la presa se difumina entre la imaginación y el misterio, pues al snark parecen conocerlo sólo de oídas; conocimiento que puede ser suficiente para comenzar su búsqueda, misma que luce peligrosa. Quizá lo sea más de lo que imaginan.Carroll emplea un lenguaje que ilustra la lógica del sin sentido, brindándonos la oportunidad de cuestionar a la lógica, en especial la de nuestros actos y reglas¸ ofreciendo un espacio para la reflexión. El autor trasmite de un modo cómico, novedoso, inteligente; en ocasiones quizá, y sólo quizá, absurdamente, los matices y reflejos de las diferentes maneras en que las personas viven los acontecimientos. Ejemplo ingenioso de las veces que navegamos, haciendo hallazgos que no pretendíamos, mientras que los pretendidos resultan diferente a lo planeado, como parece suceder a la tripulación que busca al snark. Exposición fiel de los sentimientos que inspira lo desconocido.Sorpresas, desventuras, preguntas y revelaciones marcan este poema largo en el que su autor explota, como en otras de sus obras, aspectos de la vida diaria relegados por la importancia de la forma y lo convencional. Resulta interesante
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