Don Quijote 21-30
Enviado por Montsediamz • 15 de Abril de 2015 • 1.365 Palabras (6 Páginas) • 280 Visitas
Don Quijote de la Mancha
Capítulo 21
Cuando llegaron los novios, don Quijote dijo que nunca había visto una mujer tan guapa como Quiteria, excepto a Dulcinea. Al poco rato apareció Basilio diciendo que si Quiteria no se podía casar con él porque le había dado su palabra a Camacho, se mataría y sacando de un bastón una espada se la clavó. Cuando el Cura se acercó a él para darle las bendiciones, Basilio dijo que no quería bendiciones sino que quería que Quiteria se casasara con él. El cura, Quiteria y Camacho aceptaron pero en cuanto estaban casados Basilio se levantó diciendo que no estaba herido sino que era un truco. Cuando los personajes presentes se dieron cuenta quisieron anular la boda pero Quiteria dijo que no, que la boda era válida. Después Quiteria, Basilio, sus amigos, Sancho y don Quijote se retiraron hacia la aldea como si nada hubiera pasado.
Capítulo 22
Don Quijote fue muy elogiado debido a que defendió definitivamente a los nuevos esposos en la boda de éstos. Don Quijote se quedó durante tres días en la casa de Basilio. Cuando don Quijote estaba dispuesto a irse le pidió a uno de los estudiantes que lo acompañaron hacia las bodas que le consiguiera un guía para ir a la cueva de Montesinos. Finalmente le acompaño un primo del estudiante que además leía libros de caballería. Pasaron la noche en una aldea donde don Quijote compró cien brazas de cuerda para descolgarse a la cueva de Montesinos. A las dos de la tarde llegaron a la cueva de Montesinos; el estudiante y Sancho ataron fuertemente a don Quijote para que no se soltara y comenzaron a bajarle. Tras subir a Don Quijote y despertarse comenzó a contar unas historias que según él le habían sucedido, que Sancho nunca llegó a creérselas.
Capítulo 23
En este capítulo don Quijote dice su encuentro con Montesinos. Don Quijote contó que en la cueva había visto al primo y amigo de Montesinos, Durandarte,quienl yacía en carne y hueso en un sepulcro de mármol debido a un encantamiento del mago Merlín. Dijo que también estaban allí encantados Belerma, dama de Durandarte; su escudero, Guadiana, convertido en río, y otros muchos amigos y parientes de Durandarte convertidos en lagunas. Sancho no se podía creer lo que contaba pero no pudo aguantar su risa cuando don Quijote dijo que había visto a Dulcinea y a las dos damas que la acompañaba.
Capítulo 24
Cuando se marchaban de la cueva de Montesinos, se encontraron a un hombre que iba cargado de lanzas, el cual les dijo que si le interesaba a don Quijote su destino que se lo contaría en una venta que había más adelante. De camino a la venta don Quijote comenzó a hablar acerca de los caballeros viejos, los cuales al final son tratados de mala manera y como que no sirviesen para nada.
Capítulo 25
Una vez que lo encontró le comenzó a contar la siguiente historia: Un día en el pueblo en el que él vivía se le perdió un asno y junto con un amigo salieron a buscarlo al monte En el monte para llamar la atención del asno ambos hombres comenzaron a rebuznar por separado, momentos más tarde encontraron al asno devorado por los lobos pero se quedaron con la anécdota de que rebuznaban tan bien que en varias ocasiones confundieron sus propios rebuznos con los del asno. A partir de ese día esa anécdota se conoció en los pueblos de la zona de tal manera que cuando alguien veía a un habitante de ese pueblo le rebuznaba en señal de burla. Entonces por eso el hombre aquel llevaba armas tan urgentemente a su pueblo ya que las necesitaban para enfrentarse con todos los pueblos que burlaban a sus compañeros de aldea. En ese momento entró en la venta un hombre que se hacía llamar Maese Pedro, quien explicó que era un titiritero que representaba en su pequeño escenario diversas historias y que además en su repertorio tenía un mono que le adivinaba todo lo pasado y presente. Maese Pedro adivinó que era don Quijote
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