Donde Surgen Las Sombras

I. PASRTES DE LA HISTORIA

Alex un joven de 18 años, aficionado a un juego llamado camelot un juego sobre batallas medievales, donde él es un personaje llamado Ralph el cual es de raza élfica, decidió dejar el juego por un rato y prefirió entrar a un chat sobre el mismo juego para saludar a otros amigos, pero ya en la pagina que buscaba, el ordenador le exigió un nik pero él no tenía ninguno y decidió Necronomicòn, titulo de un tenebroso libro sobre los muertos escrito por Lovecraft, el lo conoce porque es un aficionado a los libros de terror, el estaba platicando con LadyLucy una de sus mejores amigas cuando de repente aparece un recuadro con un mensaje de un tal tindalos el cual no lo conocía pero el nombre se le hacía conocido, al leer el mensaje él pensaba que era un mensaje erróneo pues pensaba que no era para él, prefirió ignorarlo pero después le empezó a llamar la atención sobre todo porque decía “no habrás experimentado jamás nada tan fuerte” pero como el mensaje tenía un dirección que llevaba directo a una página, pero al meterse a la pagina y empezar a ver el contenido se fue la luz y empezó a sentir extrañas presencias y vio como se abrió la puerta de la casa pero se le hiso extraño.

Al mismo tiempo que Alex desapareció Gabriel uno de sus mejores amigos tenía un mal sueño sobre algo parecido a un cráter que no paraba de perseguirlo, cuando despertó se estero de que Alex había desaparecido, solo había dejado una nota diciendo que estaba arto de todo y que pretendía romper todo y hacer una nueva vida y no dejo ningún rastro como un teléfono o una dirección.

Gabriel cita a Mateo y a Lucía en el lugar habitual del bosque donde solían reunirse, en ese momento Gabriel les comentó que en cuatro minutos había recibido cinco llamadas de Álex, señal de que él necesitaba contactarse con su amigo Gabriel ante un peligro inminente, pero Gabriel empezó a sospechar que la desaparición de Alex no es una decisión personal, después acuerdan solicitar a Mateo para que ellos puedan hablar con un inspector de policía llamado Garcés, al que esperan confiar todas las dudas y sospechas.

Gabriel un día fue con su papa a ayudarle con el bar, pero él estaba impaciente, porque tenía que ir con Mateo y Lucía a la comisaría para que se entrevistaran con el inspector Garcés, quien les hace ver que necesita más pruebas con más fundamento, cuando de repente a Gabriel le llega un mensaje de Alex a su celular pidiéndole ayuda y dándole una dirección para poder verse y prefiere no decirle nada a nadie e ir a ya en lugar de ir con Lucía y Mateo; llegando al km. 22,5 de la autopista a Barcelona, donde supuestamente le espera Alex, decide bajarse del coche y dejar el motor y los faros encendidos para poder ver porque todo estaba oscuro y no se podía ver nada, al alejarse del coche y ver el mensaje de Alex, se dio cuenta de que el mensaje que le mandaron tenia comas y Alex no escribía con comas en los mensajes del celular le dio un poco de miedo y prefirió regresar al auto, cuando de repente ya no escuchaba el ruido del motor y los faros estaban apagados, fue entonces cuando alguien había llegado hasta el carro, el presintió que habían presencias extrañas que empezaban a sujetarlo y al forcejear con ellas lo hirieron en un costado, logro salir de ahí pero se arrepintió de no haberles contado a Lucía y a Mateo.

Gabriel, a pesar de su estado, decide encontrarse con sus amigos en el chalé de Mateo para ver cuál era la última dirección de Internet que visitó su amigo Álex, pero la mamá de Gabriel le informa de que acaba de llegar Raquel, la “novia” de Álex, para hacerle una visita inoportuna; después de hablar con Raquel, Mateo, Lucía y Gabriel se proponen entrar en la dirección, pero dudan, saben que quizá sea un viaje sin retorno, de consecuencias, la amistad los mantiene unidos y pulsan enter, y con la ayuda de la informática Lucía, acceden a la página web. La calidad de la imagen les hace sospechar que se trata más bien de una fotografía de la realidad que de una imagen de la realidad virtual, están viendo una partida de un sangriento juego de terror real y en directo, de repente, les aterroriza la idea de que desde el primer momento que se metieron a esa página han sido localizados y saben que irán a buscarlos. Mateo, conocido como pijo por sus gustos y su alto poder, cree haber reconocido a Álex debajo de una túnica recorriendo con su cojera unos tenebrosos túneles, de repente, un estridente ruido de cristales rotos en el chalé les recuerda que están en peligro; Al poco tiempo, mientras Mateo y Lucía huyen, unos hombres con guantes y pasamontañas negros reducen a Gabriel, asustado, oyó las amenazas.

Después del ataque de los “hombres sombra” los tres amigos se lamentan de que siguen sin tener pruebas evidentes que ofrecer al inspector Garcés; antes de que los tres amigos acudan a ver a Garcés, éste ha iniciado su propia investigación: trata de confirmar que los apagones no se debieron a fallos fortuitos, sino a la intervención de alguien muy experto en informática, que accedió a los ordenadores centrales de la compañía eléctrica; acto seguido se cuenta el asalto de los “hombres sombra” (luego sabremos que se trata de una hermandad de criminales que viven en los túneles de alcantarillado de Zaragoza). Se cuenta el asalto y asesinato por envenenamiento de Juan Balmes, el mayor experto municipal de la red de alcantarillado. Juan Balmes siempre quiso jubilarse porque aseguraba que en una zona concreta, en el subsuelo del Callejón de las Once Esquinas, cerca de la plaza de España, se oían gritos de dolor, como si estuvieran desollando a una persona. Su desaparición se atribuyó al suicidio propio de quien tiene alucinaciones esquizofrénicas; además, hubo investigaciones, pero nunca se supo nada y el expediente fue archivado. Ante Garcés, Mateo le confirma la identidad de la persona que aparece en el juego de ordenador (Álex). El inspector les cuenta las averiguaciones que ha realizado sobre los apagones y se compromete a reforzar la investigación si aparecen más datos; el descubrimiento a través del ordenador del propio inspector que en los últimos cinco años han desaparecido diez personas en idénticas circunstancias les sirve para seguir adelante.

Los tres amigos emprendieron una nueva misión, hablar con conocidos y familiares de las personas desaparecidas. Sólo faltaba visitar a uno que vivía en la calle Mayor, el universitario Carlos Román, un joven que compartía piso con otros estudiantes, y es Mar, una antigua amiga, quien les informa de todo; al salir la observación de Gabriel abre una puerta al optimismo pues descubre que las trapas del alcantarillado de la zona centro tienen un diseño diferente.

Con mochilas perfectamente equipadas; una madrugada los tres amigos

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