Doroty Cahet
Enviado por marisolsita • 5 de Enero de 2012 • 977 Palabras (4 Páginas) • 617 Visitas
DOROTY CAHET
Las expectativas que tienen las madres y los padres acerca de:
o LO QUE OFRECERÁ EL JARDÍN DE NIÑOS A SUS HIJOS.
Los padres esperan y tienen derecho a esperar, que la maestra sea una persona cordial y afectuosa, aunque no necesite ser abiertamente expresiva para que los niños sientan su cariño.
Deberá tolerar su torpeza, pero no soportar una conducta destructiva para ellos mismos o para otras personas.
La maestra observara el estilo de actuar de cada niño, sus dificultades para relacionarse, su acercamiento a los materiales, su competencia por una especie de liderazgo, y la relación con ella misma.
Una buena maestra logra que los niños pronto dejen de depender de ella.
Para el desarrollo del niño en la escuela es básico que la maestra comprenda los objetivos, en el corto y largo plazo, para esa etapa de la vida. La maestra deberá ser sensible a los intereses que atraen a los niños, hablar con claridad acerca de los modos en que ellos aprenden y estar dispuestos a ayudarlos en el aprendizaje sin imponérseles.
La buena maestra escucha a los niños y oye lo que dicen.
La maestra tiene la responsabilidad hacer que los padres conozcan su filosofía y sus metas, de compartir con ellos el programa de desarrollo y las experiencias de los niños.
Es de esperar que la maestra tenga la capacidad de aclarar los efectos negativos de la precocidad, pero aunque es probable que una buena maestra de las escuelas de hoy sea también buena práctica, le resultara difícil expresar en palabras las razones de su práctica.
o LO QUE ESPERA DE LA COMUNICACIÓN CON LA EDUCADORA
Probablemente sea cierto que para el niño, en estos primeros años de escuela, lo más importante no es su maestra o el aprender sus letras, sino su posición ante los demás niños.
En ocasiones surge un niño que se muestra temeroso, tímido en exceso, y que necesitara al principio mayor apoyo de su maestra para encaminarse.
En una investigación acerca del efecto de la maestra, se examinaron determinada aulas donde las maestras eran obviamente autoritarias o claramente democráticas. Para sorpresa del investigador los sentimientos de amistad de los niños entre sí fueron tan poderosos con una maestra autoritaria y rígida como con una más democrática y tolerante. La razón fue clara. A esa edad la amistad es una necesidad tan imperiosa que unos niños saludables se olvidaran del adulto.
En el mismo estudio se vio también que los varones escogían como amigos a otros varones, y las niñas escogían a otras niñas.
La amistad se desarrolla por etapas, lo que a veces la maestra sabe mejor que los padres, quienes también los deben comprender.
Viene luego el desarrollo en profundidad. Algunos niños persisten a pesar de frustraciones y desencantos; algunos persisten con contacto y buen humor.
El cambio que se produce al empezar a sostener relaciones causa modificaciones notables en los sentimientos del niño acerca de su persona y escuela.
Dentro de cada niño, el ser egoísta y el ser social
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