ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL ABOGADO Y LA FAMILIA


Enviado por   •  25 de Agosto de 2013  •  1.551 Palabras (7 Páginas)  •  316 Visitas

Página 1 de 7

EL ABOGADO Y LA FAMILIA

(EL ALMA DE LA TOGA)

En el Abogado la rectitud de la conciencia es mil veces más importante que le tesoro de los conocimientos, primero es bueno, luego firme, después prudente; la ilustración viene en cuarto lugar y la pericia en el ultimo ya que la abogacía no es una consagración académica, sino una concreción profesional, los Abogados nos se hacen con el título de licenciado, sino con las disposiciones psicológicas, adquiridas a costa de trozos sangrantes de la vida, el poder de la confianza en la energía propia estableciendo la fe exclusiva en el poder divino, porque los hombres no llevamos más fuerza que la que Dios nos da.

El abogado deberán afrontar la injusticia en el resultado de un caso, por un cliente insensato, en el juzgado, pero esto nunca deberá preocuparlo ya que es necesario que se centre en fiar en sí, vivir la propia vida, seguir los dictados que el mismo se imponga y desatender lo demás, también debe ser orgulloso ya que el orgullo es una faceta de la dignidad, a diferencia de la vanidad, que es una fórmula de la estupidez y comprobar constantemente que esta asistido de la fuerza interior que lo hará superior al medio ambiente.

Buscando en el trabajo la fuerza arrolladora de los hechos en cada trabajo que realiza ya que el derecho positivo se busca en los libros y se estudia pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte, de esta manera se aprenderá a leer con imágenes y se aprende de la vida con hechos, logrando llegar a una supremacía de la razón ya que este principio pertenece a la moral.

“Dad a un hombre todas las dotes del espíritu, dadle todas las del carácter, haced que todo lo haya visto, que todo haya aprendido y retenido, que haya trabajado durante treinta años de vida, que sea en conjunto un literato, un crítico, un moralista, que tenga la experiencia de un viejo y la infalible memoria de un niño, y tal vez con todo esto formareis un abogado completo”

Este párrafo nos muestra que el ser abogado no es tan fácil como simplemente estudiar y graduarse, ese es tan solo el comienzo de un largo camino donde encontraremos dificultades pero solo así lograremos formarnos como un verdadero Abogado, pidiendo sabiduría y conocimiento al dueño de todo, no teniendo duda en ningún momento porque si lo hiciera será mejor dedicarse a otra profesión.

Por esta razón nuestra libertad de juicio debe cimentarse la rectitud de la conciencia y no en la lucidez del ingenio, siempre comprometidos con la paz social y utilizando la moral en todos los casos que se proponga ya que el tema de moralidad no solo se da con los abogados si no con todos los seres humanos y por ende es necesario dar el mejor ejemplo en cada una de nuestras acciones y de esta forma no llegar a ser recriminados por la sociedad.

El abogado debe ser un hombre reservado y discreto, no confiar sus secretos a nadie… más que a otra persona de idénticas virtudes, ya que el no guardarlos es desestimar la confianza que le brindo una persona a consultarlo, de esta manera si se repele el negocio las obligaciones que se obtiene son iguales a las de si hubiese asumido la defensa, envolviendo una gama de peculiaridades de la conducta que no pueden entrar en definiciones, solo la conciencia del abogado puede resolverlas con acierto.

El abogado actúa sobre las pasiones, las ansias, los apetitos en que se consume la humanidad, si su corazón es ajeno a todo ello ¿cómo lo entenderá el cerebro?, quien no sepa de dolor, ni comprenda el entusiasmo, ni ambicione la felicidad ¿Cómo acompañara a los combatientes? La fórmula para coordinar estados de ánimo opuestos es defenderlos como propios y sentirlos como ajenos.

Por esto un abogado soltero no está completo, ya que no conoce por experiencia de su sangre lo que son la vida conyugal, los deberes parentales y la unidad de la familia; el cliente tiene derecho a nuestra cultura, a nuestra palabra y sobre todo a nuestra prudencia en el consejo y a nuestra serenidad en la acción y esto solo se puede brindar si se tiene una comunión familiar para entenderlos y poder dar la mejor ayuda.

Lo que rinde y destroza al hombre no es el trabajo, por duro que sea, sino la seria inacabable de sensaciones que tiene en tensión el sistema nervioso y que son las características de la vida moderna y especialmente la vida del abogado ya que es como si gnomos invisibles se entretuvieran en darnos constantemente alfilerazos en todas las partes del cuerpo para impedirnos

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (9 Kb)
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com