“EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA” GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

“EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA”

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

La Obra “El coronel no tiene quien le escriba”, de Gabriel García Márquez, publicada en Colombia en el año de 1961, es una novela de género narrativo, muy interesante tanto así que el director mexicano Arturo Ripstein llevó al cine la obra, con el mismo título que el original en el año de 1999.

Esta obra nos habla de “El coronel”, un hombre viejo que participo en la denominada “guerra de los mil días” sucedida en Colombia, quien vive con su mujer enferma de asma, y que sin excepción, cada viernes asiste al puerto para recibir el correo esperando con ansias, desde hace 15 años, una pensión que le habían prometido y con la cual, se resolverían sus problemas económicos, pero que todavía no había recibido.

El coronel y su esposa viven con problemas económicos, ya que tenían escasos recursos, no tenían mucho para comer o para vestir, muchas veces vendían sus pertenencias para poder hacerse de un poco de dinero que al final, no les alcanzaba ya que además de ser ellos dos, también tenían un gallo que también tenían que alimentar, el cual, era de su hijo Agustín, que había fallecido por repartir “papeles” clandestinos, con ese animal pensaban obtener ingresos haciendo apuestas en peleas clandestinas aunque estas comenzarían en un par de meses.

El coronel, además de intentar subsistir con dignidad sin un solo peso, tiene que soportar las quejas constantes de su mujer que sólo consiguen angustiarle aún más. Consecutivamente, el médico visita al coronel para revisar a su esposa, y tras dar su visto bueno, le da al coronel una carta con la información censurada en los periódicos, el medico que era quien atendía a el coronel y a su esposa y que además no les cobraba por ello.

Al ver que no tenían para comer y menos para alimentar al gallo el coronel y su esposa deciden vender un reloj o un cuadro, los cuales, no podían vender ya que había relojes más modernos o los cuadros ya cualquier familia la tenía.

Un día cuando fue el coronel a casa de su compadre “Don Sabas”, éste, le aconsejo vender su gallo, y aseguro que fácilmente lo vendería en 900 pesos. Luego de discutir el asunto de la venta del gallo con su esposa, quien le dice que lo venda por la falta de dinero para sus necesidades, decide ir con su compadre Don Sabas a venderlo, al llegar se encuentra también con el médico, quien atendía a Don Sabas, un momento después, Su compadre le dijo al coronel que tenía un cliente quien compraría el gallo en 400 pesos. El médico le aconsejo que no lo vendiera ya que Don Sabas lo vendería posteriormente a un mayor precio.

La venta del gallo se cerraría luego de que Don Sabas volviera de un viaje, mientras tanto, El coronel acudió nuevamente al puerto, donde recordó que ese día comenzaban los entrenamientos para el gallo, cuando llega a la “gallera” ve que ahí se encuentra su gallo, decide ir por él y llevárselo a su casa llegando a la conclusión de que no lo venderían.

En estos últimos momentos de la novela, El coronel toma actitudes muy optimistas en relación a los momentos que viven, por su parte, su esposa es todo lo contrario, toma pensamientos pesimistas, ya que el coronel decide no vender el gallo y solo quedarse con el 20% de aquellos ingresos que recibirían en las peleas.

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