EL INDIGENISMO EN LA OBRA DE CÉSAR VALLEJO: UNA HERRAMIENTA PARA EL PROGRESO

EL INDIGENISMO EN LA OBRA DE CÉSAR VALLEJO: UNA HERRAMIENTA PARA EL PROGRESO

Es común escuchar expresiones despectivas contra los indígenas como: ¡qué indio tan bruto!, ¿De qué te ríes, cholito?[1]; Las cuales son bastante frecuentes y muestran la exclusión social en la que se encuentra inmersa la población indígena de nuestra nación. Vallejo era consciente de esto, adoptó una conducta similar a la del indio y utilizó su poesía y narrativa para solidarizarse con ellos y acaso con él mismo.

Esta exclusión que desde aquella época no se ha superado y que hoy causa grandes conflictos internos fue denunciada por Vallejo a lo largo de toda su vida, lo hizo con el propósito de lograr reivindicación para con el indio, propósito que compartimos a través de este ensayo.

Analizando un poco sus poemas se nota que los rasgos indígenas se presentan desde las emociones del poeta hasta su estilo de vida, la más representativa de las emociones es el "sufrimiento", sufrimiento que el mismo reconoce:

“Fue domingo en las claras orejas de mi burro, de mi burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)”

Y es cualidad recurrente en la mayoría de sus poemas:

“Hoy sufro solamente. Si no me llamase César Valle-Jo, también sufriría este mismo dolor.”[

El sufrimiento tal como lo presenta Vallejo, vale decir como un modo de vida, es común en la mayoría de personas andinas. Esta actitud que se entiende por la opresión que sufren desde la llegada de los españoles. Pero ¿Por que Vallejo adopta este estilo de vida? En alguno de sus poemas Vallejo dice: "el hombre es triste", con esta frase advierte que el hombre para ser hombre necesita ser triste o, que solo considera hombres a los indígenas, cuya naturaleza intrínseca es la tristeza. A través de un análisis lógico se llega a la conclusión que ambas suposiciones son correctas y los indios son los únicos hombres por ahora (En palabras de Vallejo).

“Considerando en frío, imparcialmente, que el hombre es triste, tose y, sin embargo, se complace en su pecho colorado;”

Además es pertinente acotar que el indio y su cultura es superior al prototipo de persona que tenemos en el subconsciente:

“¡Indio después del hombre y antes de él!¡Lo entiendo todo en dos flautas y me doy a entender en una quena!”

Todo el amor por lo indígena, nos hace pensar que probablemente Vallejo se sentía indio y esto le daba un titulo (solo entendido por él) de hombre civilizado en medio de todas las "gentes desgraciadas".

“¡Hay gentes tan desgraciadas, que ni siquiera tienen cuerpo; cuantitativo el pelo,”[6]

Vallejo critica a los opresores y los incita a amar a la cultura indígena:

“Amado sea aquel que tiene

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