EL MAESTRO IGNORANTE Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual
Enviado por vivianencina • 28 de Abril de 2017 • Ensayo • 3.059 Palabras (13 Páginas) • 559 Visitas
Ensayo:
EL MAESTRO IGNORANTE
Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual
(Jacques Rancière)
Capítulo I: UNA AVENTURA INTELECTUAL
Ranciére, a través de la aventura intelectual de Jacotot, dada por azar, explica el método de la educación universal y pone como ejemplo más vívido a dicho personaje, quien protagoniza en la experiencia de ser maestro sin explicar, pues en su práctica de enseñanza experimenta por azar a través de Telémaco, el aprendizaje basado en la experiencia, la comparación, la comprobación, que a su vez es impulsado por la necesidad y la voluntad de liberarse de la ignorancia. Dicho acontecimiento voluntario, será desarrollado hasta donde el ignorante lo decida, lo cual devela que el progreso educativo individual no establece diferencias intelectuales ni sociales
Jacotot era francés y sus estudiantes de origen holandés, quienes ante la imposibilidad de comunicación lingüística para la instrucción, encontraron en Telémaco el punto de coincidencia. Los estudiantes en su relación directa con el libro (sin un explicador) leyeron el texto en su idioma y tradujeron sus interpretaciones al francés, sólo motivados por la voluntad de aprender y la necesidad, formando su propio juicio; todo sin instrucción, sin la explicación, sin la transmisión de conocimientos del maestro, sin ser conducidos por un orden progresivo (de lo simple a lo complejo, de la parte al todo) determinado por su destinación social (enseñar, pleitear, gobernar, diseñar, fabricar). Los estudiantes no necesitaron que se les explicara la explicación escrita.
Es aquí donde el autor percibe la supresión del orden explicador que es la distancia entre el libro y el lector, que es también la distancia entre aprender y comprender (la explicación de otro por ser incapaz de aprender por sí mismo), la distancia entre el sabio maestro y el ignorante alumno.
“… la explicación es el mito pedagógico… que divide el mundo en dos”, es la jerarquización entre el sabio y el ignorante (que necesita un traductor – explicación), la inteligencia inferior (azar - empirismo) y superior (a través de la razón - método); donde el “sabio maestro transmite conocimientos adaptados a las capacidades intelectuales del alumno”. Así, “el principio de la explicación se convierte en el principio del atontamiento pedagógico”, reduciendo al estudiante a un ser incapaz de discernir sin ser guiado por un método explicador que le indique lo que debe “comprender”, y mientras más comprenda y el maestro este predispuesto a “hacer comprender”, mayor será el progreso del atontamiento.
Toda ciencia debe estar probada por los hechos razonables. En tal sentido, el hecho es que los estudiantes holandeses aprendieron francés, solo por la voluntad de aprender y a través de la adivinanza (observación, comprobación, comparación, relacionamiento, reflexión), obteniendo resultados (empíricos) por azar, sin predecir el posible resultado, como lo haría un metodista.
“El método de la igualdad era principalmente el método de la voluntad”. Con el método del azar, a través de la exploración del mundo, todos podían aprender sin un sabio explicador (jerarquización de inteligencias), sólo impulsados por la voluntad de satisfacer una necesidad circunstancial.
“Los alumnos aprendieron sin maestro explicador, pero no por ello sin maestro”. El maestro les dio la orden de enfrentarse al libro, pero el estudiante tiene la libertad/voluntad de seguir la orden hasta el final, hacerlo de forma superficial o profunda, o no hacerlo, según lo requiera su necesidad.
“El circulo de la potencia… se puede enseñar lo que se ignora, si se emancipa al alumno, es decir si se lo obliga a usar su inteligencia… El ignorante aprenderá sólo lo que el maestro ignora”. En tal sentido el maestro debe provocar, desafiar y potenciar la inteligencia del estudiante, sirviendo como herramienta para que el estudiante relacione lo que conoce de su contexto y lo relacione con sus necesidades, de tal manera que saque sus conclusiones, generando así un aprendizaje contextualizado y funcional para sí mismo y no para responder a un orden social dado por supuestas mentes superiores.
Quien enseña sin emancipar, Atonta; quien emancipa, no deberá preocuparse por lo que el emancipado debe aprender. El papel del docente debe limitarse a mantener la motivación del alumno, quien aprenderá lo que le sea útil.
Todas las inteligencias son iguales, por lo cual se puede dar una instrucción mutua, a través del método universal donde enseñar lo que se ignora, faculta a cualquier ignorante a enseñar a otro ignorante a través experiencia relacionada con lo que se conoce. Este método pone en evidencia que todas las inteligencias son iguales.
Capítulo II: LA LECCION DEL IGNORANTE
Si partimos de que el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser humano que logra a partir de sus conocimientos previos, sus experiencias y la relación con el medio que lo rodea, se puede afirmar que la memoria no es sinónimo de la inteligencia, que repetir no es saber o haber comprendido, que la comparación no es la razón, que existe una voluntad que manda y una inteligencia que obedece; solo existe un poder, el de ver y el de decidir, el de prestar atención a lo que se ve y a lo que se dice. Descubriendo los hechos, y las relaciones entre las cosas es que aprendamos a combinar ideas para construir nuevos conocimientos.
Rancière , indica que toda la potencia del lenguaje, está en el todo del libro, que todas las ciencias, son frutos de una misma inteligencia y que la potencia de la inteligencia está en todo la manifestación humana. Deja claro que el maestro debe ser ignorante y conocedor para poder ser reflexivo y al mismo tiempo hacer reflexivo a los estudiantes. Es la toma de conciencia de la igualdad de naturaleza la que se llama emancipación y se abre al conocimiento.
El método jacotot, no es mejor, es otro método, que indica comenzar una enseñanza por el texto y no por la gramática, por las palabras y no por las sílabas; el empezar por las letras, sería por la creencia que las letras son más fáciles y que los niños son inferiores intelectualmente. En nuestro sistema educativo, este método ha sido experimentado en diversos tiempos y lugares, habiendo tenido éxito en diferentes contextos.
No se atonta a los alumnos haciéndolos deletrear, sino diciéndoles que no pueden deletrear solos. Para iniciar el aprendizaje de la lectura y la escritura, es importante partir de un texto, que puede ser una canción, un poema, una rima, que el estudiante sepa de memoria, porque ahí tendrán como referencia algo que conocen; así los estudiantes se esforzarán por hacer relaciones entre los sonidos que conocen y los que se les presentan como nuevos.
Los dos actos fundamentales del maestro son: Interroga y comprueba que el trabajo se realice con atención, esto nos lleva a la reflexión que el buen maestro guía discretamente la inteligencia del alumno a través de preguntas sobre lo conocido por el alumno y conduce de modo natural su atención para encontrar lo que está buscando; el maestro puede ser la madre o el padre de la niña o del niño, que puede buscar algo que conozcan ambos, que sea significativo para el estudiante, así los padres puedan preguntar y luego comprobar lo que se encontró o los nuevos conocimientos.
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