El Maestro Ignorante

ÉTICA PARA LA FORMACIÓN

Como docentes en formación en el espacio académico ética civil se nos presenta un caso para ser analizado sobre una intervención de un alumno el cual afirma que “el tiempo era más largo en la tierra fría que en la tierra caliente, porque cuando trabajaba en el campo con su abuelo recogían mas cosechas de maíz en tierra caliente que en tierra fría, y que (…) dependía de en que luna se haya sembrado” a esto la profesora le dice que eso no es cierto ya que el tiempo es único y universal, después de terminada la clase la profesora le cuenta lo sucedido a una colega, la cual le dice que ella no actuó éticamente. ¿Es verdad esta afirmación?

Para abordar el tema debemos tener en cuenta varios conceptos, el primero que es la ética, luego que es la moral y posteriormente la ética profesional particularmente en la educación. La diferenciación de los dos primeros aspectos es necesaria, ya que normalmente se usan como sinónimos; la Ética o “ethos” “existen en singular, pues está presente en cada persona, a demás se enraíza en la realidad, generando seguridad y permite sentirse bien en el mundo, sin obviar la naturaleza como fuerza promotora. El ethos no es una realidad acabada, sino que está abierta al hecho, a la construcción y a la reconstrucción, como a su cuidado (…)” (Boff.2001), es decir la ética es subjetiva, pertenece a la naturaleza humana y se refiere a la conducta autónoma de cada persona. Por otro lado la moral, “siempre está en plural porque consiste en las distintas formas de expresión cultural e histórica de la ética.” (Boff.2001), está determinada culturalmente, se basa en los valores, acciones, principios que son aceptados o rechazados por la comunidad. Según lo anterior la ética es distinta para cada persona, y además está valorada por la moral, es decir tiene que estar relacionadas totalmente, no obstante no podemos referirnos a la ética como algo acabado, por el contrario está en constante cambio de acuerdo a la visión de realidad. En el anterior caso para dar “valor “, a la ética de la profesora debemos tener en cuenta que aunque cada uno posee una esta puede ser incoherente con sus principios, normalmente cuando se actúa en pro de intereses personales. Según Boff (2001), para los griegos la valoración de la ética estaba determinada por el “logos” (razón) escuchando a la naturaleza “physis”, es decir dar un dictamen de carencia de ética definido por nuestra razón, que es aceptable y beneficioso para todos. Para Aristóteles el saber ético depende de la forma de ser y esta forma de ser por la cultura, este puede ser viable, ya que se puede someter a la deliberación subjetiva de las situaciones, teniendo en cuenta lo justo y lo correcto, o sea la ética no es un concepto de valor si no de aplicación. Esta es vital en la práctica docente, puesto que debe partir de la conciencia sobre el compromiso social que recae sobre esta profesión, dando paso a una relación profesor- estudiante horizontal y no vertical de poder.

En el caso de la profesora, este juicio está dado por la razón y mediado por la ética de cada uno, la acción realizada por ella puede ser aceptable según su ética pero según la moral determinada por “la cultura docente” estaría traicionando sus principios inconscientemente. Hay que tener en cuenta que la ética universal en busca de una conciencia global está preocupada por todas las visiones del mundo en las que está inmerso en niño, basados en modelos pedagógicos que se preocupan por el proceso enseñanza-aprendizaje, y que se contextualice lo que se aprenda, desarrollando competencias para generar una persona íntegra y un ciudadano. Para cumplir dicha meta de generar ciudadanos íntegros; la profesora debió

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